La Fageda es un destacado proyecto sin ánimo de lucro de la economía social con una historia de más de cuarenta años. Su origen se remonta a 1982, cuando un psicólogo llamado Cristóbal Colón quedó profundamente impactado por las condiciones inhumanas en las que vivían las personas ingresadas en hospitales psiquiátricos. Este impacto lo llevó a iniciar una iniciativa con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas que padecían enfermedades mentales.

Colón creía firmemente que el trabajo, siempre que fuera un trabajo con sentido y real, podía desempeñar un papel fundamental en la transformación de vidas, en darles sentido. Ello le impulsó a crear en Olot -Cataluña- una cooperativa con quince personas afectadas por enfermedades mentales severas.

Aquel proyecto es hoy una reputada empresa de la economía social que elabora yogures, helados y mermeladas y que ha posicionado una marca muy querida. La empresa acoge actualmente más de 500 personas y su modelo ha devenido inspirador y es estudiado por prestigiosas escuelas de negocios.

Por esta labor encomiable a través de los años, en Economía 3 hemos querido conceder a La Fageda el premio a la Trayectoria social y empresarial. Hablamos con Silvia Domènech, directora general de la firma.

Una labor incansable

-¿Qué resaltaría del liderazgo de La Fageda? ¿Por qué creen que merecen el premio a la Trayectoria Social y Empresarial?

El liderazgo en La Fageda merece destacarse por diversas razones sobresalientes. En primer lugar, la visión inspiradora del fundador que buscaba dignificar la vida de personas de colectivos vulnerables es uno de los pilares fundamentales. Este enfoque se ha mantenido a lo largo del tiempo con un compromiso sólido y constante.

Además, la determinación y tenacidad han sido claves para enfrentar desafíos significativos. A pesar de los recursos limitados y las adversidades iniciales, La Fageda nunca se rindió ante su misión y siempre ha sabido encontrar soluciones creativas para avanzar.

Ha demostrado una habilidad única para adaptarse y prosperar en entornos cambiantes. Ha establecido y mantenido una cultura organizativa basada en valores sólidos, como la confianza en los demás, el respeto por las capacidades individuales y la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Estos valores son esenciales para el éxito y la integridad de nuestro proyecto.

Y uno de los mayores logros del liderazgo de la firma ha sido su capacidad para conciliar los intereses empresariales con su misión social.

Entendemos que los méritos del proyecto para merecer el premio son notables y se destacan pues por su impacto social. La Fageda ha logrado conciliar los intereses empresariales con su misión social de cuidado, bienestar y generación de empleo y formación para personas con enfermedades mentales y otros colectivos vulnerables.

Un lugar destacado en el mercado

¿Cuáles creen que han sido las principales claves de su éxito?

Nuestra estrategia se ha guiado por diversas pautas fundamentales para asegurarnos un lugar destacado en el mercado. Entre las más influyentes, nuestra apuesta por la excelencia en la calidad de nuestros productos, el control completo de la cadena de producción, un packaging que evoca la autenticidad de la naturaleza, la salud y una política de comunicación que invita a los consumidores a adentrarse en nuestra finca para conocernos de cerca.

Esta estrategia fortalece y confirma los atributos de nuestros productos. De hecho, muchos de nuestros visitantes se convierten en fervientes defensores de nuestra marca. Este ciclo virtuoso es alimentado por nuestra transparencia y nuestro compromiso con prácticas sostenibles, así como por el aprendizaje constante de nuestros errores.

Para La Fageda, conciliar los intereses empresariales, que exigen competitividad, con nuestros valores sociales, centrados en el cuidado y el bienestar de las personas, es un desafío continuo y complejo de gestionar. Y cuanto más sólido y exitoso es nuestro proyecto empresarial, más sólido y sostenible es nuestro impacto social.

Estamos convencidos que nuestro enfoque, nuestro compromiso continuo con la mejora y nuestra misión, han generado la confianza y el aprecio que recibimos de miles de familias consumidoras, que valoran mucho que nuestro proyecto pone la economía al servicio de las personas.

Una decisión arriesgada

Los premios de esta edición premian historias de valientes. ¿En qué momento de su trayectoria la compañía ha necesitado ser más valiente?

Por su naturaleza social la historia de La Fageda ha estado marcada por constantes desafíos que han exigido mucha. Es un claro ejemplo de cómo una organización social puede superar retos aparentemente insuperables a través de la determinación, la capacidad de reinventarse y la creencia en su misión central.

Sin lugar a duda, su primer y principal reto se encuentra en su propio origen. Como suele recordar el fundador carecíamos de recursos, tanto financieros como un proyecto definido, «teníamos solo el deseo ferviente de hacer todo lo posible para evitar regresar al hospital psiquiátrico».

La creación de actividades empresariales que generaran empleo para personas con enfermedades mentales parecía una utopía en ese momento, ya que requería una gran dosis de confianza. Sin embargo, en pocos meses de crearse la cooperativa y gracias a un excelente trabajo de recuperación de un espacio natural, La Fageda logró obtener un contrato del Ayuntamiento de Olot para el mantenimiento de áreas verdes en el municipio.

Así surgió la primera sección del proyecto: la jardinería, que en la actualidad emplea a más de 40 personas.

En 1987 contábamos con una granja de vacas y viveros y vendía la leche de más de 100 reses. Sin embargo, la limitación de la producción de leche por parte de la CEE amenazó los empleos. En lugar de reducir la plantilla, optó por transformar la leche en yogures. Una decisión visionaria, valiente y arriesgada, que permitió mantener puestos de trabajo, abrir una nueva línea de negocio y que sin lugar a duda marcó el devenir del proyecto.

Ingresar al mercado de consumo masivo y ganarse la confianza de clientes y consumidores fue otro reto muy complejo. En los últimos años, la crisis desencadenada por la pandemia de COVID-19 y la inflacionaria también nos han impactado y nos ha requerido una gestión con muchas dosis de valentía.

Impulsar el futuro

¿Qué planes de futuro tiene su empresa para los próximos años?

Continuar impulsando iniciativas y políticas que nos permitan seguir afianzando las actividades económicas dado que son el medio con el que generamos puestos de trabajos para personas en situación de vulnerabilidad. Y también integrar la formación y el desarrollo para todas las personas de nuestro proyecto.