Pilar Llácer

Pilar Llácer: “El algoritmo de Netflix tiene más empatía que muchos jefes”

Pilar Llácer estudió Filosofía, una carrera sobre la que le avisaban de que no tendría muchas oportunidades laborales. Más adelante estudió un Master en Informática y Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. Además, es especialista en ética de los negocios. De hecho, realizó su tesis doctoral sobre ‘La situación de la ética en las empresas del IBEX 35: un análisis de la misión, visión, valores corporativos y códigos éticos’ (2015).

Además, cuenta con una trayectoria de más de 20 años de experiencia en Educación, Empleo y Recursos Humanos, incorporando procesos de innovación y tecnología en empresas. Ha sido durante nueve años miembro del Comité de dirección y Director Corporativo de Innovación, Formación y Gestión del Conocimiento en Catenon Executive Search. También, consultora en PwC y CapGemini.

En la actualidad, colabora en el asesoramiento estratégico para diferentes compañías en temas relacionados con los Recursos Humanos y Transformación Digital y es directora de Prácticas curriculares y profesora doctora investigadora en la EAE Business School (Grupo Planeta).

Pilar Llácer, una de las Top Voices 2020 de Linkedin

Por si fuera poco, Linkedin la ha elegido como una de las Top Voices del 2020 como experta en el futuro del trabajo. En esta conversación con Economía 3, Llácer nos ofrece algunas de las claves de su filosofía laboral y, casi, hasta vital. Puedes consultar también las entrevistas a otros Top Voices de Linkedin como Laureano Turienzo o Álex Dantart.

  • Te van a despedir y lo sabes. ¿Qué pretende transmitir con este libro?

A mí me despidieron tres veces. El mercado del trabajo es muy, muy incierto. No hay mejor consejo que estar preparado ante un posible despido. Si a ti, a mí, o a cualquiera le despiden mañana, tiene que estar preparado para saber cuál va a ser su siguiente paso profesional.

Prepararse para un despido una vez que uno ha sido ya despedido es mucho mas difícil que si se prepara antes. Si uno quiere correr un maratón, lo que no puede hacer es ponerse a hacer 40 kilómetros el mismo día. El libro contiene consejos de cómo entrenarse si te despiden o, si quieres promocionar, cómo tienes que estar para ese posible salto profesional.

«El botox que nos podemos poner es el Linkedin, esa plataforma que nos permite ser atractivos en cualquier momento»

  • ¿Cómo tiene que prepararse un trabajador para un despido?

Dependiendo de si eres recién graduado, si tienes más años de experiencia o incluso si eres hombres o mujer, las características son diferentes. Pero hay varios temas comunes a todos. El más sencillo -esto no es de gurú-, tener siempre bien preparado el currículum y el perfil profesional en Linkedin.

La gente de mi generación -yo estoy en los 50 plus- me comenta que se quieren cambiar o que les han despedido y nunca han tenido necesidad de hacer su currículum. Sin eso no vas a poder llegar a ningún sitio. A diferencia de cuando yo empecé a trabajar, la parte de visibilizar lo que hacemos es magnífica a través de las redes sociales.

Linkedin tenemos que tenerlo perfectamente actualizado. Y no solamente cuando nos despiden. Si hay un objetivo por encima de todo es ser atractivo siempre para las empresas. El botox que nos podemos poner es el Linkedin, esa plataforma que nos permite ser atractivos en cualquier momento.

«Tenemos que saber vendernos. Nos guste o no nos guste»

La marca personal está ligada al impacto y a tener una empleabilidad sostenible. Hay muchas personas que solamente están activos en Linkedin cuando les despiden o en vacaciones. Hay que sacar tiempo para estar activo en redes sociales, para vendernos. Tenemos que saber vendernos, nos guste o no nos guste.

La parte de anticiparse a los cambios. Todas las personas que ahora mismo estén trabajando en banca, en todo el sector industrial, en el sector turismo, tienen que anticiparse. Los grandes jugadores de fútbol no van por el campo persiguiendo la pelota sudando. Se paran y piensan cuál es la estrategia para meter el gol. Si yo soy de banca, ahora mismo ese sector seguramente no tenga más oportunidades para mí. Tengo que ver dónde está el empleo, dónde van a aparecer las oportunidades.

Todas las profesiones van a llevar un apellido, que es el digital. Digital significa que hay que saber venderse, hay que tener esa actitud para saber cuáles van a ser los cambios. No hay que empeñarse en determinadas funciones que ya no van a tener empleabilidad. No empeñarse en hacer surf si no hay olas. Es fundamental el aprendizaje constante, pero no aprender por aprender, sino aprender en base a dónde va a estar la ola.

