Jueves, 25 de Abril de 2024
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“El corredor mediterráneo es una obra básica que debería estar en marcha”

“El corredor mediterráneo es una obra básica que debería estar en marcha”

Tras cuatro años al frente de la  Cámara de Comercio de Castellón, la empresaria María Dolores Guillamón (Castellón, 1952) afronta ya su segundo mandato. Y lo hace movida por el compromiso personal de consolidar las iniciativas puestas en marcha en su primer mandato y para encarar la profunda transformación de la institución que ha supuesto su nuevo marco regulador. Una etapa que afronta con el respaldo de los agentes socioeconómicos de la provincia y la Comunitat Valenciana y de los empresarios.

Superado ya el efecto mediático en el que se vio envuelta en 2013 al convertirse en la primera mujer en presidir la institución cameral castellonense –ahora hay otras dos mujeres que presiden las cámaras de Tarragona y Toledo-, al relevar a Salvador Martí Huget, esta perito mercantil que desde bien pronto se ocupó de gestionar los negocios familiares vinculados al sector hostelero, tiene como objetivo culminar los proyectos ya iniciados y otros en ciernes, que han de servir para fortalecer el papel de una institución “tan necesaria como esta”.

Dolores Guillamón le resta importancia al hecho de que por ser mujer tenga ventajas o inconvenientes en un mundo como el empresarial, un feudo tradicionalmente reservado a los hombres. Eso sí, considera que el actual momento de cambio social debe propiciar una mayor presencia femenina en las empresas. Valora positivamente su gestión y no entra a juzgar si en la unanimidad que ha presidido su reelección hasta 2022, Administración y empresarios tuvieron en cuenta que hubiera logrado estabilizar la institución.

Ha sido reelegida recientemente por unanimidad. ¿Cuáles van a ser los objetivos que marquen su gestión hasta 2022?

– Los principales retos que nos hemos marcado vienen determinados por la consolidación del importante paquete de iniciativas que hemos impulsado a lo largo de los últimos años, dirigidos a encarar una nueva etapa en la Cámara tras la profunda transformación que ha experimentado a raíz de la implantación del nuevo marco regulador que acompaña a la Ley de Cámaras. Eso ha supuesto una reforma estructural en un momento de crisis que hemos tenido que sortear con la precisión que requería y con unos resultados que, desde la moderación, debemos considerar positivos.

A partir de ahora, el equipo elegido para comandar esta nave tenemos la responsabilidad de culminar y asentar el amplio compendio de proyectos ya lanzados y que van dirigidos a ayudar a fortalecer la internacionalización de nuestras empresas, ampliar nuestros servicios en áreas como la formación, el empleo, la innovación y el impulso al comercio, arropar a las pymes en su transformación tecnológica, asumir que estamos en un proceso de profundos cambios en el modelo empresarial, fomentar la incorporación de los jóvenes al mercado laboral o buscar nuevas áreas de crecimiento y desarrollo.

– ¿El haber estabilizado la institución, le garantizó el aval de empresarios y Administración, eso le supondrá mayor implicación en su gestión?

– Pues entiendo que los empresarios y la Administración habrán valorado lo que hayan estimado oportuno. No lo sé. Yo culminé mi mandato con una serie de logros, pero también con iniciativas que, aunque ya habían arrancado, estaban pendientes de consolidación. Esto último es lo que me animó a presentarme a la reelección por otros cuatro años. Y sí, esta etapa me pedirá implicarme, pero como lo vengo haciendo desde el primer día en que asumí la presidencia de la institución.

– Afronta un nuevo cuatrienio al frente de la institución cameral castellonense, ¿desde su experiencia anterior, cuáles serán las líneas de gestión que marcarán su nuevo mandato?

