Miércoles, 18 de Junio de 2025
Pulsa ENTER para buscar
INFONIF Club Empresas Podcast Rankings Eventos Revistas
Nueva Clinica Ribera en Valencia

Trump logra una tregua con China: los aranceles bajarán, pero la guerra continúa

Trump logra una tregua con China: los aranceles bajarán, pero la guerra continúa
Publicado a 12/05/2025 18:21 | Actualizado a 13/05/2025 18:14

Las aguas parecen tornar a su cauce, o dar al menos pasos para ello, en la diplomacia internacional: EE.UU. y China han anunciado este lunes un pacto conjunto que supone, de facto, una tregua en la guerra comercial. Tras un fin de semana en que se han sucedido las negociaciones entre representantes de ambas potencias en Ginebra, Pekín se ha comprometido a reducir del 125 % al 10 % los aranceles sobre productos estadounidenses y EE.UU. bajará los que aplica a los bienes chinos desde el 145 % al 30 %.

Al alto el fuego comercial, que tendrá una duración inicial de 90 días y que forma parte del acuerdo al que han llegado ambos países para frenar la guerra comercial desatada este año, se suma también la creación de un mecanismo permanente de consulta. Un instrumento de dialogo que estará liderado por el viceprimer ministro chino, He Lifeng; el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, así como el representante comercial de ese país, Jamieson Greer, y podrá reunirse en China, en EE.UU. o en un tercer país.

Durante la tregua de 90 días ambos países seguirán con negociaciones de carácter más técnico que no solo incluirán cuestiones arancelarias, sino otros tipos de medidas que obstaculizan el comercio, en particular de la parte china, indicó Bessent desde Ginebra. El secretario del Tesoro ha valorado la utilidad de los encuentros para «reparar las relaciones que se habían dañado» por esta guerra comercial, y ha añadido que ahora ambos países cuentan con un mecanismo de consulta que permitirá «evitar» otra escalada comercial como la de los dos últimos meses.

¿Está teniendo éxito la agresiva política comercial de Trump?

La política comercial del expresidente Donald Trump ha sido uno de los ejes más polémicos de su mandato y continúa generando análisis críticos. Para Antonio Sanabria, profesor asociado en el Departamento de Economía Aplicada, Estructura e Historia de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), no estamos simplemente ante una estrategia de negociación internacional, sino ante «una bien pensada estrategia de comunicación», que busca moldear la percepción pública más que transformar la realidad económica.

Sanabria destaca que las tácticas de Trump responden más a una lógica mediática que económica. «Si en un primer momento Estados Unidos hubiera amenazado con subir los aranceles a China un 30 %, no nos hubiera sonado demasiado. Pero si en una primera instancia impones unos aranceles del 145 %, para posteriormente bajarlos al 30 %, parece menos, pero la subida es la misma», explica el economista. Esta jugada, añade, permite proyectar una imagen de flexibilidad negociadora cuando, en realidad, se trata de una significativa subida de aranceles que tendrá efectos directos en la economía estadounidense.

El experto advierte que estas políticas ya están empezando a pasar factura. La imposición de barreras comerciales, aunque matizadas, podría traducirse en desabastecimientos puntuales en supermercados estadounidenses, una consecuencia con alto impacto en la opinión pública. A juicio de Sanabria, la estrategia de Trump se basa en «vender como un gran logro negociador lo que no deja de ser una subida de aranceles, que es negativa para todos».

La tensión con aliados y el efecto en la diplomacia

Más allá del enfrentamiento con China, lo más preocupante es la agresividad hacia aliados históricos. «Esa es una estrategia que puede funcionarte en negocios inmobiliarios, pero no es positiva para dirigir la diplomacia de la principal economía del planeta», señala Sanabria. Según el académico, el objetivo es claro: mantenerse como el centro de atención mediática y marcar la agenda internacional. Sin embargo, esta forma de actuar «genera una gran desconfianza diplomática», y si se mantiene en el tiempo, podría derivar en una fuga de inversiones internacionales.

