Empresa innovadora es la que fomenta la innovación en las personas que la forman

Empresa innovadora es la que fomenta la innovación en las personas que la forman

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De izda. a dcha., Francisco Corma, Vicente Woltés, Rafael Lostado, Raquel Gálvez, Ramón Rautenstrauch, Manuel Juliá y Victoria Gómez. (Imágenes: Tato Baeza)

Mesa de debate organizada por Florida Universitària y Economía 3, sobre Innovación y Educación

El centro formativo Florida Universitària y Economía 3 organizamos, a primeros de julio, una mesa de debate sobre el binomio Innovación y Educación como tema central, con la participación de un amplio abanico de expertos de la docencia, la empresa y los servicios profesionales. Victoria Gómez, directora de Florida Universitària; Rafael Lostado, docente y consultor de empresas; Francisco Corma, socio-director de la consultora QPT, especializada en implantación de sistema de calidad e innovación; Raquel Gálvez, cofundadora y directora de proyectos de la consultora Yademás, que participa activamente en los programas de ValenciaLAB; Manuel Juliá, director territorial en la Comunidad Valenciana de la tecnológica Cast Info y presidente de Avalnet, principal asociación empresarial en estos momentos en la Comunitat de empresas tecnológicas; Ramón Rautenstrauch, Google Partner y experto en soluciones de marketing digital; y Vicente Woltés, técnico consultor de NetterVibration, ingeniería alemana fabricante de bienes de equipo. 

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Empecemos por lo más elemental. ¿Qué es o cuándo es una empresa innovadora?

Victoria Gómez. Empresa innovadora es aquella que es capaz de adaptarse a los cambios y que está muy atenta a las nuevas oportunidades que aparecen con la evolución de su mercado, con el objetivo de mejorar la experiencia del cliente en el uso de sus productos y servicios.

Rafael Lostado. Una entidad innovadora es aquella que es capaz de captar todas las ideas que se generan dentro de la organización para ponerlas al servicio de los objetivos de la compañía. El impulso innovador siempre se gesta en el interior de la empresa, a pesar de que las ideas que desencadenan la innovación vengan de fuera, porque siempre hay en la empresa alguien que capta y asimila la innovación para la compañía.

Por tanto, una empresa innovadora es aquella a la que no se le escapa ninguna idea aportada por su gente, porque tiene un sistema de captación y filtrado de ideas que surgen de la organización para ser utilizadas en su mejora.

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Francisco Corma (QPT)

Francisco Corma. Empresa innovadora es un concepto muy utilizado y por ello está muy generalizado. Precisamente por eso es bueno que todos tengamos una definición común y compartida. En este caso, la idea es bastante obvia: empresa innovadora es aquella que genera innovaciones.

Podría darse el caso de una empresa que, por su sector de actividad o por la razón que fuera, desarrollase actividades punteras, de vanguardia, incluso de investigación y desarrollo (I+D), pero no generase innovaciones porque ese no fuera su cometido. En tal caso, no estaríamos hablando de empresa innovadora. Si nos acogemos a la definición, empresa innovadora es aquella que genera innovación.

Foco en las personas

Raquel Gálvez. A la hora de buscar una definición, creo que hay que poner el foco en las personas que forman la empresa. Una empresa innovadora es aquella que fomenta la actitud innovadora de las personas que la forman, se cuestiona la forma de hacer las cosas para hacerlas mejor y, sobre todo, aplica una escucha activa de lo que dicen los clientes, algo de lo que muchos hablan, pero que pocos lo llevan a la práctica.

Manuel Juliá. Una empresa innovadora es aquella en la que los directivos son capaces de incorporar perfiles de personas innovadoras, pero que sepan escuchar y atender a sus clientes, porque si la empresa no vende y no factura, no importa que sea innovadora o no: lo importante en una empresa es mantener su actividad y, lamentablemente, encontramos muchos casos de empresas innovadoras que han desaparecido y están desapareciendo por no saber cerrar el círculo virtuoso: innovación, desarrollo, venta, facturación y cobro.