«Hay muchos jefes que piensan que teletrabajar es no hacer nada»

  • Utiliza el término ‘caverna empresarial’. ¿Son tan malos los empresarios y tan buenos los trabajadores?

No son los empresarios. Adoro y admiro a las empresas. Y creo que en España tenemos una percepción negativa, no sé por qué, del empresario. Lo que critico de las cavernas empresariales -yo soy filósofa e hice una metáfora con el mito de la caverna de Platón- es que muchas veces venden algo que no es la realidad.

Y eso no son las empresas. Son los jefes que están en las empresas los que están promulgando una serie de medidas que no son las que se necesitan. Y un ejemplo clarísimo: el teletrabajo. La Ley del teletrabajo nace en EEUU hace más de 30 años. Todo el mundo hablaba del teletrabajo, pero no se ha implantado hasta que no ha ocurrido una situación de emergencia.

¿Qué es lo que ocurre? ¿Se podía teletrabajar? Sí. Hay muchos jefes que piensan que teletrabajar es no hacer nada, porque no tienen confianza en los empleados. Por eso hablo de esas cavernas. Al final, creo que en todas las instituciones y empresas tenemos la necesidad de cambiar el estilo de liderazgo.

  • Va a presentar un nuevo libro sobre la forma de pensar de los empresarios y los cambios de hábitos de consumo. ¿Qué carencias ha detectado en este sentido?

Pertenece a una colección nueva de la editorial Almuzara sobre pensamientos de empresas. Son microensayos para leer de forma rápida y sencilla. El mío se titula ‘Por qué los recursos humanos deberían ser como Netflix’. ¿Por qué como Netflix? Porque, para mí, Netflix sintetiza el cambio de hábitos de consumo de todas y cada una de las personas. La instantaneidad, tener una información muy personalizada…

«Necesitamos un nuevo tipo de liderazgo»

El algoritmo de Netflix tiene más empatía y más cercanía que muchos de los jefes que he tenido. Eso es la empatía, eso es lo que pedimos a los jefes. Esa es la automatización del mercado de trabajo que está viniendo y muchos jefes no quieren ver.

Necesitamos un nuevo tipo de liderazgo. He diseñado una teoría de liderazgo ético muy sencilla y muy fácil de entender.

«Los liderazgos empresariales son del siglo XIX»

  • ¿Los liderazgos empresariales están anticuados? ¿Se rigen por normas del pasado?

Del siglo XIX, no ya ni del siglo XX. He tenido la fortuna de pasar por ocho empresas, de estar trabajando ahora en otra, de seguir en contacto con muchos líderes empresariales, y veo que hay un cierto intento de cambiar esos hábitos de liderazgo, de hacer propuestas diferentes. Pero cuesta mucho.

Estamos en tiempos inciertos, en tiempos en los que se necesita hacer crecer los negocios de forma exponencial, en los que la tecnología cambia absolutamente todo. Necesitamos unos líderes acordes a ese cambio y yo veo que no. Quizás alguno hace el intento, pero sigue habiendo un estilo de liderazgo bastante clásico. Vamos a ser políticamente correctos. Del ordeno y mando, del te voy a dar libertad pero hasta cierto límite, de diseñar políticas y procedimientos para todos cuando cada una de las personas de la empresa es diferente y tiene unas necesidades diferentes.

«La actitud digital no es poner tecnología, es saber personalizar»

¿Por qué Netflix es capaz de personalizar y una empresa no? Son capaces de personalizar con los clientes. En cambio, con los empleados nos siguen tratando de la misma forma a casi todos. La actitud digital no es poner tecnología, es saber personalizar.

  • ¿Sigue existiendo la vocación? Hay muchísimos jóvenes que no encuentran trabajo tras haber estudiado carreras y másteres. ¿Cómo pueden seguir creyendo en que van a encontrar el trabajo que les apasiona?

En este país, por culpa de la nota de corte, no se está estudiando aquello por lo que una persona tiene vocación. El problema es que acabamos estudiando cosas que no nos gustan para acabar en trabajos que tampoco nos gustan y luego las empresas nos piden que tengamos pasión y compromiso. Bastante difícil.

