A pesar de la desregularización de las rebajas, la campaña de verano 2018 supondrá un incremento de las ventas del comercio minorista en julio en torno al 12,5% respecto al mes anterior, según un informe de Pateco.

El efecto positivo de las rebajas, añade Pateco, se refleja en el empleo de forma anticipada al de las ventas porque una parte de las contrataciones de trabajadores para afrontar la campaña de rebajas se realiza durante el mes de junio. Durante toda la campaña de 2018, se estima que el comercio minorista pueda generar más de 11.000 afiliaciones. Si se cumplen las previsiones, en el mes de julio el volumen de afiliaciones a la Seguridad Social en el comercio al por menor puede superar la cifra de 217.000 afiliaciones, lo que supone un 0,8% más que el año anterior.

Las rebajas suponen un fuerte impacto sobre la facturación de los comercios, especialmente los de calzado, ropa y complementos, que llegan a aplicar descuentos de hasta el 60% sobre el precio habitual de los productos. Este año, sin embargo, se espera que este efecto se extienda a otro tipo de comercios, como los especializados en productos tecnológicos, que cada vez adquieren más protagonismo en periodo de rebajas.

Además, las rebajas impactan sobre otras actividades, como transporte y logística. De esta forma, las rebajas verano se convierten, junto a la hostelería y el turismo, en uno de los grandes motores de la economía valenciana durante el verano.