El conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, ha señalado que “la Generalitat ha votado en contra del objetivo de déficit propuesto por el Gobierno Central porque pone en riesgo los servicios públicos en la Comunitat Valenciana”.

Vicent Soler ha realizado estas declaraciones tras asistir por primera vez a la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) en Madrid. Según ha explicado el conseller, “el voto en contra de la Comunitat Valenciana se fundamenta en que el reparto de déficit entre el Estado y las comunidades autónomas, propuesto por el Ministerio de Hacienda en el pleno del CPFF, es tremendamente injusto”.

Soler saluda a Montoro

“El esfuerzo que se pide a las comunidades autónomas -que son las que prestan servicios básicos como la educación, la sanidad y los servicios sociales-, es exagerado en comparación con el que hace el Estado, que presta el servicios relacionado con la Seguridad Social”, ha explicado el Soler, que ha añadido que “el Estado tiene un margen elevado, mientras que a las comunidades autónomas se les exigen recortes y esfuerzos de reducción que ponen en peligro la prestación de los servicios básicos para los ciudadanos”.

“La propuesta de déficit del 0,3% para las autonomías realizada por el Gobierno Central para el próximo año es injusta, ya que para el Estado el déficit podría situarse en torno al 3%. Se trata claramente de una asimetría que perjudica a las autonomías y muestra una falta de sensibilidad del Gobierno Central”. La propuesta de déficit del Gobierno Central para las autonomías es del 0,3% para 2016, del 0,1% para 2017 y del 0% para 2018.

Un problema de ingresos

En su intervención en el pleno del CPFF dirigiéndose al ministro Montoro,  Soler también ha señalado que “la situación para la Comunitat Valenciana es límite y la única solución es cambiar el sistema de financiación, ya que el nuestro no es un problema de gastos, sino de ingresos”.

Asimismo, Soler ha recordado que “la Comunitat Valenciana supuestamente tenía que cumplir el objetivo de estabilidad porque presentó unos ingresos ficticios de 1.500 millones de euros en el Plan Económico Financiero (PEF), pero atendiendo a la realidad se trata de algo complementamente fuera de nuestro alcance de cumplir”.

Además, el conseller ha explicado que las “alegrías electorales” que está permitiéndose el Gobierno Central –en referencia a la rebaja fiscal- son un indicador de que el «Ministerio tiene margen de maniobra y por tanto, es injusto que sigan aplicando unos objetivos de déficit muy duros a las comunidades autónomas que no se aplican a ellos mismos”.