– La Cámara de Comercio de Castellón es vista desde un punto de vista muy presidencialista, pero me gustaría que en esta mí segunda etapa se tuviera una visión más de equipo. Creo que para afrontar esta nueva andadura me he rodeado de un equipo de personas preparado y comprometido. Sé que me ayudarán mucho en este trabajo. En estos cuatro años, el fortalecimiento de las relaciones institucionales y asegurar el desarrollo de las iniciativas y los proyectos ya en marcha, marcarán las líneas básicas de lo que queremos para los próximos cuatro años.

-En su faceta profesional y de gestión, ¿juega a su favor el hecho de ser mujer?

– La verdad es que nunca me ha preocupado este asunto. Yo creo que aquí el hecho de ser mujer no me da ninguna ventaja ni tampoco supone inconvenientes. Sí puedo decir que la mujer está en un proceso de lograr una mayor consideración del que hasta ahora tenía. Vivimos un momento de cambio que debe venir acompañado por una mayor presencia femenina en la empresa. Pero es una evolución que debe ser natural, sin necesidad de introducir imposiciones de cuotas ni nada parecido, porque lo que debe ser prioritario es dar las mismas oportunidades para todas las personas, independientemente de su sexo, y apostar por las habilidades y los conocimientos de cada uno. Guiarnos por otras cuestiones es volver a incidir en viejos errores que hay que superar.

– A lo largo de sus años como empresaria, ¿ha sido tratada de forma diferente a los empresarios?

– Pues eso habría que preguntárselo a ellos. Yo no me he sentido tratada de manera diferente. El mundo de la empresa, como cualquier otro colectivo, ha sido en ocasiones un coto cerrado del género masculino. Yo así lo he visto, y como yo algunas de las pocas mujeres que nos dedicábamos a esto hace unas décadas. Pero el mundo cambia y los empresarios varones están viendo que la mujer está capacitada tanto como ellos para asumir responsabilidades dentro de los negocios y las empresas. Desde luego, no he sacado ventaja por ser mujer en un mundo marcado por la presencia de hombres, pero es que tampoco lo he procurado.

– Castellón, como el resto del país, ha atravesado estos últimos años por una crisis económica que ha afectado al tejido empresarial. Años en los que ha estado al frente de la Cámara, ¿qué ha sido lo peor en esos años y qué efectos tuvo?

– Sin duda, lo más lamentable de todo han sido los sueños rotos. Los sueños de aquellos empresarios que tuvieron que bajar la persiana de sus negocios porque se vieron atrapados en una crisis cuya intensidad fue brutal. No estábamos preparados para afrontar un golpe como el que nos llevamos. Lamentable, sobre todo, el impacto que tuvo la crisis sobre el empleo. Fueron familias enteras las que dejaron de tener ingresos y como consecuencia de ello, se quedaron con pocas expectativas para poder sortear la situación. Fue muy triste. La Cámara de Comercio de Castellón no fue ajena a esta situación. La situación de crisis nos golpeó de lleno y tuvimos que adaptar nuestra estructura para garantizar nuestra supervivencia, adelgazamos la plantilla y con menos recursos tuvimos que llevar a cabo un sobreesfuerzo, porque era necesario para afrontar la embestida.

– En ese balance de los años de crisis hace referencia a lo peor de ella, pero ¿cuál es la parte positiva, si es que la hubo?

– De toda esa situación que golpeó a familias y a instituciones como la nuestra, lo mejor fue la lección que aprendimos. Vimos que la crisis nos permitía abrir nuevos campos de crecimiento, como es la internacionalización, reforzamos el carácter de la Cámara de Castellón como entidad facilitadora de servicios, impulsamos la formación y pusimos en marcha nuevos proyectos que empezaron a fructificar enseguida.

– …Y, ¿cómo afectó esa situación al tejido empresarial de la provincia?

