La firma Trapa presentó esta semana en el Llisa Negra de València su colección de turrones navideños con cinco referencias elaboradas con ingredientes de primera categoría y según la receta centenaria de los monjes trapenses aunque actualizada para adaptarse a las demandas de consumo actuales. En la Comunitat los productos pueden adquirirse en cadenas de supermercados de las tres provincias y distintos proveedores de alimentación.

Fundada en 1891 por los monjes trapenses del monasterio de San Isidro de Dueñas (Palencia), cuenta desde 2013 con una nueva propiedad de capital 100% español, que ha renovado e impulsado la empresa a través de una inversión de más de 30 millones de euros –hasta el momento– en maquinaria, I+D+i y recursos humanos.

El nuevo rumbo está marcado por tres coordenadas: innovación, estilo y conciencia social y medioambiental. Fruto de esta nueva etapa, llegan nuevos productos y reformulaciones de los ya existentes –acordes con las tendencias de consumo y con los parámetros de calidad actuales– que buscan ser la estrella de la Navidad en muchos hogares, según indicaron desde la marca de chocolates.

Chocolate con leche crujiente, chocolate negro crujiente, chocolate blanco crujiente, chocolate con avellanas y chocolate con almendras conforman la gama de turrones Trapa; una gama sabrosa y de inspiración tradicional pero libre de gluten, grasas hidrogenadas y ácidos grasos trans, es lo que presenta la compañía.

Ahora, coincidiendo con su 50 aniversario, Trapa presenta sus bombones ‘cortados’ en cuatro estuches de diseño de renovada en imagen y sabores:  Cortados Clásicos, Creación, Noir 70% y Stevia, además de los Cortados Crujientes a granel.

Los primeros bombones de España

Considerada una de las primeras fábricas de chocolate de España, la empresa como tal fue constituida en 1964 en la misma localidad, una vez que la comunidad monástica decidiera vender la fábrica junto con las antiguas recetas.

En 1969 nacieron los Cortados, los primeros bombones que se elaboraron en España. De forma cuadrada y elaborados con dos finas capas de praliné y chocolate acompañados con crujientes trocitos de avellana, son los emblemas de Trapa, junto a los también míticos Bombonísimos. Con la nueva etapa que emprendió hace seis años Trapa, la fórmula de sus productos se ha modificado para adaptarla a los nuevos tiempos: ahora, no contienen gluten, grasas hidrogenadas, ácidos grasos trans ni aceite de palma, pasándose a emplear otros aceites vegetales (manteca de cacao, oliva y girasol).