Tecnología y transición energética

El problema del empleo comienza en la educación. Hay que tener cierta perspectiva. ¿Hay carreras con más salidas? No. Y lo digo así de claro: la mía no las tenía y no las sigue teniendo. Lo que hay que hacer es enfocarse bien. A lo que te apasiona hacer y estudiar hay que añadirle el componente de la tecnología y otro componente que ha aparecido en los últimos años, que es fundamental, todo lo relacionado con el cambio climático y la transición energética.

Eso va a generar muchísimas profesiones. Va a generar muchísimas ideas de cómo hacer no solamente un trabajo mejor, sino un mundo mejor. Si suben de media 5 grados la temperatura, la gente se va a ir a veranear a Noruega y no a España, que se convertirá en un desierto. Eso es la anticipación. Tenemos que estar pensando en eso.

«Hay  mucha culpa de los padres en el porcentaje de paro que tenemos»

Hay mucha culpa de los padres en el gran porcentaje de paro que tenemos en este país. No saben asesorar bien a sus hijos. Si tienes memoria, estudias derecho; si tienes memoria y algo de matemáticas, económicas, y si eres listo, ingeniero. Esas son las opciones. Ahora hay un montón de grados muy diferentes, grados que combinan varias disciplinas…

Hay que resaltar la importancia de no ser especialista. En un mercado que es incierto y que además lo va a seguir siendo necesitamos no ser especialistas en ningún tema. Si eres especialista en turismo y el sector se hunde, ¿qué haces? En un mercado que es incierto y lo va a seguir siendo, necesitamos no ser especialistas. Es muy bueno tener una visión global y conocimientos muy diferentes, como el hombre del renacimiento.

  • ¿Por qué es culpa de los padres?

Los jóvenes siguen sin tener toda la información para decidir, a pesar de que están todo el día conectados. Y los padres siguen pensando que una ingeniería es una carrera con salidas y otras como Geografía e Historia no lo son. Y las salidas no van en las carreras, van más allá.

  • A la vista de los terribles datos de paro juvenil en España, ¿hay esperanza para la llamada generación perdida?

No creo en la esperanza. Ahora tienen los medios que no tenía yo. Cuando estaba en la carrera no había Internet, no había Google. Ahora hay unas oportunidades enormes. Me faltan dos cosas en los jóvenes. La primera es la ambición. Se la hemos quitado y además creo que por culpa de una persona que se llama Mario Conde.

«En este país ser ambicioso se ha convertido en algo malo»

En este país al final ser ambicioso se ha asociado a una figura que se llevó dinero… o no. Y ser ambicioso en este país se ha convertido en algo malo. Y es que sin ambición no podemos hacer las cosas.

Marie Kondo se dedica a ordenar armarios. Tampoco tiene un pedazo de currículum tremendo y ha llegado a facturar más que la media de las pymes de este país. ¿Qué hizo? Encontrar algo que le gustaba con algo muy sencillo, que era un móvil. Es encontrar algo con anticipación. Qué van a necesitar los usuarios.

A mí lo de la generación perdida… ‘Ay, no no hay empleo, qué voy a hacer’. No. Ahora hay muchas oportunidades y si no hay trabajo hay que crearlo. Como la energía, ni se crea ni se destruye, solo se transforma muy, muy rápido. Si no vemos esa transformación tenemos un problema. Da igual si somos jóvenes, mujeres, hombres, mayores de 50…

  • ¿Lo tuvieron más fácil los padres de estas generaciones perdidas, los padres de los millenials?

Eso de fácil es relativo. Las circunstancias no son las mismas. Yo no tenía Internet. Hay un tema también cultural. ¿Quién lo tiene más fácil? Cualquiera de los alumnos que tengo en la escuela ha viajado más que yo.

«No vamos a tener un trabajo para toda la vida. Es insostenible»

¿Fácil respecto a qué? ¿A tener un trabajo para toda la vida? No vamos a tener un trabajo para toda la vida, pero nadie. Si me apuras, ni los funcionarios, porque es insostenible.

Tenemos que ser conscientes y muy realistas con ese planteamiento. Eso no impide que tengamos mejor salario y mejores condiciones de vida que nuestros padres. También ahora, gracias a la tecnología, yo puedo estar trabajando para la Universidad de Harvard.

Y sobre todo, no quejarse y no lamentarse. Lo que sí nos hace falta es esa ambición y tenemos mucho conocimiento sobre hacia dónde va el futuro del trabajo. Yo sí tengo dos certidumbres: el futuro del trabajo es lo digital y lo que va a venir afectado por el cambio climático, la transición energética. Ahí va a estar el empleo.

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