La fiebre del emprendimiento está en su pleno apogeo. Cada vez es más la gente que se anima a hacerlo, más todavía después de la pandemia, cuando mucha gente se ha planteado su carrera profesional. Muchas de esas startups que hace unos años empezaban, hoy son ya un caso de éxito. Un ejemplo de ellos es Vivood.

Su fundador, Daniel Mayo, inició en 2013 un proyecto emprendedor basado en el diseño de casas sostenibles y automontables. Todo esto derivó en el 2015 en la creación de Vivood, un hotel de lujo inmerso en plena naturaleza. Fue uno de los primeros proyectos que contó con el apoyo de Lanzadera y a día de hoy factura ya 4,5 millones de euros y cuenta con 76 empleados.

Vivood, un caso de éxito

• ¿Qué creéis que apoya Vivood para que hoy, después de ocho años, continúe siendo un hotel con tanto éxito?

Creo que es porque, lejos de ser una moda, cubrimos una necesidad. El cliente demanda un hotel de lujo que a la vez sea respetuoso con el medio ambiente y nos ocupamos de llenar la necesidad que la gente tiene de desconexión en medio de un entorno y hotel de lujo.

• Vivood se basa en la arquitectura sostenible, ¿habéis tenido muchas dificultades para compaginar el turismo con la sostenibilidad?

La verdad es que no las hemos tenido para nada, porque al final basamos la arquitectura en conceptos que tienen miles de años de historia. Es como volver a los inicios para hacer una arquitectura basada en la mimetización y simbiosis con el entorno.

Además, aplicamos este concepto, no solo a la arquitectura del hotel, sino a todos nuestros servicios, ofreciendo una gastronomía de cercanía y todas las decisiones que tomamos giran en torno a esto.

• ¿Qué balance hacéis de este tiempo?

Muy positivo. Pese a los años que hemos pasado, vemos que hemos sido beneficiados. El concepto de desconexión se ha reforzado y la gente lo demanda cada vez más. De hecho, este año hemos facturado casi un millón y medio más que en 2019.

• ¿Cómo habéis sobrellevado la pandemia?

Para nosotros, como ya he comentado, ha sido un tiempo de crecimiento. Hemos tomado tres decisiones fundamentales. En primer lugar, hemos decidido que todo lo que hiciéramos tenía que ser beneficioso para el cliente, poniéndolo siempre como eje de las decisiones. En segundo lugar, hemos sido extremadamente rigurosos con las medidas higiénicas. Y, finalmente, hemos recordado nuestra esencia y nos hemos reafirmado, que es algo que nunca debemos olvidar, poniendo siempre la sostenibilidad como pilar fundamental.

Con estas tres ideas y el espíritu de que no todo vale, hemos hecho todo para mejorar la experiencia del cliente. Hemos tenido dos años de crecimiento, y lo hemos visto repercutido en la facturación.

Lanzadera como apoyo fundamental

• ¿Qué os aportó estar en Lanzadera?

Nos enseñaron que lo primero que tenemos que medir es la satisfacción del cliente. Desde entonces siempre guiamos todas nuestras decisiones a esto. Por eso, desde siempre, lo más valorado más allá de la arquitectura o el spa, es la atención al cliente. La formación empresarial que nos facilitaron ha hecho que la compañía pueda evolucionar de manera muy sólida.

• ¿Qué planes tenéis para el futuro?

En la pandemia decidimos apostar muy fuerte por la organización de eventos, aunque pareciera una locura en aquel momento. Por eso, esta semana inauguraremos nuestro nuevo espacio de eventos donde las empresas podrán hacer ‘networking’ y eventos en un entorno idílico.

También estamos trabajando en la posibilidad de exportar el modelo a otras partes del mundo, ahora que la compañía ya es muy sólida.

España y el emprendimiento, un ‘boom’ sin precedentes

• ¿Cómo crees que está la situación de los emprendedores en España?

Creo que ahora mismo el emprendimiento se está convirtiendo, en algunas ocasiones, en una estrategia de marketing más que en la esencia que aporta valor. Por ejemplo, creo que lo correcto es cómo se está haciendo en València con Lanzadera, donde se está generando un tejido empresarial, las empresas grandes están involucradas y se hace todo de manera profesional.

Lo peligroso es cuando en otros sitios lo hacen como estrategia de marketing y quieren saltarse los pasos y se idealiza lo que es ser emprendedor, con todo lo que ello conlleva. Creo que estamos ante una fiebre del emprendimiento que hace peligrar la esencia de lo que realmente significa emprender.