Mujeres al Timón
Más que socios, buenos amigos
Antonio Ballester Sánchez y Tomás Vázquez Lepinette; Tomás Vázquez Lepinette y Antonio Ballester Sánchez –tanto monta, monta tanto–, como dice el titular, más que socios son buenos amigos desde hace años. Ellos y sus familias. Les bastaron dos años de convivencia, trabajando día a día en la misma empresa, para comprender que el proyecto que cada cual tenía en la cabeza, ganaría en potencia y futuro si lo hacían juntos. Así nació Tomarial en 2007. Ambos son valencianos y les separan nueve años de edad. Tomás tiene 48 y Antonio 57. Tomás es licenciado en Derecho por la Universitat de València (promoción del 85/90), premio extraordinario de Licenciatura y de Doctorado, y profesor titular de Derecho Mercantil. Antonio es licenciado en CC. Económicas por la Universitat de València y licenciado en Derecho por la Universidad Europea de Madrid, además de auditor y censor jurado de cuentas. La trayectoria profesional de ambos se inició en sendas grandes firmas de servicios profesionales.
[masinformacion post_ids=»58645,58680,58690,58716″]
Recién acabada la carrera, Antonio Ballester se incorporó a Arthur Andersen como auditor, especializándose en asesoramiento fiscal. Desde la oficina de Valencia vivió como propia la trayectoria de los ‘Arturos’: la separación de los consultores (Andersen Consulting), la segregación de la firma en dos (Arthur Andersen Auditores y Arthur Andersen Asesores Fiscales y Tributarios), la unión de esta última con Garrigues (Garrigues & Andersen), la debacle de Enron –”que ya viví desde fuera, pues a primeros de 2002 ya estaba en Russell Bedford”-, y la definitiva defunción de la marca Andersen, dejando tan solo Garrigues.
La trayectoria profesional de Tomás V. Lepinette, en este sentido es más tranquila. “Desde el principio tuve claro que quería dedicarme a la investigación y a la docencia, pero compatibilizándolo con el ejercicio profesional”. Tras obtener brillantemente el doctorado, desarrollar casi dos años de investigación en el Instituto Max-Planck de Múnich y obtener la plaza de profesor titular de Derecho Mercantil por la Universitat de València, “en 1999 me llamaron de la oficina de Cuatrecasas en Madrid, proponiéndome la incorporación en el área de Sectores Regulados. Era el momento en que Vodafone estaba planteándose la compra de Airtel, contrató los servicios de Cuatrecasas y yo había estudiado a fondo el sector de las telecomunicaciones”. El problema era que el trabajo estaba en Madrid, la familia en Valencia y no había AVE. “Llegué al hospital horas después del nacimiento de mi primer hijo y el segundo casi nace en la carretera cuando mi mujer y yo volvíamos de Madrid a Valencia. No era vida”.
Si en 2002 Antonio Ballester se incorporó a la oficina de Russell Bedford en Valencia, Tomás V. Lepinette lo hizo en 2004. “A medida que íbamos conociéndonos y hablando, nos dábamos cuenta de que ese no era nuestro proyecto. Lo que teníamos que hacer era construir nuestro propio despacho”. La decisión se adoptó en 2007.
