Desde el clásico brandy al gin, la bebida de moda. Aquí os dejamos algunas recomendaciones:

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La ginebra premium de Nodus ‘made in Valencia’, que encontramos ya en las mejores barras

La N-Gin lleva una decena de botánicos macerados y destilados por separado, que aportan todo su potencial aromático. Para completar la poción mágica han apostado por una destilería granadina, que les permite trabajar con agua de Sierra Nevada. Ese es el ingrediente secreto. Pero no crean que el apellido VLC es gratuito. Realmente es el homenaje de la firma a Valencia. No en vano entre los botánicos destaca la presencia de tres cítricos: naranja, limón y mandarina.

El resultado es una ginebra premium con un trabajo mucho más artesanal que las firmas comerciales que nos vienen a la cabeza cuando hablamos de ginebra. Su precio: 32 euros. El producto cuenta ya con muchos adeptos, tanto en la Comunidad Valenciana como fuera de ella, y tras su lanzamiento le han seguido otras dos ginebras y un vodka. Y todos con un trabajo comercial que han respaldado cada uno de los lanzamientos, de tal manera que es difícil no encontrarlos en las más prestigiosas barras.

Y un vodka que sigue la tendencia internacional

Para la elaboración del N Vodka VLC han vuelto a confiar en la destilería de Granada con la que ya trabajan la ginebra. “El agua es el 60 % del vodka y volvemos a trabajar con agua de Sierra Nevada”,

De las Heras desvela el ‘ingrediente secreto’. El resto de la receta es un buen trigo y un trabajo de filtración casi obsesivo durante cinco destilaciones en busca de “la pureza absoluta del alcohol”.

El producto vuelve a mirar a la gama alta del sector. Con una presentación perfectamente cuidada. Al igual que sus hermanas en ginebra, el vodka ha obtenido una acogida importante en un mercado, que es estudiado previamente por la firma antes de cada movimiento.

Torres Brandy, el placer del trago corto

El destilado que elabora Bodegas Torres en el Penedès brilla entre grandes cognacs y pasa de la décima a la séptima posición en la lista Best selling brands, realizada a partir de una encuesta a 100 de los mejores locales del mundo, previamente seleccionados para la confección del famoso ranking ‘The World’s 50 Best Bars 2016’, que publica este referente en el sector de bebidas y espirituosos.

Con cinco referencias, entre ellas un brandy pensado especialmente para coctelería, Torres Brandy es la única marca española que ha conseguido entrar en el ranking de Drinks International, en la lista ‘Top trending brands’; aquellas marcas que prefieren los consumidores y que no son necesariamente las más vendidas en estos bares, Torres Brandy mejora también posiciones y se sitúa en el sexto lugar.

Bassus Dulce, un caramelo de Bobal

Cualquier cosa es posible con Pablo Ossorio. En este caso estamos ante un espectacular vino dulce elaborado con la autóctona Bobal y su amada Pinot Noir, que ha conseguido trabajar con destreza en una zona como Requena, con un clima muy radical para esta variedad.

Este dulce presenta un color rojo anaranjado pálido. En nariz presenta una intensidad aromática muy alta, recordando a fruta tropical (piña) muy madura, con un fondo lácteo de fresas. Pero el gran reto y la sorpresa llegan cuando uno acerca los labios a la boca y da el primer trago. Impactante, con mucho peso de fruta madura sobre un fondo frutillas rojas, sensación dulce de caramelo de fresa con un muy buena acidez.

La clave en la elaboración de este vino dulce está en el trabajo en viña, del que se ocupa Rafa Navarro, la media naranja de Ossorio en Hispano Suizas. Seleccionan las mejores uvas de cepas de baja producción de sus propios viñedos viejos de Bobal y Pinot Noir. Allí sobre-maduran las uvas hasta conseguir que superen los 16º. Una mimada recolección, en cajas especiales de 15 Kg, y cuidar detalles -como que sólo se vendimia por la mañana para mantener una buena temperatura en la uva hasta la llegada a la bodega-, hacen el resto antes del trabajo técnico en bodega.

El Vegamar más dulce en botella de 50 cl

Un nuevo espaldarazo ha llegado de manera muy dulce, de la mano de Vegamar Dulce, que está entre los cuatro mejores del año para la Guía Sin Mala Uva, al haber sido puntuado con 94 puntos, a uno tan solo del primero.

Este premio apuntala la corta trayectoria del vino dulce que elabora Bodegas Vegamar en el Alto Turia a base de moscatel de Alejandría, una variedad autóctona clásica para la producción de este tipo de uvas.

La altitud de los viñedos de Vegamar, situados por encima de Calles, hacen que la maduración de esta uva dulce sea diferente que más cerca del mar, lo que le añade una complejidad que es tan bien valorada por los especialistas.

