Cartonplast duplica su tamaño y amplía servicios a nuevos sectores industriales

Con más de una década al frente de Cartonplast Ibérica, José María Carrasco ha visto transformar por completo el papel de la compañía en la cadena logística europea. Economista de formación, lidera un modelo pionero en reutilización de embalajes industriales que hoy impulsa a más de 7.500 envasadoras en 26 países. Su visión cercana, centrada en las personas y en la innovación, ha acompañado un crecimiento que combina sostenibilidad, tecnología y eficiencia en un sector cada vez más exigente.

– Lleva más de una década vinculado a la empresa. ¿Cómo ha evolucionado Cartonplast en este tiempo?

En estos últimos diez años el crecimiento de Cartonplast Ibérica prácticamente se ha duplicado gracias, en parte, a la apertura de una nueva planta en La Garriga (Barcelona) y a la expansión de la planta de Portugal Poolplaca

No solo eso, también hemos incorporado nuevos productos y servicios, como intercaladores de latas, PET y palés plásticos, lo que nos permite incorporar nuevos sectores y clientes (no solo vidrio); así como nuevas tecnologías e innovaciones en los procesos de revisión e inspección de nuestros elementos de transporte reutilizables, a través de tecnologías de Xray y Visión Artificial desarrolladas en los últimos años.

Pero, por encima de todo, estoy muy orgulloso del equipo que hemos conseguido reunir y cohesionar, cada vez más profesional, internacional y con posibilidades de acompañar a Cartonplast en su desarrollo futuro.

– Cartonplast gestiona millones de intercaladores y palés reutilizables en toda Europa. ¿Cuál sería la foto actual de la compañía? ¿Sectores con los que trabajan, trabajadores, instalaciones, en qué mercados están presentes? ¿Qué empresas integran el grupo?

Somos una empresa multinacional con presencia en toda Europa, con más de 750 empleados ubicados en más de 21 centros de servicio de 11 países. En total gestionamos un pool de elementos de transporte (intercaladores, bandejas y palés) de más de 57 millones de unidades que utilizan Europa más de 7.500 envasadores de sectores de bebidas y alimentación tan diversos como cervezas, vinos, refrescos, o mermeladas, conservas o aceites.

En España y Portugal somos más de 140 profesionales y gestionamos un pool de 11 millones unidades, principalmente intercaladores plásticos, con el que prestamos en torno a 40 millones de servicios al año.

– ¿En manos de quién está el capital?

Cartonplast es una empresa multinacional 100% propiedad del fondo de inversión alemán Deutsche  Beteiligungs AG (DBAG), uno de los mayores fondos de inversión europeos, cotizado en la Bolsa de Frankfurt. Esto nos proporciona una capacidad de inversión y financiación muy potente para afrontar el crecimiento hacia nuevos proyectos en otros sectores como la lata o el PET u otros como puede ser la distribución de alimentos y bebidas.

Contribución a la sostenibilidad medioambiental

– Su modelo de ciclo cerrado es pionero en economía circular. ¿Qué ventajas ofrece frente a los embalajes de un solo uso?

El modelo de ciclo cerrado o, como lo denominamos en el sector, el modelo pool de embalajes industriales plásticos reutilizables ofrece múltiples ventajas frente a los de un solo uso o número de usos limitado, como el cartón o la madera. La principal, es su contribución a la sostenibilidad medioambiental de toda la cadena de suministro, que no solo se adapta a la legislación europea en materia de reutilización y reciclaje (PPWR), ayudando así a las empresas del sector a cumplir con sus compromisos en materia de ESG, sino que además es mucho más eficiente en emisiones, gestión de residuos y durabilidad.

Por ejemplo, está demostrado que, en el ciclo de vida completo del palé plástico en modelo pool se produce un 30% de menos emisiones de CO₂ equivalentes, un consumo de agua un 67% inferior y una mayor vida útil y ratio de reutilización (hasta 150 usos en el palé de plástico frente a los 7–14 usos de la madera). Eso sin contar con el ahorro de costes, que puede llegar a ser de hasta un 15%.

