El gasto en pensiones bate récord en 2025: las claves de la cifra histórica

El sistema público de pensiones en España cerró 2025 con un nuevo máximo histórico de gasto. La Seguridad Social desembolsó 189.598 millones de euros para el pago de pensiones contributivas, lo que supone un incremento del 6,2% respecto al año anterior y consolida una tendencia de crecimiento sostenido que se repite ejercicio tras ejercicio. Esta cifra refleja tanto el aumento del número de pensionistas como la revalorización de las cuantías en un contexto marcado por la inflación y el envejecimiento de la población.

A lo largo del año se abonaron 10,4 millones de pensiones a 9,4 millones de personas. Solo en la nómina de diciembre se distribuyeron 13.750 millones de euros. En el conjunto de 2025, el grueso del gasto correspondió a las nóminas mensuales ordinarias, que alcanzaron los 162.985 millones, a los que se sumaron 26.413 millones de euros correspondientes a las pagas extraordinarias de junio y noviembre.

Si se amplía el foco y se incorporan las pensiones de clases pasivas, el gasto total en pensiones superó los 200.000 millones de euros en el ejercicio, una cifra que ilustra la dimensión económica y presupuestaria del sistema de protección social en España y su peso creciente en las cuentas públicas.

Evolución del gasto en pensiones y factores que explican el crecimiento

El incremento del gasto en pensiones responde a una combinación de factores estructurales y coyunturales. Por un lado, el número de pensionistas continúa aumentando como consecuencia del envejecimiento demográfico y de la jubilación de cohortes cada vez más amplias. Por otro, la actualización anual de las pensiones conforme al índice de precios ha elevado de forma significativa el importe medio de las prestaciones.

En comparación con 2024, cuando el gasto en pensiones contributivas fue de 178.500 millones de euros, el aumento registrado en 2025 confirma una senda de crecimiento que se mantiene incluso en escenarios de desaceleración económica. La ejecución presupuestaria también ha superado las previsiones incluidas en los últimos Presupuestos Generales del Estado aprobados, lo que obliga a revisar proyecciones y a reforzar la financiación del sistema.

Esta evolución consolida a las pensiones como la principal partida de gasto público en España, muy por delante de otras políticas sociales, y convierte su sostenibilidad en uno de los grandes debates económicos a medio y largo plazo.

Pensiones de jubilación, pensión media y diferencias por régimen

La mayor parte del gasto en pensiones se concentra en las prestaciones de jubilación, que absorben aproximadamente tres cuartas partes del total de la nómina mensual. En diciembre, el importe destinado a este tipo de pensiones superó los 10.000 millones de euros, reflejando tanto el elevado número de beneficiarios como el mayor importe medio de estas prestaciones frente a otras modalidades como viudedad, incapacidad permanente u orfandad.

La pensión media del sistema se situó en 1.317,7 euros mensuales, con un incremento interanual del 4,4 %. La pensión media de jubilación fue sensiblemente superior, alcanzando los 1.512,7 euros al mes para cerca de 6,6 millones de personas, que representan más de dos tercios del total de pensionistas.

Las diferencias entre regímenes siguen siendo significativas. En el régimen general, la pensión media de jubilación se situó en 1.670,9 euros mensuales, mientras que en el régimen de autónomos la cuantía media fue de 1.013,4 euros. En las nuevas altas de jubilación, la pensión media del sistema alcanzó los 1.594,1 euros, con importes más elevados en el régimen general.

Además, más de un millón de pensiones incorporaron el complemento para la reducción de la brecha de género, con un importe medio cercano a los 75 euros mensuales, una medida orientada a corregir desigualdades históricas en las carreras de cotización, especialmente entre mujeres.

Impacto presupuestario y sostenibilidad del sistema de pensiones

El récord de gasto en pensiones tiene un impacto directo en las cuentas públicas y en el equilibrio financiero de la Seguridad Social. Aunque los ingresos por cotizaciones sociales han crecido en paralelo al empleo y a los salarios, el aumento del gasto mantiene abierto el debate sobre la suficiencia de estos ingresos para cubrir de forma estable las obligaciones del sistema.

La financiación de las pensiones depende cada vez más de transferencias desde el Estado, lo que refuerza su carácter de política pública esencial, pero también plantea interrogantes sobre su sostenibilidad a largo plazo en un contexto de envejecimiento acelerado de la población y menor crecimiento de la población activa.

La revalorización automática de las pensiones conforme a la inflación, diseñada para proteger el poder adquisitivo de los pensionistas, añade un componente de rigidez al gasto que condiciona la política presupuestaria futura y limita el margen de maniobra en otros ámbitos.

Perspectivas para 2026 y los próximos años

De cara a 2026, las pensiones contributivas se revalorizarán en torno a un 2,7 %, lo que anticipa un nuevo incremento del gasto. A esta subida se suma la tendencia al alza del número de pensionistas y el aumento progresivo de la pensión media, factores que seguirán presionando las cuentas de la Seguridad Social.

España se enfrenta así al reto de compatibilizar la protección social de una población cada vez más envejecida con la sostenibilidad financiera del sistema.

El debate sobre el futuro de las pensiones se mantiene abierto y estará marcado por la evolución demográfica, el crecimiento del empleo, la productividad y las decisiones de política económica que se adopten en los próximos años.