Moliner anuncia la mayor inversión de la historia de la Diputación en todos los municipios
El equipo de gobierno de la Diputación de Castellón ha duplicado el presupuesto para el Plan Castellón 135, al pasar de los 12,4 millones de 2017 a los 24,8 millones que deberá aprobar el pleno del 24 de abril. La medida es posible al destinar a esta plan los 12,4 millones de superávit. De esta forma, el ejecutivo que preside Javier Moliner busca favorecer los planes de obras y mejora de infraestructuras de los 135 municipios de la provincia.

La iniciativa del gobierno de Moliner hará que los ayuntamientos dispongan del presupuesto antes del verano y puedan empezar las obras. La propuesta del equipo de gobierno ya ha sido comunicada a todos los grupos políticos de la corporación provincial. Es una importante inyección económica en la antesala de un año electoral.

«Queremos ser más útiles, más eficientes y consolidarnos como la administración que más ha invertido en todos nuestros pueblos durante la última década con el objetivo de hacer de Castellón una tierra más justa y próspera para todos los castellonenses, vivan donde vivan», resaltó Moliner, al anunciar esta «histórica inversión», que supondrá «una inyección económica enorme para los municipios medianos y pequeños, principalmente, lo que permitirá llevar a cabo importantes mejoras en las localidades destinatarias de los fondos».

La inversión anunciada por Moliner se articula para que tenga «un gran impacto en el territorio». Añadió que «esta inversión histórica permitirá consolidar y ampliar el trabajo de muchos autónomos y pequeñas empresas, muchas de estas inversiones en municipios son catalizadoras de la actividad económica municipal». A juicio del presidente de la diputación, «vuelve a poner de manifiesto los resultados de aplicar la eficiencia en la gestión a cada uno de los recursos y funcionamiento de la diputación». Una evolución positiva en la mejora de los indicadores económicos del funcionamiento de la Diputación que «beneficia directamente a los pueblos y los castellonenses con más inversión».
Para hacer posible este plan inversor ha sido preciso lograr, con políticas de austeridad, la reducción de la deuda, pasando de 140 millones en 2012 a 22 millones este mismo mes de abril, según indicó Moliner. Una cifra que permitirá cumplir con su compromiso de deuda 0 en 2019 liberando más recursos para invertir en los pueblos y no destinarlos al pago de intereses (hoy se pagan 140.000 euros anuales frente a los 3,9 millones por intereses de 2011).

Asímismo, el presidente de la Diputación indicó que el periodo medio de pago a proveedores se ha reducido a mínimos históricos, y la entidad paga de media en cuatro días a sus proveedores, muy por debajo de lo que marca la Ley. «Somos solucionadores de problemas y no creadores de problemas a las empresas que trabajan con la Diputación», apostilló Moliner.