Presenta un color amarillo pálido brillante. En aromas cuenta con una intensidad muy alta, recuerdos a fruta muy madura, como melocotón, piña, plátano y fondo lácteo y floral. Sabor sabroso, con regusto dulce a fruta fresca, buena acidez y largo final de boca. En la firma lo recomiendan para tomar con foie o con pastas y dulces, en agradables sobremesas que refuerzan la personalidad del moscatel. El formato de la botella es de 50 cl.

Un ‘vino de reyes’ elaborado en Enguera

Otra excelente noticia era la uva elegida, pues está elaborado a partir de la uva Verdil, variedad autóctona de la Vall dels Alforins, donde sólo existen unas pocas hectáreas plantadas. Vendimiadas con 13 % de alcohol la primera semana de octubre, son introducidas en una cámara de frío a -10ºC durante 15 días, tiempo en el que ocurren varios procesos fisiológicos: el agua que forma el mosto se congela y cristaliza. La acción de esos cristales rompe células de la piel liberando componentes aromáticos que no se hubieran liberado en una vinificación tradicional (le aporta al vino un distintivo sabor de canela y miel).

De color amarillo pajizo, muy pálido y de bonitos reflejos verdes. En nariz, finos aromas de canela y miel junto con sutiles sensaciones de aromas cítricos y minerales.

En boca es dulce, sin ser empalagoso, con un delicado equilibrio entre azúcar y acidez. Una presentación elegante, tanto en botella como la etiqueta, ponen el lazo al producto.

Lepanto, la joya que reposa en botas

Lepanto simboliza la excelencia a lo largo de todo su proceso de elaboración. La vendimia temprana de las uvas Palomino Fino, la obtención del mosto yema que fermentará a baja temperatura y, al término de la fermentación alcohólica, el vino limpio y fragante listo para su destilación.

Comenzará a principios de noviembre en Los Arcos, frente a la bodega de Tío Pepe, en dos alambiques “Charentais”. El proceso único de doble destilación, donde se separa el “corazón” del destilado de las fracciones de cabezas y colas, conseguirá la obtención de la Holanda de Jerez: aguardiente brillante, de intensa fragancia y muy elegante, que envejecerá en botas de roble americano envinadas con vino de Jerez, siguiendo el sistema tradicional de “criaderas y solera”.

Como resultado de este mágico proceso de reposo en botas nace un Brandy de Jerez Gran Reserva de carácter único.

La esperada elegancia de la mistela Cuva Vella

Ya verás como de esto tiene que salir algo bueno”. Así le decía Arnoldo a un incrédulo amigo allá a finales de los años 70. Gracias a su carácter único, la mistela Cuva Vella de Valsangiacomo ha obtenido reconocimientos como Best Fortified Sweet Wine (Non Sherry) de los Premios Wines from Spain Awards.

Competía entre un millar de vinos. Todo ello en un concurso dirigido por el Master of Wine Tim Atkin. Arnoldo era el director en aquel momento de la Bodega Cherubino Valsangiacomo. En aquella época se le había ocurrido meter en una cuba de madera de castaño, una pequeña cantidad de las mejores mistelas sobrantes del año. Ya llevaba años pensando en el potencial de guarda de esas uvas, y finalmente se decidió.

Aquella tina de mistela iba criándose en silencio. Mientras acontecían grandes cambios en el país, este vino de licor seguía pacientemente su proceso de envejecimiento. Hasta que un día se le ocurrió volver a catarla. Más de treinta años después se ha formado una madre de mistela que ha sido añejada sobre la madera de castaño.

Aromas que evocan a productos como café, pasas, higos, caramelo quemado, curry, regaliz negra y alguna nota balsámica. Es una mistela con un gusto untuoso, con equilibrio de dulzor, acidez y amargor. Tiene un desarrollo elegante y persistencia en boca una vez se ha bebido.

Casta Diva, el solera que enamora a las reinas

Cuando un vino es capaz de estar en el menú de una boda real o en la recepción de uno de los presidentes más importantes del mundo, no es por casualidad. Gutiérrez de la Vega es una de esas firmas que siempre tendrá ese toque de autenticidad que lo hagan especial. Porque así también es Felipe Gutiérrez, un soñador que hace soñar.

La bodega está enclavada en un pequeño pueblo de montaña alicantino llamado Parcent, un lugar marcado por la tradición y la artesanía, cuna de los primeros vinos Gutiérrez de la Vega. La evolución desde aquel inicio hasta ahora es visible, la renovación e innovación es claramente perceptible no sólo en los vinos, sino también en la estética arquitectónica, el diseño de etiquetas y de las mismas botellas, aunque siempre manteniendo la solera y la autenticidad del principio.

Este reserva real es un solera del Casta Diva Cosecha Miel 2002 que, con el paso de los años y la crianza en barricas de roble, ha dado paso a un excelente solera de intensos y mediterráneos aromas.

Se elabora con moscatel proveniente de parcelas de viñedo de Moraira-Teulada. Presenta un color ámbar oscuro. En el olfato encontramos almendra tostada, caramelo, miel y toques de pastelería. En boca es muy fresco y delicado. En su conjunto es un producto redondo y con unos reconocimientos más que notables a nivel mundial.