Aunque el reciente acuerdo comercial con China ha sido presentado como un hito, Sanabria lo ve más bien como una pausa táctica: «El contenido real del acuerdo firmado este lunes es tan solo seguir hablando en busca de un acuerdo». Es decir, una tregua sin resolución de fondo, mientras la guerra comercial continúa viva.

El economista subraya que no se trata de una política nueva ni circunstancial. Para él, estas decisiones comerciales están estructuradas para construir una narrativa de éxito negociador ante la opinión pública, pero no necesariamente para lograr beneficios sostenibles. «Es hablar y levantar un poco el pie del acelerador», dice en referencia a la firma del acuerdo. Pero advierte: «No deja de ser una subida arancelaria muy elevada en un momento en que Estados Unidos tiene muchos problemas y ya no estamos en el siglo XIX».

Tecnología, microchips y el fondo del conflicto

El mayor escollo a la hora de llegar a un acuerdo, según Sanabria, es la lucha por el liderazgo tecnológico global. «El problema es, principalmente, la producción de microchips, la cual quieren volver a traer a Estados Unidos, y que se encuentra en la actualidad concentrada en Taiwán». Este frente es mucho más complejo que el simple intercambio de productos, pues implica decisiones estratégicas de largo plazo que van más allá del comercio.

Además, el conflicto no terminaría siquiera con un eventual acuerdo comercial. «La guerra comercial es una realidad y seguirá existiendo. Estados Unidos va a insistir en acabar con la opacidad del sistema financiero chino, de los ajustes de capitales… sobre todo la disputa por el liderazgo tecnológico», insiste. Lo que se firmó esta semana, añade, no es el final de nada, sino el inicio de un nuevo capítulo: una tregua que no resuelve los problemas estructurales.

Desde una perspectiva política, sin embargo, Trump podría salir fortalecido. «Es muy probable que logre un impacto positivo, obteniendo una imagen de que ha logrado torcer el brazo a sus competidores comerciales», sostiene Sanabria. Una narrativa poderosa de victoria y flexibilidad que, en términos prácticos, esconde una política proteccionista clásica.

Un costo económico disfrazado de éxito

La paradoja que señala el profesor de la UCM es clara: las medidas que buscan beneficiar a la economía nacional podrían estar debilitándola. «Lo que está haciendo es subir los aranceles, encarecer tus importaciones y volver artificialmente competitiva la economía norteamericana con medidas de fuerza unilaterales», concluye.

Este enfoque, además de generar tensión internacional, perjudica directamente a los consumidores estadounidenses, que podrían pagar más por productos básicos. Y no es solo una cuestión de precios: también se trata de eficiencia, innovación y apertura. El cierre a productos extranjeros no solo limita la competencia, sino que puede ralentizar el desarrollo tecnológico interno, un elemento crucial en un mundo interdependiente.

Así, en palabras de Sanabria, Trump estaría disparándose en el pie: «Cuando pones un arancel a los coches chinos, o productos como el aluminio o el acero, te estás disparando en el pie». Un aviso claro de que el proteccionismo disfrazado de éxito diplomático puede tener consecuencias no deseadas para la economía más poderosa del planeta.

Las bolsas reciben el acuerdo con subidas

Los mercados bursátiles han reaccionado a la tregua comercial con avances y poco antes de las 9 horas GMT las principales bolsas de Europa suben entre el 0,5 % y el 1,6 %, mientras que el índice Euro Stoxx 50, que agrupa a las mayores cotizadas del Viejo Continente, avanza el 1,7 %.

En Asia, los principales mercados han cerrado con subidas, sobre todo Hong Kong, que ha avanzado el 2,98 %, mientras Shanghái y Shenzhen, han repuntado el 0,82 y el 1,72 %, respectivamente, y Tokio, el 0,38 %.

El euro marcaba a la apertura de los mercados bursátiles en Europa el mínimo en un mes frente al dólar y se cambia en 1,11 dólares y el petróleo Brent sube el 3,6 %, hasta 66,25 dólares el barril. El oro pierde un 3 % y cotiza en 3.229 dólares la onza.

Infonif bases de datos
Formacion HUB E3 Lego Serious Play
Infonif bases de datos

Deja tu respuesta