Ramón Rautenstrauch. El principal factor diferencial en cualquier empresa son los recursos humanos; también en la empresa innovadora, que será efectivamente empresa innovadora si las personas que la forman están concienciadas y comprometidas con la búsqueda de nuevas forma de hacer las cosas. Y como comenta Manuel, es lamentable que existan empresas innovadoras que no sepan cerrar el círculo que conduce a facturar y cobrar la innovación.

Vicente Woltés. Ser el último en contestar tiene la ventaja o el inconveniente de que cuando te toca el turno de intervención casi todo está ya dicho. Lo que me parece más importante de todo lo que se ha dicho es la importancia de la actitud de escucha activa a lo que nos dice el mercado, nuestros clientes, y saber reaccionar con agilidad y rapidez a los cambios que se produzcan. Esto, probablemente, no es lo que define específicamente a una empresa innovadora, pero en un entorno tan competitivo como el actual, es básico para la supervivencia de cualquier empresa, sea innovadora o no lo sea.

Y otra cosa que creo que no se ha destacado suficiente es lo siguiente: innovación, ¿para qué? ¿Cuál es el objetivo de la innovación que desarrollamos o buscamos en la empresa? En mi opinión, la respuesta es clara: innovación para maximizar la satisfacción del cliente.

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Vicente Woltés (NetterVibration)

– ¿Cómo incorporar la innovación al acervo cultural de las compañías? ¿Con la ayuda de la formación? ¿Cuáles son las barreras que frenan el acceso de las empresas a la formación en innovación?

Vicente Woltés. Por una parte, existe un problema cultural en la Comunidad Valenciana, que es actuar siempre según el modelo ‘pensat y fet’; y además, implantar una sistemática en la innovación es algo complejo. Cualquier cambio en el seno de una empresa o de una organización es bastante difícil porque, a priori, todo el mundo piensa que su modelo es el mejor. Y ahí radica el problema porque la innovación, por definición, es cambio.

Para que la empresa vaya asimilando la cultura y el método innovador –en suma, se vaya concienciando-, pienso que lo adecuado es aplicar las fórmulas que han funcionado siempre: difundir el ejemplo de las pymes y micropymes que lo han hecho bien y han obtenido los resultados buscados.

Ramón Rautenstrauch. Uno de los principales impedimentos para consolidar la cultura de la innovación en el día a día de las compañías son los dueños y los herederos de estos, porque, muchas veces, estas personas son las que deberían tener una formación en innovación y no la tienen, con lo que, si ellos no entienden qué es la innovación y en qué les puede beneficiar –tanto a ellos como a la empresa–, es muy difícil que un empleado llegue a aplicar la innovación, cuando ve que el dueño de la compañía no piensa que la innovación sea algo importante para el presente y futuro de la misma.

Por lo tanto, la formación en innovación debería empezar por los directivos y los dueños de las empresas. Mostrarles cómo la innovación hará ganar dinero a la empresa a medio-largo plazo, será la forma de demostrarles que la innovación funciona como palanca de impulso del negocio y así todo serán facilidades para fomentarla dentro de la compañía.

Manuel Juliá. Desde luego, si somos capaces de convencer a las empresas de que en el medio plazo, la innovación es una estrategia segura de éxito económico, vamos por el buen camino. Pero necesitamos estímulos que generen respuestas en el corto plazo y ahí el miedo y la envidia pueden ser buenos dinamizadores de respuestas.

 Hay que mostrar casos reales de empresas que mediante la innovación han podido lograr sus objetivos y otras que no la han utilizado y han fracasado; ejemplos positivos y ejemplos negativos. Y en ese proceso divulgativo juegan un papel fundamental los dueños y propietarios de las empresas, pues como ya se ha dicho, si no son ellos quienes lideran la incorporación de la innovación, ningún trabajador va a ser capaz de hacerlo por su cuenta.

Raquel Gálvez. Incorporar la innovación al acervo cultural de las compañías es algo fundamental para su futuro, pero no es fácil, porque si lo fuera, habría muchas más empresas innovadoras de las que hay.

Asumir la innovación como un compromiso propio de cada persona y como parte estructural del modelo de empresa, a veces frena a la persona y a las organizaciones. Por ello, si queremos que la innovación se convierta en un elemento cotidiano de la actividad de la compañía, deberemos incorporar entre los mecanismos retributivos, recompensas específicas al esfuerzo innovador de las personas de la organización. 

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