– Las empresas de Castellón, pese al duro golpe que supuso la crisis, han salido más fuertes de ella, con un altísimo grado de especialización, apostando por la exportación, lo que las ha convertido en auténtico motor del tejido productivo. Para una taurina confesa como yo, lo de la empresa de Castellón es para quitarse el sombrero, porque con una ajustada financiación, con unos recursos limitados por la crisis y con unas infraestructuras más propias de mediados del siglo pasado, compiten en el mercado internacional como nadie. Sectores punteros como el azulejo o las empresas del sector de la agroindustria son auténticas locomotoras, que las convierten en la envidia en el mundo. Y eso que compiten con menos infraestructuras que las que disponen las empresas de otros países. De ahí que seamos muy reivindicativos en esta materia, porque es de justicia dar a estas empresas las herramientas necesarias para que sigan creando riqueza y empleo.

– Habla del carácter reivindicativo de los empresarios castellonenses ante la Administración para reclamar las infraestructuras precisas para ser competitivos. La mejora de las comunicaciones terrestres, ferroviarias y marítimas ha centrado las demandas, tanto de la Administración autonómica como de la patronal. En ese contexto, ¿cuál es la postura de la Cámara de Comercio de Castellón en temas que pueden marcar el futuro de la provincia, como el Corredor Mediterráneo o la proyección del Puerto?

– Es muy conocida nuestra postura de defensa de unas infraestructuras ferroviarias acordes al potencial productivo que atesora esta provincia. Creo que el Corredor Mediterráneo es una obra básica que ya tenía que estar en marcha. Espero que se cumplan los plazos y que eliminen los cuellos de botella de un trazado que nos tiene que conectar por ferrocarril con Europa, algo tan vital como esto. Y sobre el puerto de Castellón debo decir que se trata de una plataforma que no para de crecer y que lo hará más una vez que se corrijan los actuales problemas que tiene, al no poder contar con los apeaderos ferroviarios necesarios en cualquier puerto. Creo que el Puerto nos dará muchas alegrías en poco tiempo y estoy segura de que no parará de crecer durante un largo periodo de tiempo.

– ¿Cómo ha visto el proceso vivido en la Confederación de Empresarios de Castellón (CEC)?

– Pues la verdad, lo he vivido desde la tristeza. Lamento que pasen estas cosas. De todas formas es un asunto que he visto desde la distancia y con el deseo de que todo se resuelva de la mejor manera.

– ¿Afectan a organizaciones que, como la Cámara de Comercio de Castellón, imparten formación, casos como el de las presuntas irregularidades detectadas en la gestión de esos cursos auspiciados por la CEC? ¿Qué se puede hacer para evitar esa afección?

– No lo creo. En la Cámara de Comercio de Castellón siempre nos ha preocupado tener una buena y correcta gestión de todo lo que tiene que ver con la gestión de los fondos para formación. De esta forma, nos hemos ganado a pulso la confianza plena de todas las instituciones; de todas y cada una de ellas. Todos los cursos cuentan con altos estándares de calidad que vamos renovando de una manera periódica. Y no es fácil. Pero hay que ser muy pulcros en este asunto. Tenemos un equipo muy serio y profesional que nos da muchas garantías. Y esto es lo que hay que hacer para evitar situaciones que nadie deseamos. Reforzar los controles, tanto internos como externos, apostar por la profesionalización y realizar la fiscalización de las cuentas son cuestiones importantes que permiten conseguir esa tranquilidad que se necesita para seguir trabajando en aquello que tanto nos gusta.

– La CEC ha dejado paso a la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV), ¿Cómo serán las relaciones con la Cámara de Castellón?

– Mejores no pueden ser. Como sabe, la CEV es parte del pleno de la Cámara de Comercio. Forma parte de la estructura actual. Creo que la confederación autonómica es un pilar básico en la defensa del empresariado. Estamos enfrascados en un momento de profundos cambios y tenemos que canalizar el mensaje a través de organizaciones como la CEV, que ha demostrado seriedad a la hora de apostar por un nuevo modelo. Desde luego, las relaciones con ella son y serán muy fluidas y estamos seguros de que nos abrirán nuevas posibilidades para emprender acciones conjuntas.

– ¿Y en el caso del presidente del Consejo Empresarial de Castellón, Sebastián Pla?

