Oporto es una ciudad de encanto, muy cercana a nosotros, atravesada por el Duero hasta su desembocadura, con sabor a mar –el Atlántico–, unas bodegas maravillosas, unos vinos reconocidos en todo el mundo y muchos rincones donde disfrutar del mejor bacalao que pueda comerse.

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Tal vez pocos sepan que el equivalente al primer Consejo Regulador de una denominación de origen en el mundo nació en Oporto en 1756, año en el que se crea la Compañía General de la Agricultura de las Viñas del Alto Duero.

Quienes han tenido la oportunidad de viajar con frecuencia a esta ciudad han podido disfrutar de su evolución. Hace muy pocos años se puso en marcha una experiencia fantástica, que dio lugar al primer hotel vinícola portugués 5*.

The Yeatman Hotel

Ubicado en Vila Nova de Gaia, en la misma orilla del Duero y en el corazón de todas las bodegas, The Yeatman está totalmente orientado al mundo del vino y la cadena Relaix&Chateaux no ha dudado en introducirlo en su colección de hoteles exclusivos. Además, se ha asociado con productores de diferentes regiones del país y ha introducido en sus instalaciones un maravilloso y completo spa, con los últimos tratamientos en vinoterapia.

Es realmente delicioso por su decoración, ambiente y por muchas otras cosas, pero lo que realmente lo hace fascinante son las vistas desde una inmensa terraza sobre la ciudad y el río. El lugar ideal para disfrutar de una cena o, simplemente, tomar una copa con el Duero y la panorámica de Oporto como telón de fondo.

A decir verdad, hay otras muchas cosas que sorprenderán al visitante, como una bodega para paladares exigentes, que disfrutan de las buenas catas y la mejor gastronomía local. Su vinacoteca alberga la mayor y más variada muestra de vinos portugueses del mundo.

Y gracias a los acuerdos con muchos productores del país, que participan activamente en todo tipo de actividades vinícolas con el hotel, cada habitación y cada suite han sido personalizadas por un socio diferente. No faltan las fotografías y objetos como testigos de la historia y el ambiente de cada bodega.

Las habitaciones dejan boquiabierto al visitante, cada una con su matiz, su decoración y su propio carácter ¿Puede imaginar una cama dentro de un enorme tonel? Pues eso lo tiene en The Yeatman.

El hotel también está provisto de salas privadas que recrean el ambiente de una bodega e invitan a dejarnos llevar a través de una experiencia culinaria o una degustación de vinos exclusiva y personalizada. Sencillamente inolvidable.

Si disfruta del placer del vino, no lo dude: una escapada a este hotel es un objetivo más que recomendable.

En la ribera próxima al hotel, muy cerca de sus instalaciones, podrá disfrutar catando las mejores y más antiguas bodegas de Oporto. Y para extender la velada, un sinfín de restaurantes, lugares de copas y terrazas se acumulan al otro lado de la orilla.

Y para finalizar, un pequeño secreto: a 100 metros de la Ribeira se encuentra un local regentado por un francés, Jean Philippe, que llegó a la ciudad hace 15 años proveniente de Burdeos, y como entusiasta de los oportos, creó esta “maison des porto” en pleno centro histórico.

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