La transformación digital de la empresa empieza por las personas

La transformación digital de la empresa empieza por las personas

Amparo Camacho

Responsable de Diseño de Negocio en el Área de Innovación. Florida Universitaria

Independientemente del sector, del tamaño, o de la trayectoria de la empresa, todas ellas han de estar preparadas para sobrevivir en un entorno cambiante y donde la incertidumbre es una constante. 

Las herramientas y métodos de la gestión empresarial tradicional son eficaces para tomar decisiones cuando se dispone de suficientes datos y es posible predecir el comportamiento del entorno, pero ¿qué sucede cuando, fruto de la velocidad vertiginosa a la que suceden los cambios, todo puede ocurrir?

Si hay un contexto en el que prácticamente nada es predecible, es el digital. Y, nos guste o no, nos enfrentamos a un futuro digital, o al menos tan digital como analógico.

La tecnología e internet lo cambian todo y, por tanto, la forma de dirigir y gestionar empresas y de crear y lanzar nuevos productos y servicios tiene que ser diferente.

Las empresas de internet han tenido que aprender a operar de otro modo, utilizando metodologías ágiles de gestión de proyectos que les aporten la flexibilidad necesaria en el desarrollo de nuevos productos y servicios, prestando atención a las tendencias tecnológicas que impactan sobre su actividad, y creando equipos multidisciplinares en los que todo el mundo habla un lenguaje común y comparte conocimientos mínimos de desarrollo, diseño, comercialización y marketing digital.

Muchas empresas adquieren esta capacidad incorporando a la suya startups digitales jóvenes que llevan internet en su ADN.

Pero una pyme no puede hacer esto, por lo que ha de ir incorporando poco a poco las características que le permitan ser competitiva en el entorno digital. Es lo que se denomina Transformación Digital y, para ello, es clave contar con profesionales que sean capaces de desenvolverse en este entorno y puedan acompañar a la empresa en este proceso, incluso liderarlo. No en vano en un artículo de McKinsey, se afirmaba que “el gran reto de la transformación digital no son las herramientas sino las personas y los principios que las mueven”.

Este mismo artículo también apuntaba que, “para seguir siendo competitivas, las empresas no deben conformarse con experimentar con lo digital sino que han de abrazar una transformación digital completa”. Y es que la transformación digital no se resume en tener una página web, plataforma de ecommerce y perfiles en las redes sociales; se trata de incorporar las tecnologías a toda la cadena de valor de la empresa y redefinir su estrategia de interacción con consumidores y clientes que están constantemente conectados.

Pero esta transformación nunca puede ser efectiva de puertas afuera si no lo es de puertas adentro: tiene implicaciones en la forma en que se organiza la empresa, en los estilos de liderazgo, en los procesos y operaciones y, por supuesto, volviendo al artículo citado, en las capacidades, actitudes y motivaciones de las personas que la forman para poder hacer frente a los desafíos de la digitalización.

Según un reciente estudio de RocaSalvatella, el 43 % de los empleadores manifiestan problemas para encontrar trabajadores con los conocimientos y las competencias adecuadas, al mismo tiempo que más de 75 millones de jóvenes en el mundo están sin trabajo.

Hablamos de competencias que son muy difícil de adquirir a través de modelos de aprendizaje formal y tradicional, entre ellas:
• La interactividad y la colaboración virtual: cada vez existen más tareas que se han de realizar con herramientas de software que permiten la interacción virtual con personas de la misma empresa o externas, en cualquier parte del mundo,
• Adaptarse al ritmo del cambio tecnológico: es necesario estar en tendencia y conocer las herramientas necesarias en cada momento, estando al mismo tiempo abiertos a aprender y asimilar las nuevas que aparecerán, sin que ello suponga un problema en nuestra actividad ni resultados.
• Manejar adecuadamente la ingente cantidad de información que crece de forma exponencial cada día, lo que supone ser capaces de filtrar, priorizar y seleccionar utilizando los métodos y herramientas más adecuados para ello.
•  Gestión del tiempo en el entorno digital, imprescindible para garantizar flujos de trabajo adecuados teniendo en cuenta los retos que plantea la colaboración virtual.

La formación para la gestión empresarial no puede permanecer ajena a estos cambios y tendencias: debe formar a profesionales más competitivos, preparados para ser actores clave en la transformación digital de las empresas y los negocios:
– Diseñando y desarrollando nuevos productos y servicios para internet.
– Teniendo en cuenta el contexto digital y sus implicaciones en la gestión empresarial.
– Promoviendo iniciativas empresariales digitales.
– Introduciendo el medio digital como un canal clave de comunicación, comercialización y fidelización en cualquier tipo de empresa.
– Contribuyendo a la migración digital de empresas y sectores más tradicionales.

Florida Universitària se mantiene en constante atención, estudio e investigación de todas estas tendencias que es necesario incorporar y tener en cuenta a la hora de diseñar programas de formación y, por esta razón, ha incorporado a su Grado en Administración y Dirección de Empresas una especialización propia en Negocio Digital, dirigida a preparar a profesionales que quieran protagonizar la transformación digital de la empresa y los negocios y también de la sociedad.

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