Si el ciberespionaje es común entre Estados, empresas y grandes compañías, también lo es entre personas. De hecho, según un estudio realizado desde Hijosdigitales.es, blog de la empresa de ciberseguridad S2 Grupo, un 47% de los usuarios temen que su teléfono móvil pueda ser hackeado o intervenido por otra persona.
Expertos de la compañía han alertado de que la forma más común de espiar el móvil de una persona es a través de la instalación de las llamadas aplicaciones “spyware” creadas específicamente para esto. Este tipo de apps permiten conocer todas las conversaciones que se mantienen por Whatsapp, en redes sociales, pueden intervenir el micrófono, conocer la geolocalización de la persona e, incluso, activar de forma remota la cámara para ver lo que sucede alrededor del teléfono en cada momento. Lo que supone un elevado riesgo para la intimidad y seguridad del usuario afectado.
“Aunque es ilegal el uso de aplicaciones espía, es cierto que cada vez proliferan más. Esto ocurre por una falta de concienciación real de las personas sobre la importancia de la seguridad en el uso de las nuevas tecnologías y, a la vez, de los delitos en los que se puede incurrir si se hace una mala praxis de ellas. Espiar el smartphone de otra persona es un delito contra su privacidad y el espionaje está penado con de uno a cuatro años de prisión”, ha declarado José Rosell, socio-director de S2 Grupo.
Desde la compañía de ciberseguridad, para preservar la intimidad de las personas en el uso del Smartphone y evitar ser víctimas de este tipo de acciones, se recomienda:
1.- Instalar una aplicación “anti-spyware”.- este tipo de apps permitirán detectar si en el teléfono móvil se hubiera instalado algún tipo de software espía.
2.- Restaurar a fábrica.- Desde S2 grupo se ha señalado que si se realiza un análisis con varias aplicaciones anti-spyware y todos dan negativo, es muy probable que el smartphone no esté infectado. En cualquier caso, si se continúa teniendo sospechas de que pudiera haber sido intervenido, se puede optar por la opción que ofrece el teléfono de “restaurar a fábrica”. De esta forma, se eliminará cualquier software que no viniera de origen. Es importante realizar una copia de seguridad porque se eliminarán las fotografías, música, descargas, etc.
3.- No “prestar” el teléfono.- Las aplicaciones espía se instalan en pocos segundos y sin darnos cuenta podrían haber intervenido nuestro teléfono.
4.- Revisar periódicamente la seguridad del dispositivo.- Para ello deben utilizarse herramientas especializadas como antivirus.
5.- Evitar instalar aplicaciones de origen desconocido.- Es fundamental utilizar únicamente las apps de los markets oficiales ya que éstas han sido supervisadas por sus distribuidores y aportan mayor garantía. Además, es interesante activar en el móvil la opción que rechace la instalación de aplicaciones de origen desconocido
6.- Evitar el uso de redes Wi-fi abiertas.- Mientras las estamos utilizando, cualquier persona que se conecte a la misma red que nosotros podrá conocer las operaciones que estamos realizando e, incluso, acceder a nuestros archivos.
7.- Modo avión.- En una situación puntual y extrema en que una persona pueda tener claras sospechas de que su teléfono pueda haber sido intervenido, puede ponerse el teléfono en “modo avión”. De esta forma, el dispositivo deja de emitir cualquier tipo de señal e impedirá, por ejemplo, que se conozca su localización.
8.- Avisar a la policía.- Si una persona detecta que su móvil ha sido intervenido y es víctima de espionaje es recomendable denunciarlo a la policía para que realicen una investigación y puedan localizar al autor del delito.
“Es muy importante que las víctimas de este tipo de ciberdelitos denuncien ante las autoridades pertinentes para defender sus derechos y que no queden impunes acciones que pueden atacar gravemente a la intimidad de las personas e, incluso, ponerlas en peligro”, ha afirmado Miguel A. Juan, socio-director de S2 Grupo.