Ayer concluyó la visita a València del comité de evaluación de la Wold Design Organization (WDO) para valorar la candidatura de la ciudad a Capital Mundial del Diseño 2022. En declaraciones a Economía 3, el codirector estratégico de la Associació València Capital del Disseny (AVCD), Pau Rausell, ha manifestado que el comité «ha reconocido que no ha habido una candidatura con mayor nivel de profesionalidad en su propuesta en todos los años que llevan trabajando. De hecho, dijeron ayer en EDEM que València ya es Capital Mundial del Diseño, pero sólo hace falta que el mundo lo sepa. Es decir, se referían a que el valor de València en el ámbito del diseño es ya el de una ciudad global, competitiva a nivel mundial».

«Creo que hay muchas, muchas probabilidades», ha afirmado Rausell. «La AVCD tiene que dar las gracias a todos los agentes que han participado, porque su implicación ha sido abrumadora. Abrumadora. Estábamos preocupados por si, al ser finales de julio, no podríamos contar con quien pudiera estar fuera de València, pero si llamábamos a cinco diseñadores nos aparecían veinticinco. Si tratábamos de que vinieran tres empresarios, han venido quince. La atención que los medios de comunicación habéis prestado también ha sido importante. Se nota que hay cierta sensibilidad y cierta predisposición, y que es un tema que interesa».

Los representantes de empresas y entidades con los que el WDO se reunió ayer en Marina de Empresas se retratan ante la «Pamela» de Manolo Valdés. | E3

Rausell ha acompañado al comité durante todo su extenso recorrido por la ciudad. «Creo que el comité se ha quedado muy sorprendido. Una de nuestras principales fortalezas es que nuestra candidatura es ‘bottom-up’, es decir, de abajo arriba, y la verdad es que la recepción por parte de todos los agentes del ecosistema, diseñadores, empresarios, políticos, académicos, ha sido de una fluidez, predisposición y entusiasmo que el comité ha reconocido. En ese sentido, la candidatura es muy sólida».

Asimismo, «el papel de Turisme València en la organización de la visita ha sido imponente. Nos han provisto de un conjunto de servicios, visitas y contactos de altísimo nivel», ha señalado el codirector de la ACTV. «La profesionalidad a la que se referían también incluye  la propia organización de la visita».

Como reconoce Rausell, no se puede tener todo. El punto débil tiene que ver con la financiación. «Presentamos un presupuesto de la candidatura y nos han preguntado qué recursos públicos tenemos ya confirmados. El momento político del que venimos, en que hemos pasado tres elecciones y no tenemos aún un Gobierno conformado, nos ha dificultado un determinado nivel de confirmación. Pero el compromiso político existe, ya que han visitado al alcalde de la ciudad y al president de la Generalitat, así que está claro y lo han visualizado. Lo que ocurre es que los presupuestos todavía no están aprobados, y menos para 2022».

Pau Rausell, primero por la izquierda; el también codirector de la AVCD, Xavi Calvo, en el centro; la segunda por la derecha, Susana Lloret, vicepresidenta de la Fundació Per Amor a l’Art, en el jardín de Bombas Gens. | E3

A veces, el optimismo puede ser muy traicionero. ¿Qué sabemos sobre la visita que realizaron a la otra candidata, la ciudad india Bangalore? «En estos casos prima la discreción, pero en términos informales, les hemos podido sacar alguna información. Parece que la iniciativa de Bangalore está muy vinculada a un agente económico que soporta la financiación. Su candidatura está muy centrada en el tema medioambiental, es decir, cómo hacer uso del diseño para resolver algún problema estructural de la ciudad de Bangalore».

El 6 de septiembre es el día en que se conocerá la decisión del WDO. «Nos hemos quedado con la sensación de que el trabajo principal ya se ha completado. La suerte está echada y creo que podemos estar satisfechos de que lo hemos hecho todo razonablemente bien». Así que empieza la cuenta atrás. Es sólo poco más de un mes, y con vacaciones de por medio en muchos casos, por lo que el tiempo se nos pasará rápido. Dedos cruzados.