– Las industrias auxiliares son a menudo invisibles en la cadena de valor. ¿Se reconoce hoy mejor su contribución a la sostenibilidad del sector?

En la cadena de suministro todos los agentes son importantes y cada uno cumple su misión dentro del conjunto que funciona como un engranaje. Es cierto que Cartonplast ha estado muchos años trabajando como un ‘Hidden Champion’, prestando en silencio un servicio muy profesional al sector vidriero destinado a alimentación y bebidas. Nuestros partners, usuarios y clientes siempre han reconocido nuestra labor y compromiso continuo con la cadena logística.

Eso nos ha hecho darnos cuenta de que podemos prestar este servicio en otros sectores (latas, distribución y retail) y con otros productos (palés plásticos, Top Caps,…) con el mismo nivel de calidad, confianza y eficiencia, liberando a los usuarios de responsabilidades y carga de trabajo que les permita concentrar esfuerzos en su actividad principal: fabricar envases y rellenarlos de producto para un mercado cada vez más exigente.

Colaboración entre todas las partes

– ¿Qué papel juega la innovación tecnológica en la eficiencia y trazabilidad de sus procesos?

La tecnología es fundamental. En nuestro negocio la trazabilidad y el control de materiales son clave, lo que tratamos con tecnologías RFID e IoT, para lograr una reducción de pérdidas, mejoras operativas y gestión de almacén.

Al mismo tiempo, la innovación tecnológica es también esencial en los procesos internos de Cartonplast, como los de higienizado e inspección de elementos de transporte, para lo que utilizamos soluciones de visión artificial, IA y machine learning. Todo ello nos permite incrementar la calidad y eficiencia del sistema.

– ¿Cómo colaboran con sus clientes para impulsar prácticas más sostenibles en el transporte y envasado?

La base del modelo Pool es, precisamente, la colaboración entre todas las partes: fabricante de envases, envasadores, transportistas y Cartonplast. Sin esta colaboración el modelo no podría funcionar.

En este sentido la coordinación logística, la gestión de la información y el cuidado del material de transporte reutilizable son esenciales, para que podamos cumplir nuestra misión: estar en el lugar adecuado en el momento preciso.

España, un país altamente comprometido

– Cartonplast opera en 26 países. ¿Cuáles son los principales retos de gestionar un modelo tan internacional?

Diría que la coordinación operativa a la hora de ofrecer un servicio global. Por ejemplo, tenemos clientes que producen vidrio en Portugal pero exportan a toda Europa.

Aplicamos la logística inversa eficiente para lograr una previsión de demanda ajustada lo que, combinado con la flexibilidad que podemos aportar, nos permite estar donde y cuando se nos necesita (24h x 365 días).

– En términos regulatorios y de conciencia ambiental, ¿qué diferencias observa entre los mercados europeos?

La regulación en materia de envases es muy extensa en la UE y no dejan de publicarse normativas en relación a sostenibilidad y cuidado del medioambiente, tanto en el ámbito local como regional y europeo. Ejemplo de ello es la reciente publicación del Reglamento sobre Envases y Residuos de Envases de la Unión Europea (PPWR) el pasado mes de enero 2025, con fecha efectiva de entrada en vigor en agosto 2026.

Compromiso social

En este marco, España se puede considerar como un país altamente comprometido con esta regulación, con una transposición eficiente y útil de la normativa europea. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico está altamente comprometido para entender las necesidades de las empresas y su complejidad en el día a día.

Podemos estar orgullosos en este sentido de que nuestro país esté en el grupo de países, junto con Alemania y los nórdicos, que lidera la tendencia hacia la sostenibilidad en envases.

– Mirando al futuro, ¿cómo imagina la logística y el packaging sostenible dentro de diez años?

Imagino y deseo con todas mis fuerzas, que la cadena logística siga evolucionando hacia la reutilización y el reciclaje, no solo como vías de optimización económica (ahorro de costes), sino también como el camino hacia sostenibilidad (menos recursos) y al compromiso social.