Vielca, la ingeniería a la que salvó la internacionalización

Vielca, la ingeniería a la que salvó la internacionalización

2017-julio-vielca-Vicente Candela

La mitad de su facturación actual proviene de proyectos que se ejecutan en Centroamérica. La firma cuenta con dos delegaciones en El Salvador y Nicaragua.

Hace una década en la Comunidad Valenciana operaba una treintena de ingenierías. A día de hoy solo quedan doce. Vielca no es solo una de las supervivientes, sino también la más importante.

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Creada en 1990, la trayectoria de casi tres décadas de esta ingeniería está ligada a la vida profesional de su gerente y fundador, Vicente Candela. Formado primero como ingeniero técnico de Obras Públicas y posteriormente como ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, completó su formación con un máster de gestión y dirección de empresas. Desde hace unos meses, además, ha asumido la presidencia de Avinco, la Asociación Valenciana de Ingenieros Consultores.

Ramas de actividad

Vielca se estructura en tres divisiones básicas: la ingeniería, que realiza proyectos de obra civil; la división de medioambiente centrada sobre todo en proyectos de depuración de aguas; y la pata más joven, la división de energía, enfocada a la producción de renovables.

A los proyectos de ingeniería se han ido añadiendo de forma paulatina una nueva actividad, la de formación. Es en los países en desarrollo donde Vielca tiene actividad y donde mayor demanda ha adquirido esta nueva rama de la empresa.

“Ahora -indica Candelacuando hacemos entrega de un proyecto internacional nos piden que les formemos. En muchas ocasiones, la formación forma parte de las claúsulas del concurso”.

Vielca Ingenieros, la rama de consultoría, es una empresa 100 % valenciana que da todo tipo de servicios para la realización de proyectos de obra civil. Por ello, se nutre no solo de ingenieros, sino también de arquitectos.

Por su parte, Vielca Medio Ambiente realiza proyectos, estudios y auditorías medioambientales. La actividad de la rama de energía se centra en la explotación de una pequeña central hidroeléctrica en Castellón, aprovechando la presa de Arenós, tras ganar una concesión de aprovechamiento de pie de presa.

Control de construcción de tres escuelas en Morazán-La Unión

Control de construcción de tres escuelas en Morazán-La Unión

Vielca ha tenido un crecimiento lento y adaptado a la demanda y las necesidades del mercado. Poco a poco fue ampliando los servicios más allá de la consultoría. En la actualidad, la empresa realiza desde proyectos de obra pública a inventarios, pasando por auditorías.

La multiplicación de los servicios es “lo que nos ha permitido sobrevivir a la crisis”. agrega Candela, para convertirse en la mayor ingeniería regional, partiendo de unos inicios en los que solo disponía de dos técnicos y un administrativo.

Hasta que llegó la crisis. En 2008, se adopta una decisión que si bien parecía arriesgada, ha sido, a la postre, el motor de crecimiento de Vielca: la internacionalización de la firma.

El proceso de internacionalización

Un proceso que Candela no duda en calificar de durísimo, pero con una ventaja: “La formación de los técnicos españoles es superior a la de otros países, como los anglosajones. Aquí la formación es científico-técnica y de ciclo largo, mientras que en Latinoamérica o Centroeuropa son de ciclo corto. Esa formación nos proporciona un gran prestigio en el exterior y además nuestros ingenieros y arquitectos son los más baratos, porque aquí no hay trabajo”.

Salir al exterior no es una bicoca, aunque la formación técnica de la empresa esté muy por encima de las necesidades del mercado. “La parte técnica -desvela Candela es la parte fácil”. Los trámites administrativos, la legislación, la presentación de proyectos, el contacto con los entes de licitación… en suma, el conocimiento del entorno son los grandes escollos que hay que sortear cuando la ingeniería se internacionaliza.

Pero la ventaja también está en la propia ingeniería porque, como dice Candela, es un lenguaje universal. Como ejemplo pone un reciente trabajo que han realizado para Japón, que se ha realizado en inglés. “Ha sido un trabajo brillante que les ha encantado. Un trabajo que nos han encargado, se ha presentado, les ha gustado y nos han pagado. Otra cosa es que vayas allí a instalarte, entonces surgen todos los problemas del mundo”.

El primer país en el que se han afianzado ha sido El Salvador, donde han establecido una delegación que hoy día cuenta con unos 75 empleados y supone ya el 50 % de la facturación de la firma.

La llegada al país centroamericano se produce de la mano de un amigo personal de Candela, un sacerdote salesiano que desarrolla una importante labor social con exconvictos. Es el padre Pepe el que desbroza el proceloso camino burocrático y gracias a sus relaciones de años ayuda al establecimiento de Vielca, con la colaboración de un socio local.

Al cabo del año ya habían conseguido la adjudicación de su primer proyecto: la mayor planta potabilizadora de El Salvador, Las Pavas, un trabajo que fue todo un éxito.

A partir de ahí, la empresa continuó licitando ya en solitario y ganando concursos y con cada uno de ellos, el prestigio de la ingeniería valenciana se iba incrementando, hasta el punto de que llegó un momento en el que había más proyectos en ejecución en El Salvador que en España.

