¿Qué 7 acontecimientos han marcado la trayectoria económica de 2025?

2025 pasará a la hemeroteca como un «año bisagra» o de inflexión: el mercado y la vida cotidiana se han movido al ritmo de los titulares. La política arancelaria de Estados Unidos reordenó flujos comerciales y tensó márgenes empresariales; el oro batió récords y volvió a ser termómetro del miedo y la aversión al riesgo; un tablero geopolítico inestable elevó la prima de incertidumbre, encareció la logística y reescribió planes de inversión.

Al mismo tiempo, la inteligencia artificial dejó de ser promesa para convertirse en palanca de productividad –y también en euforia bursátil–, mientras que la península ibérica vivía un «gran apagón» eléctrico que expuso la fragilidad de las infraestructuras críticas. En paralelo, el rearme de la Unión Europea aceleró una nueva política industrial en defensa y la crisis de la vivienda se consolidó como una distorsión clave del mercado, alimentada por la falta de oferta, el coste del suelo y el desequilibrio entre inversión y regulación.

En Economía 3 hemos seguido cada uno de estos hitos a lo largo del año, con reportajes que han combinado datos, contexto y voces de empresas y entidades para entender cómo impactan en la competitividad, el empleo y el crecimiento de nuestro tejido productivo. Las siguientes líneas recogen esas claves: qué ha pasado, por qué importa y qué señales conviene vigilar de cara al más que próximo 2026. Porque, en tiempos de cambios acelerados, la mejor brújula sigue siendo una buena información.

Los aranceles de EE.UU.

Protagonistas: Gobierno de Estados Unidos.

¿Qué ocurrió? En abril, Washington dio el primer golpe: la Casa Blanca activó un arancel global del 10% y un esquema de «reciprocidad2 que permitía subir aún más a socios con grandes déficits frente a EE.UU. La Unión Europea no tardó en responder: preparó contramedidas de hasta 26.000 millones de euros para presionar una negociación. Tras semanas de idas y venidas, a finales de verano llegó el desenlace político: EE.UU. y la UE pactaron un marco que fija –para la gran mayoría de exportaciones europeas– un «tope» de 15%. Además, se abrió una lista de exenciones (aeronáutica, algunos químicos y genéricos farmacéuticos) y quedaron fuera del paraguas sectores como el acero y el aluminio, que siguen con gravámenes altos.

Situación actual: A finales de octubre de 2025, el comercio UE-EE.UU. funciona bajo ese marco del 15%. En España, algunos de los sectores más afectados son automoción, metalurgia y parte del agroalimentario como vino, aceite o conservas.

¿Por qué es importante? Porque marca el retorno de la política arancelaria como herramienta central de Estados Unidos y obliga a Europa –y, por ende, a España– a recalibrar cadenas de suministro y precios. El techo del 15% evita una guerra comercial abierta, pero añade costes e incertidumbre para empresas exportadoras y consumidores, y coloca a sectores clave en el centro del tablero.

Inestabilidad geopolítica

Protagonistas: Ucrania-Rusia, Israel–Gaza, Oriente Medio, Estados Unidos-China.

¿Qué ocurrió? En 2025, las empresas operan en un tablero movido por guerras y tensiones regionales, rutas marítimas vulnerables y una batalla comercial y tecnológica entre grandes potencias.

Situación actual: La economía europea y norteamericana está marcada por cuatro focos principales. La guerra en Ucrania mantiene la presión sobre la energía, los presupuestos públicos y la industria. En Oriente Medio y el mar Rojo, los episodios de tensión encarecen el petróleo y obligan a desviar rutas marítimas, elevando fletes y tiempos de entrega. La rivalidad EE.UU.-China añade aranceles y controles tecnológicos que complican cadenas de suministro de chips, baterías y vehículos eléctricos. Como telón de fondo, la inestabilidad en productores de materias primas eleva la volatilidad de minerales críticos, prolongando la incertidumbre y los costes para empresas y consumidores.

¿Por qué es importante? Estos conflictos han creado un entorno de alta incertidumbre geopolítica que frena inversiones, eleva costes logísticos y mantiene la inflación estructural más alta de lo habitual, tanto en Europa como en Estados Unidos. La economía global crece, pero lo hace con más baches y riesgos que hace unos años.

El rearme de la UE

Protagonistas: Unión Europea y Estados miembros.

¿Qué ocurrió? En el último año, la Unión Europea ha acelerado su rearme y su apuesta por reforzar la industria de defensa, algo que hasta hace poco era un tema casi tabú en Europa. La invasión rusa de Ucrania y la creciente tensión internacional han hecho que muchos países europeos aumenten de forma importante sus presupuestos militares y busquen depender menos de Estados Unidos para su seguridad. La Comisión Europea ha impulsado nuevas iniciativas para que los países miembros fabriquen más armamento dentro de Europa. Se han creado fondos comunes para apoyar a las empresas del sector y fomentar la cooperación industrial, con el objetivo de modernizar los ejércitos y garantizar que la UE pueda responder de forma rápida ante posibles amenazas.

Situación actual: Según el Consejo Europeo, en 2025, el gasto en defensa de los Estados miembros alcanzará los 381.000 M€. Además, las inversiones en defensa crecen a un ritmo excepcional: se calcula alrededor de los 130.000 M€.

