El coronavirus (COVID-19) está provocando consecuencias en la economía global. Sin embargo, Matilde Mas, directora de Proyectos Internacionales del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), considera que también puede tratarse de una oportunidad para los empresarios españoles. «Si contestamos bien a estas demandas, se pueden reorientar las cadenas de producción, cambiar quienes son los suministradores. Es una oportunidad que se puede aprovechar», asegura.

«Se están reequilibrando las cadenas de suministros, hay una oportunidad de tomar partido. Las empresas españolas están cubriendo parte de los huecos que están dejando otras que no pueden exportar», subraya Mas. En este contexto, apunta que los empresarios se están moviendo y cree que los sectores más propicios son la industria agroalimentaria, con el aceite y el vino, y el textil.

Asimismo, la también catedrática de la Universitat de València (UV) propone apoyar a las empresas aportándoles liquidez o dándoles un tratamiento fiscal favorable ante las malas perspectivas. Así, considera que las instituciones públicas deben ayudar a que «empresas solventes y trabajadores no sufran por una desgracia sobrevenida».

Mas prevé que las empresas importadoras y las pymes serán las que más sufrirán

En este contexto, aboga por apoyar a las empresas dándoles liquidez, sobre todo a las pymes, que son las que «se van a ver más necesitadas». Además, apuesta por un tratamiento fiscal favorable, que puede incluir posponer los impuestos, dando opciones a las compañías para pagar a plazos si se quedan sin liquidez, o reducir transitoriamente el coste de materias primas. En cuanto a los trabajadores, señala que la cuarentena no debe suponer «penalización a la hora de calcular las pensiones». Por ello, indica la posibilidad de flexibilizar la jornada o trabajar desde casa.

Mas detalla las consecuencias económicas del coronavirus, como el corte de la cadena de suministros que proceden de países afectados, que no llegan a los importadores, lo que «interrumpe la cadena de producción». «Son las empresas importadoras las que más van a sufrir», lamenta. Además, también afecta a la demanda mundial, que está paralizada, y el efecto de la incertidumbre.

Matilde Mas, directora de Proyectos Internacionales del Ivie | Foto: Jesús Císcar.

Bajan las previsiones de crecimiento del PIB

En cuanto a las estimaciones económicas de cuánto afectaría, Mas menciona los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que prevé un crecimiento del PIB mundial del 2,4 %, mientras que en noviembre era del 2,9 %. Además, los expertos no plantean que los efectos duren más allá de julio. «Si se alarga, las previsiones pueden ser bastante catastróficas», advierte. En esta coyuntura, que no es el escenario base, la OCDE reduciría la tasa de crecimiento del PIB al 1,5 %.

«Los últimos datos de los mercados de trabajo no han sido malos. Las implicaciones que tendrá sobre las cuentas nacionales y el PIB medido, contado el desfase que lleva el PIB, vamos a tardar en enterarnos. Los índices de producción manufacturera son los que primero deberían dar señales y los tiene muy débiles. Pero ha coincidido con una desaceleración. Es difícil separar qué hubiera ocurrido en cualquier caso por la desaceleración y lo que es estrictamente coronavirus», apunta, aunque añade: «que va a hacer daño en sentido económico es seguro, de eso no hay duda».

Mas: «Si se alargan los efectos económicos en el tiempo, las previsiones pueden ser bastante catastróficas»

Los efectos del coronavirus, señala, ya son latentes en España, con empresas a las que no les llegan productos que deben importar. «Las industrias que se ven más afectadas son las que tienen que ver con el transporte, la industria de automoción, las farmacéuticas, tecnológicas y electrónicas», indica. Además, expresa que el turismo también ha caído, así como la industria de lujo.

«Es una pelota que se va haciendo grande, el daño es importante», afirma. «Para la Comunitat Valenciana, el turismo va a sufrir muchísimo. Los empresarios están preparándose porque la cosa viene catastrófica. Aquí nos va a hacer mucho daño», pronostica Mas.

Para contrarrestar estos efectos negativos del coronavirus, la experta del Ivie señala que lo prioritario es «aumentar y garantizar que se hace el gasto sanitario que hace falta». «Es fundamental cortar la posibilidad de contagio, necesitamos recursos y cuesta dinero, habrá que ponerlo. Hay que gastar lo que haga falta en sanidad, es lo que nos saldrá más barato en términos de vidas y económicos», resalta.

Mas sobre recuperar la inversión pública: «Sería una forma de gastar bien el dinero y estimular bien a la economía»

Además, sostiene que «es el momento de que los países se pongan las pilas». «Hace falta complementar la política monetaria, que está exhausta, con una política fiscal y expansiva para apoyar la demanda. Una forma fácil de hacerlo es recuperar la inversión publica que ha caído durante la crisis», propone. En este sentido, señala que en la opinión pública está ganando terreno que estas inversiones han sufrido mucho desde la crisis, lo que «se está traduciendo en un deterioro de infraestructuras públicas».

«Tenemos un problema de déficit y no está claro quién va a ganar. Hasta ahora, siempre ha ganado el norte, porque no se fían de nosotros. Pero es una opción que sería una forma de gastar bien el dinero y estimular bien a la economía. En las infraestructuras, el deterioro es muy evidente, sobre todo en las viarias y el ferrocarril», expone.