La actividad productiva de las empresas españolas tuvo un comportamiento expansivo, informa la Central de Balances Trimestral del Banco de España, que estima en un 3,9% el valor añadido bruto (VAB) en comparación con el mismo periodo del pasado año. Otro aspecto que destaca la CBT es que la mayor parte de esta expansión se debe a la actividad económica interna en detrimento de las exportaciones, cuyo peso en el total de la cifra de negocio se redujo en 8 décimas, hasta situarse en el 20,4%.

El informe añade que el empleo aumentó un 1,7 %, impulsado por el avance en la contratación de carácter fijo. Por sectores, destaca el buen comportamiento en información y telecomunicaciones y más moderados en energía, industria, comercio y hostelería. Otro factor a destacar es el aumento de la remuneración media que creció un 1,3% en el primer semestre frente al descenso del 0,2% del pasado año.

El avance de la actividad productiva, junto con el crecimiento de los ingresos financieros —por los mayores dividendos percibidos— y el descenso de los gastos ligados a la financiación recibida —asociado a los menores costes de financiación—, favoreció la expansión del resultado ordinario neto (RON), que aumentó, en términos interanuales, un 11 % hasta junio, frente al crecimiento del 7,1 % registrado un año antes.

El crecimiento de los beneficios ordinarios se tradujo en unos niveles de rentabilidad empresarial algo superiores a los del año anterior, de modo que la ratio de rentabilidad del activo se situó en el 4,2 %, frente al 4 % del ejercicio precedente, y la de los recursos propios creció tres décimas, hasta el 5,6 %.

Además, desciende el número de empresas con resultados negativos, lo que revela una mejoría de la situación de las compañías más vulnerables.

El informe de la CBT destaca el descenso de la presión financiera sobre las empresas no financieras. Si esta presión aumenta en un futuro, sus efectos se dejarán sentir sobre todo en las pymes y en sectores como construcción e inmobiliario.

Los incrementos del VAB se presentan especialmente relevantes en el sector de energía y la industria. En este último caso, loa mayores aumentos se registran en refino de petróleo (23,8%) e industria manufacturera (8,9%). La industria química, por su parte, presenta un retroceso del 6%.

Durante los seis primeros meses de 2018, el resultado económico bruto (REB) aumentó un 4,9 %, frente a la variación prácticamente nula que este excedente registró un año antes.