¿Por qué es importante? Los números indican que una parte muy significativa del gasto se destina a invertir en la industria de armamento y tecnología militar, lo que refuerza la idea de que Europa no solo se prepara para posibles amenazas, sino que también busca activar su propio sector industrial de defensa.

El récord del oro

Protagonistas: Bolsa de valores, oro.

¿Qué ocurrió? En el último año, el oro ha subido con fuerza y ha batido varios récords históricos de precio. Incluso, por encima de los 4.379 dólares por onza en algunos momentos de 2025. ¿Por qué? Porque en tiempos de incertidumbre –guerras, tensiones políticas, tipos de interés a la baja y dudas sobre la economía mundial–, los inversores suelen buscar refugio en activos seguros, y el oro es el clásico por excelencia. Además, los bancos centrales, sobre todo los de China, India y otros países emergentes, han estado comprando más oro para diversificar sus reservas y depender menos del dólar. Todo eso ha creado una demanda constante y ha mantenido el precio alto incluso cuando otros mercados estaban inestables.

Situación actual: En el conjunto de 2025, el oro acumula una subida muy fuerte (+40%). Las previsiones a medio plazo siguen siendo positivas: se cree que podría acercarse a los 4.980 dólares por onza en los próximos 12 meses.

¿Por qué es importante? El oro se ha convertido otra vez en el símbolo de la seguridad financiera: cuando el mundo duda, el oro brilla.

La crisis de vivienda

Protagonistas: Sector inmobiliario.

¿Qué ocurrió? En el último año, la crisis de la vivienda en España se ha agudizado por una mezcla de oferta insuficiente, alquileres disparados y vivienda en propiedad más cara. El alquiler subió a doble dígito –en torno al 11%-14% interanual según portales como Idealista o Fotocasa– y ya supera claramente el esfuerzo recomendado del 30% de los ingresos para muchos hogares, en especial jóvenes. Al mismo tiempo, el precio de compra aceleró (hasta +12,2% interanual en el 1T de 2025, según el INE), mientras la oferta nueva llega con cuentagotas: se terminan menos viviendas y la actividad promotora avanza irregular, lo que mantiene la escasez. La única «pata» que ha aliviado un poco la situación es la financiación: el euríbor ha bajado respecto a 2024 en -0,29 puntos.

Situación actual: El precio medio de compra se ha situado en aproximadamente 2.517 €/m², lo que representa una subida interanual del 15,3%.

¿Por qué es importante? Retrasa la emancipación, la natalidad y la movilidad laboral. En lo económico, resta poder adquisitivo, aumenta la desigualdad y eleva la presión salarial.

La euforia de la Inteligencia Artificial

Protagonistas: Gobiernos y compañías tecnológicas.

¿Qué ocurrió? En 2025, hemos sido testigos de un acelerón extraordinario en el mundo de la inteligencia artificial (IA). Durante este año, tecnologías como los modelos de lenguaje, generación de imágenes, vídeo y múltiples «agentes inteligentes» han dado un salto cualitativo: ya no son meras curiosidades, sino herramientas que empresas de todo tipo están adoptando para transformar procesos, crear nuevos productos y competir en serio. Esto ha generado una oleada de inversión, una avalancha de proyectos de IA y una carrera frenética entre países y compañías por no quedarse fuera. A escala de la UE, tanto los programas Horizonte Europa como Europa Digital invertirán 1.000 millones de euros al año en IA.

Situación actual: Una de las protagonistas absolutas de esta fiebre ha sido Nvidia, que el 29 de octubre se convirtió en la primera empresa del mundo en alcanzar los 5 billones de dólares de capitalización bursátil.

¿Por qué es importante? La inteligencia artificial ha pasado de promesa a presencia masiva en 2025. La IA no es una moda pasajera, sino el motor de la siguiente gran ola tecnológica.

El gran apagón

Protagonistas: La red eléctrica española.

¿Qué ocurrió? El 28 de abril de 2025, a las 12:33 horas, se produjo un apagón masivo que dejó sin electricidad a gran parte de la península ibérica. El corte implicó la súbita pérdida de alrededor del 60% de la producción eléctrica española en apenas cinco segundos. ¿Las consecuencias? Se paralizaron trenes, metros, semáforos, redes de telefonía e internet, ascensores, hospitales, etc. La recuperación comenzó durante la tarde, aunque algunas zonas no recuperaron el suministro hasta bien entrada la madrugada del 29 de abril.

Situación actual: A día de hoy, la explicación completa aún no está cerrada: las hipótesis incluyen oscilaciones en la red, pérdida abrupta de generación y debilidad en la interconexión eléctrica europea.

¿Por qué es importante? El «gran apagón» evidenció la vulnerabilidad del sistema eléctrico y el enorme impacto que puede tener una interrupción repentina en un país totalmente dependiente de la energía. Este episodio se ha convertido en un símbolo de la fragilidad del sistema eléctrico moderno. También, en señal de que incluso en países desarrollados la infraestructura crítica puede verse expuesta a fallos masivos. España necesita reforzar sus infraestructuras críticas, mejorar la coordinación energética europea y preparar planes de emergencia para evitar otro apagón.