La entrega de los Premios Rey Jaime I, se ha convertido esta mañana en un clamor reclamando una mayor inversión en investigación y el regreso de científicos expatriados. La Lonja, como es habitual, acogió la sobria ceremonia presidida por los Reyes, en la que se tuvieron palabras de elogio y recuerdo hacia Rita Barberá.

Premiados y autoridades junto a los Reyes en la entrega de los Premios Rey Jaime I

En su intervención, Felipe VI señaló que somos «un país con sobrado talento; pero que ninguno sobra para todo lo que aspiramos». Destacó de los premiados su «enorme genio creador» y «una inmensa inquietud intelectual. Con su labor -prosiguió el Rey- hacen de España un país más justo y desarrollado».

El Rey destacó la participación en el mantenimiento de los Premios Rey Jaime I la participación del sector privado y aseguró que en España «se hace muy buena ciencia, pero no es suficiente. Hay que reconocer que ni la inversión pública ni la privada están a nivel de las de los países de nuestro entorno, por lo que deberíamos redoblar esfuerzos en este terreno. Hay que situar la investigación, el desarrollo, la innovación y la capacidad emprendedora entre las principales prioridades de nuestro país».

Felipe VI reclamó «una educación más innovadora«, e implicar más a la sociedad, «que debe conocer y tener conciencia del papel de la ciencia y los avances tecnológicos en nuestro presente y próximo futuro». Concluyó exaltando a los premiados, «dignos de ser presentados como ejemplos para ser emulados por nuestra juventud», ya que «el papel divulgador de estos premios permitirá que surjan más vocaciones científicas» entre los jóvenes.

Antes de la entrega de los galardones, Joan Ribó, alcalde de Valencia, tomó la palabra y ya en el primer párrafo de su discurso tuvo palabras de recuerdo para su predecesora. «Sin ciencia -afirmó- no hay futuro. Pero sin científicos, tampoco hay futuro«. Ribó hizo a continuación un alegato para reconocer el papel de la mujer en la ciencia y la tecnología. Ya en las reuniones del jurado se puso de manifiesto la necesidad de reivindicar los logros de las mujeres en estos campos que, sin embargo, tampoco se han visto reflejadas este año en la concesión de los premios, que han recaído en su totalidad sobre figuras masculinas. El alcalde recordó los descubrimientos de la actriz y científica Hedy Lammar, precusores de los actuales sistemas de comunicación inalámbricos y en cuyo recuerdo se celebra el 9 de noviembre el Día del Inventor.

Ribó felicitó a todos los premiados, pero tuvo unas palabras especialmente dedicadas a Hermenegildo García, galardonado en la categoría de Tecnología, investigador del Instituto de Tecnología Química de la UPV y el CSIC. «uno de esos investigadores -dijo- que ayuda a mejorar nuestro día a día».

Tras la ceremonia de entrega, Francis Mojica fue el encargado de agradecer el premio en nombre de todos los galardonados. Mojica, premio a la investigación básica, defendió el papel de la ciencia en la mejora de la sociedad, si bien no se difunden lo suficiente sus beneficios. «Cuando se consigue transmitir dicha información haciéndola atractiva y comprensible para no especialistas -afirmó- la respuesta por parte del público es asombrosa y la recompensa por el esfuerzo en divulgar es enorme».

«No somos -aseguró- conscientes de nuestro potencial. Si no se pone freno a la fuga de talentos lo tendremos cada vez más difícil. Esta situación se tiene que solucionar por el bien de todos. Si queremos apostar por el progreso de nuestra sociedad, debemos cuidar a nuestra gente y valorarla como se merece».

Mojica concluyó su discurso reconociendo la aportación de sus equipos de trabajo, «porque la labor individual solo puede llegar a buen término si se cuenta con personas competentes que se comprometen con un proyecto».

Además de los ya citados Hermenegildo García y Francisco Martínez Mojica, el elenco de premiados lo completa Albert Marcet Torrens, Economía; Elías Campo, Investigación Médica; Miguel Bastos, Medio Ambiente y Alberto Gutiérrez, Emprendedor.

Ximo Puig inició su alocución también recordando a Rita Barberá de la que afirmó «dedicó su vida  al servicio público». Agradeció la presencia de los Reyes en la ceremonia y coincidió con Ribó al afirmar que «sin ciencia no hay nada. Nos empobrecemos espiritualmente y económicamente. De vuestro éxito -dijo dirigiéndose a los premiados- depende que un país pueda ser una sociedad avanzada«. Dicho lo cual recordó que los países más avanzados son los que más invierten en ciencia e investigación y son también los que disfrutan de sociedades más cohesionadas.

«Aquí -dijo- la crisis económica ha constatado que no hay atajos para la prosperidad», para reclamar la vuelta de los científicos que han tenido que expatriarse al carecer en su país de oportunidades. «Hay que focalizar nuestras inversiones en educación, investigación e innovación. Debemos sustituir el cortoplacismo por políticas de largo recorrido. Es imprescindible un acuerdo de Estado por la ciencia».

El presidente de la Generalitat propuso tres alianzas: una alianza por la ciencia, un pacto de toda la sociedad para que la ciencia tenga consideración de política de Estado, con un horizonte presupuestario más allá de una legislatura; una alianza ciencia y empresa, «para superar la incapacidad española de transformar la investigación en tejido económico y avances sociales» y, por último, una alianza intergeneracional, por un desarrollo sostenible.

Puig concluyó su intervención señalando que «ciencia y humanismo confluyen para configurar una sociedad avanzada, donde la convivencia, el respeto y la tolerancia unan a personas libres».