Trabajos de envergadura

El último proyecto en ejecución es un plan de protección contra riadas de agua y lodo en la capital salvadoreña. Se trata de tres presas que laminan las riadas antes de que el río desborde en la ciudad. Una obra que evitará no solo las cuantiosas pérdidas materiales que se producen todos los años cuando llega la estación de los huracanes, sino también de vidas humanas.

Uno de los trabajos estrella que realizaron para El Salvador fue el inventario nacional de abastecimiento de aguas, con un presupuesto de un millón de dólares. Posteriormente, Vielca llevó a cabo otro inventario de los puntos de suministro de la capital y su área metropolitana. 

Y no dejaron de surgir encargos, como la planificación de la explotación de los bosques tropicales de una zona del país, con inventario de recursos, la grafía en planos, estudio sobre la previsible evolución del bosque y la planificación de la explotación mediante unas normas específicas para cada zona, incluyendo los usos permitidos y prohibidos.

Próximamente abordarán el mismo trabajo para otra zona en el Golfo Fonseca que incluye un análisis de la costa del Pacífico y su zona marítima.

Hace año y medio, tras la experiencia salvadoreña, Vielca decidió abrir delegación en Nicaragua, si bien hasta el momento los resultados esperados se producen con más lentitud.

Entre los proyectos de futuro, Vielca está en conversaciones para incorporarse a la construcción del nuevo canal que unirá los océanos Atlántico y Pacífico, un proyecto de capital chino.

 

Proyecto de macrodrenaje

Proyecto de macrodrenaje

Inversión internacional

Candela destaca la elevada inversión internacional en proyectos de desarrollo en países centroamericanos por parte de entidades financieras y organismos estatales, como la Agencia Española de Cooperación Internacional y también del Ministerio de Industria.

La experiencia internacional de Vielca no acaba en Centroamérica, sino que ha trabajado también en Norteamérica -con proyectos en Canadá y México- Asia -Kazajistán, Japón, Bangladesh o India- o África -Marruecos y Guinea-. En la actualidad realizan proyectos para la gestión de residuos de ingenios azucareros en Perú.

Porque, como dice Vicente Candela, los ingenieros valencianos “nos hemos especializado en limpiar, en la gestión de residuos”. La experiencia de la empresa en este campo es más que sobrada, ya que ha realizado más de 300 trabajos para la Entidad Publica de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar) en la Comunidad Valenciana, bien en proyectos, dirección de obra o apoyo técnico, desde Torrevieja a Peñíscola. Una experiencia de dos décadas que ahora sirve para acometer los encargos internacionales.

Todo ello desemboca en una actividad que en un 90 % procede de encargos de las administraciones públicas, trabajos que suelen tener más calidad que los encargos procedentes de iniciativa privada.

Vías de crecimiento

El problema de trabajar con el sector público ha sido, como no, el pago. Una situación que Candela califica de terrible en los últimos años. Sin embargo, el cobro en los proyectos internacionales está asegurado, ya que normalmente la financiación viene de organismos internacionales, como los bancos de desarrollo que exigen al país que la inversión se realice en un determinado plazo.

“Eso sí, -puntualiza Vicente Candelaallí si te retrasas un día te sancionan, pero te pagan al mes de presentar la factura”.

El pasado año, la facturación de la sede nacional de Vielca ascendió a dos millones de euros, a los que hay que sumar el millón y medio que se obtuvo de la actividad en El Salvador y los 300.000 de Nicaragua. En total, unos 3,8 millones de euros.

El futuro de Vielca pasa por crecer en su área internacional. Vicente Candela señala que la actividad en España “ni hay ni se la espera” y añade que se han sufrido dos crisis: la de la propia actividad, que ya es prácticamente inexistente, y una segunda crisis provocada por las administraciones, “que han reventado los precios” de los pocos proyectos que se licitan.

“En España -prosigue Candelalos pliegos han sido especialmente malignos, sobre todo los del Ministerio de Medio Ambiente, que establece una bajas temerarias que por mucho que tires los precios no vas a entrar en ellas”.

Dos crisis que han supuesto la ruina tanto de la ingeniería como de la arquitectura. Como presidente de Avinco conoce bien la situación: de las 30 empresas asociadas antes de la crisis, solo perviven doce, menos de la mitad, siendo Vielca la más grande entre las que quedan.

La situación parece empezar a corregirse, sobre todo tras la intervención de la Unión Europea que, a través de una directiva de obligado cumplimiento, pero todavía pendiente de trasponer a la legislación española, pone por delante los criterios de calidad a los de precio.

También critica Candela la complejidad documental en las licitaciones. “Necesitas un departamento para preparar la documentación. Acudir a un concurso puede suponer una inversión en horas de trabajo superior a 2.000 euros, que se pierden si no te adjudicas el contrato. Esto tiene que cambiar”.

Otra de las vías de crecimiento es la formación, una actividad que exigirá a la firma acreditarse como centro de enseñanza y ampliar su objeto social. Para ello cuentan con un experto en BIM (building information modeling), una disciplina que ya es obligatoria en Estados Unidos y Reino Unido y que pronto lo será en España.

En la actualidad, Vielca participa en másteres como el de tratamiento de aguas que imparte Aidimme.

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