Miércoles, 24 de Abril de 2024
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La historia de Pegaso, un sueño de Ricart

La historia de Pegaso, un sueño de Ricart


Ricart fue el responsable de que Enzo Ferrari se centrara en su nuevo Scudería y abandonara Alfa Romeo por las diferencias con él. El carácter impulsivo de Ferrari era opuesto al sentido del humor y don de gentes de Ricart, dos ingenieros de talento que no podían estar en una misma empresa.


Al final también terminó dejando Alfa Romeo y emprendió su propia empresa, Pegaso, la cual nació en 1951 y aguantó hasta 1957, fecha en la que dejó de hacer deportivos para destinarse a fabricar vehículos de transporte más económicos y prácticos. El proyecto de marca deportiva más prestigiosa de nuestra historia quedaba definitivamente enterrado.


Ricart tenía un indudable talento y su plan era situar a España en el mundo mediante un vehículo deportivo y elegante. Cuando Pegaso nace, a España le quedaba un año de cartillas de racionamiento de alimentos básicos, podríamos decir que en aquel tiempo era un visionario, un loco para 1950. El nacimiento de Pegaso se gesta en 1946, cuando Ricart terminó con su contrato con Alfa Romeo, regresando a nuestro país para dirigir el Centro de Estudios Técnicos de Automoción (CETA).


Poco tiempo después aceptó el encargo del Instituto Nacional de Industria (INI) para fundar ENASA, Empresa Nacional de Autocamiones, sobre lo que quedaba de la fábrica barcelonesa de la que fuera también prestigiosa Hispano-Suiza. ENASA debía cubrir las necesidades del régimen franquista, la cual era fabricar camiones, tractores y tecnología que podría aplicarse tanto a lo civil como a lo militar, además de esto Ricart tenía otro objetivo, diseñar un vehículo vanguardista.


Aunque España estaba en pleno embargo internacional, Ricart convenció al gobierno para maravillar al mundo mediante la automoción, una manera de demostrar que la política del régimen daba sus frutos. En su proyecto contrató a 24 ex compañeros suyos de su época en Alfa Romeo para fundar Pegaso y acometer el desarrollo del Z-101, un vehículo que nunca saldría del papel. El Z-102 sí que llegaría a realizarse y efectivamente deslumbro en su presentación en octubre de 1951 en el Salón Internacional del Automóvil de París, donde el deportivo español se llevó todas las miradas del público.


“En España somos pobres haciendo joyas para ricos” este fue el lema que deja bien a las claras la calidad del vehículo. El Z-102 fue el primero de los 86 que se realizaron en los 8 años que se mantuvo la gama deportiva de la marca. El símbolo mitológico de la marca lo explicaba el propio Ricart con sus diseños “¿Quién puede querer un caballo rampante (Ferrari) pudiendo tener uno que vuela?”



Pegaso, el coche más rápido del mundo


El 25 de septiembre de 1953 consiguió el record de velocidad en Bélgica, lo que hizo que durante unas semanas se pudo decir que era el coche más rápido del mundo al completar 1000 metros a una media de 243 km/h, al mes siguiente Jaguar lo mejoró con 263 km/h. Pegaso pese a la admiración no tuvo tiempo para competir lo que le hubiera gustado, a pesar de esto en 1954 tuvo su carrera más espectacular, la Panamericana, donde se cruzaba México de norte a sur, 3077 kilómetros. El Pegaso Z-102 que era propiedad del presidente de la República Dominicana, Rafael Trujillo, que era conducido por Joaquín Palacio, el cual se estrelló en la cuarta etapa cuando iba segundo por culpa de unos espectadores que invadieron la carretera en una curva.


Esta fue la última carrera internacional de un Pegaso. El automóvil que se adelantó a su sociedad duró tres años más. En 1957 Ricart celebraba su 60 cumpleaños y su jubilación, lo que propició que desapareciera el mejor deportivo español de la historia.


El gobierno tristemente se encargó de borrar todo lo que tuviese que ver con el proyecto, vendiendo cada pieza de la fábrica e incluso de todo aquello que tuviera que ver con aquel coche. Se procedió a borrar todas las huellas, moldes e incluso los archivos.


La “bendita locura” de Ricart sirve hoy para el entretenimiento de los amantes del motor en todo el mundo y para el disfrute de los dueños de los más de 30 deportivos Pegaso que todavía sobreviven. Pegaso fue un milagro que duró 8 años. ¿Qué hubiera sido de la marca de no haber desaparecido? La Fórmula 1 comenzó en 1950 y alguna firma señera como McLaren comenzó a competir en 1967.


Pegaso nunca ganó a un Ferrari en una carrera, pero se le consideró el deportivo de la época en España y Europa. Todo un ejercicio de un emprendedor como Ricart, una joya de 24 quilates que nació en un país que necesitaba comida no joyas. Esperemos que en el futuro alguien vuelva a resucitar a una marca que fue todo un ejercicio de ingeniería.

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