– Qué puedo decir de Sebastián Pla. Durante mucho tiempo, más de veinte años, ha formado parte de la Cámara de Comercio de Castellón, de la que ha sido vicepresidente. Es la persona más indicada para ocupar ese puesto, por sus conocimientos, por su andadura profesional y por su carácter conciliador. Solo puedo decir bondades de él porque es una gran persona, alguien que conoce perfectamente el mundo de la empresa. Además, le digo que Castellón ha emprendido una etapa muy importante en la que la economía portuaria nos dará muchas alegrías –de hecho, ya nos la está dando con cifras récord en cuanto a tráficos— y Pla es alguien que conoce este mundillo como pocos. Así que su contribución desde sus nuevas responsabilidades para los intereses empresariales es muy valiosa.

– Uno de los retos que afrontan las empresas es el relevo generacional, ¿Castellón, sus empresas están dando ese salto?

– Pues claro, darán el salto. No queda otra. Pero le diré que si bien este conjunto de empresarios han mostrado tener la casta, la inteligencia y las dotes necesarias para concebir sus negocios y ampliarlos, no me queda ninguna duda de que hay cantera suficiente para que estas compañías sigan este curso. Conozco bien a la nueva generación de empresarios de la provincia y podemos estar muy tranquilos porque van a ser un ejemplo de la tenacidad y buenas dotes que ya tenían sus predecesores.

– Desde el Gobierno central se está trasladando el discurso de que la economía está saliendo de la crisis que arrancó en 2007. ¿Se está creando empleo?

-Sin duda. En Castellón se está creando empleo. Basta con echar un vistazo a las estadísticas en ese campo. Es una evidencia. Y no olvide el empuje que tiene en este sentido la industria, que ofrece un empleo estable y de calidad. De todas formas, sí reconozco que me sigue preocupando la situación de aquellas personas de mediana edad y de los jóvenes que tienen serias dificultades para poder insertarse en el mercado laboral. De ahí que piense que la formación es esencial para recuperar a estos dos colectivos.

– En ese contexto ¿puede afirmarse que el tejido industrial castellonense se está recuperando tras esa etapa de crisis?

– El tejido industrial está fuerte. Es verdad que no todas las empresas se han recuperado por igual. A algunas les ha costado más que a otras, pero, por lo general, se puede decir que la industria ha entrado en una fase de recuperación. Y le diré algo más, esta recuperación se está usando para sumar inversiones, incluso a costa de las ganancias a corto plazo. Es una apuesta de futuro que no puede traer más que progreso. Espero que sea un ejemplo para alejarnos de los cortoplacismos y para que pensemos en que tenemos que trazar nuestro futuro con amplitud de miras.

– ¿Hay coordinación entre la Cámara de Castellón y las administraciones públicas locales, autonómicas y estatales?

– La Cámara de Comercio y las administraciones públicas están totalmente coordinadas. Es una de las cosas de las que más orgullosa me siento; la de haber logrado la confianza de todas ellas. Todas las instituciones nos ven (a la Cámara) como una herramienta eficaz para llevar adelante sus iniciativas. Y estoy segura de que así seguirá siendo en este tiempo.

– ¿Hacia dónde debe ir la economía provincial para alcanzar la excelencia?

-Pues la excelencia vendrá de la capacidad que tengamos para acomodarnos a los nuevos retos tecnológicos. La Industria 4.0 es un objetivo claro, es una necesidad. La aparición de empresas de base tecnológica también es una realidad. Creo que el azulejo nos marcará en buena medida el camino que debemos seguir para modernizar nuestras empresas. Y la excelencia también vendrá dirigida a las pymes y micropymes, que deberán amoldarse a los requisitos que marcan el nuevo consumidor, como son el comercio electrónico, la conectividad o las redes sociales. Es un mundo que cambia y tenemos que cambiar con él y no debemos dejarnos llevar por las nostalgias, que son cosa del pasado. Hay que mirar hacia adelante y saber que esa excelencia la tenemos a mano. Certezas, las razonables; confianzas todas.

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