En los primeros quince días de mayo el pool se sitúa en 48,25€/MWh, un 13,1% por encima del cierre de abril y un 2,4% más caro que hace un año. Detrás de esta evolución alcista está la subida del precio del gas, según explican los técnicos de Grupo ASE.

Los expertos apuntan que el gas encarece la producción de las centrales de ciclo combinado y, por tanto, el precio al que pueden ofertar la electricidad, lo que eleva el techo de precios para todas las tecnologías y se ofertan más caras.

El hueco térmico (gas y carbón) de esta quincena está en niveles muy bajos, apenas un 14%, frente al 25,4% que representó los primeros quince días de mayo del año pasado. Entonces las fuentes fósiles actuaron como fuente de respaldo con precios de casación muy competitivos, en el entorno de 45 €/MWh.

Ahora, en cambio, el gas y el carbón apenas están entrando. Consecuentemente, su precio de salida se sitúa más arriba, lo que les coloca en el último puesto de la cola de entrada al mercado. Otro asunto más local, pero que también está introduciendo tensión porque se cierne sobre los ciclos combinados, es la inminente caducidad de los pagos por capacidad, que vence el próximo 30 de junio y están pendientes de negociación.

Las reservas hidráulicas se encuentran en el nivel más alto de los últimos 10 años y están un 55% por encima de las del año pasado. Lógicamente hay una mayor producción hidráulica, un 79% mayor que la de hace un año.

También la eólica ha aumentado su producción: un 34,5% con respecto a mayo de 2017. De acuerdo con los analistas de Grupo ASE, en base a datos históricos, el precio esperado debía rondar los 40 €/MWh, pero se está moviendo por encima de los 50€/MWh.