Volvemos de nuevo a la Barraca del Tío Aranda, uno de los tres espacios con los que cuenta el Club Deportivo Empresarial Alcatí de Economía 3, para celebrar el tercer encuentro de empresarios reunidos con motivo del 50 Aniversario del IESE Valencia.
En este tercer encuentro hemos reunido a cuatro empresarios que lideran cuatro compañías familiares que tienen en común haber pasado por las aulas del IESE Valencia. Hablamos con Alfonso Zamorano, presidente de Grupo AZA; María Bertolín, directora general corporativa de Grupo Bertolín; Fidel García-Guzmán, presidente y consejero delegado de Guzman Global; y Carlos Prades, presidente de Grupo Torres. IESE Valencia está celebrando junto con Economía 3 sus cinco décadas de historia, formando a empresarios y directivos de la Comunitat Valenciana, organizando cuatro ciclos de entrevistas que se corresponderían con sus correspondientes casos de éxito. En concreto, se han organizado cuatro bloques: Emprendedores, que puedes consultarlo en este enlace; Mujeres Líderes, que ya zarparon a bordo del Topaz of Braye a principios de febrero; Empresas Familiares con las que hablamos en este artículo; y, por último, la Gran Empresa, con cuyos representantes contactaremos el próximo mes de marzo.
Los cuatro bloques tienen un hilo conductor común, todos los participantes se han formado en algún momento de su carrera profesional en IESE Valencia, como es el caso de nuestra socia directora, Elisa Valero, que ha cursado el Programa de Desarrollo Directivo (PDD).
Empresa y familia
En esta ocasión compartimos desayuno en la Barraca del Tío Aranda con Alfonso Zamorano, presidente de Grupo AZA; María Bertolín, directora general corporativa de Grupo Bertolín; Fidel García-Guzmán, presidente y consejero delegado de Guzman Global; y Carlos Prades, presidente de Grupo Torres.
Alfonso Zamorano, presidente de Grupo Aza y representante de la tercera generación, confiesa que ha trabajado en el seno de la empresa familiar desde siempre.
De las cuatro empresas que nos acompañan, Grupo Aza es la más longeva, con 111 años de historia y dirigida en estos momentos por la cuarta generación. Zamorano reconoce que sus hijos «están empujando el carro y a mí me gusta tanto la empresa que sigo al pie del cañón».
La actividad del grupo está ligada principalmente al transporte. «Contamos con tres empresas vinculadas a esta actividad: AZA Logistics, Palibex y Zaal Parcel. Siempre nos hemos enfocado hacia productos farmacéuticos y alimenticios de alto valor añadido con temperatura controlada, ya que si no buscas una diferenciación, con guardar la mercancía no es suficiente».
Grupo AZA tiene bajo su paraguas otras actividades como AZA Inmuebles que «es casi más importante que el transporte», Náutica AZA y Parking AZA.
Zamorano añade también que tienen participaciones en otras empresas más pequeñas. «No sabemos decir que no y nos metemos en todos los charcos» reconoce.
Finalmente, el grupo AZA da trabajo a 400 personas y cuentan con un caso en el IESE que se imparte en dos días.
María Bertolín, directora general corporativa de Grupo Bertolín representa la segunda generación de la compañía. Aunque la empresa la fundó su abuelo fueron su padre y sus dos tíos quienes sacaron la empresa adelante. Cuentan con dos actividades principales: la construcción en tres ámbitos -civil, residencial y logística- y con el apoyo de talleres propios porque «no nos gusta depender de un tercero». Su segunda iniciativa, tal y como revela María, está relacionada con el cemento y tienen actividad en Egipto, República Dominicana y cuentan también con proyectos en Brasil.
El Grupo Bertolín tiene medio siglo de vida. Explica María que les gusta «ser diferentes y apostamos desde hace diez años por crear un departamento para dar una gestión integral al cliente y estamos contentos con esta apuesta porque hay que diferenciarse y aportar valor ya que un sector maduro como el nuestro es difícil innovar».
Fidel García-Guzmán, presidente y consejero delegado de Guzman Global recuerda que la compañía la fundó su abuelo en 1939. «En aquella época hacía falta todo tipo de materiales, vinculados siempre para la industria valenciana. Hoy nos hemos centrado solo en minerales para la industria cerámica». García Guzmán lidera la tercera generación, cuenta con una planta en Castellón donde transforman los minerales y sus clientes son los fabricantes de fritas, esmaltes y colores. Este año Guzman Global cumple 85 años.
Carlos Prades, presidente de Grupo Torres, nos transmite que la denominación de la compañía viene de su madre, Transportes Remedios Torres. En 1905, año en que se fundó esta compañía centenaria, «sólo se dedicaban al transporte de madera tropical y de aquí dimos el salto al transporte del contenedor que representa el 100% de nuestra actividad actual».
El líder de Grupo Torres representa a la tercera generación de una empresa que cuenta con diferentes delegaciones en los puertos secos o núcleos ferroviarios «buscando establecer sinergias con el ferrocarril». El grupo da trabajo a 250 personas y cuenta con 220 vehículos.
¿Cómo alcanzan la cima las empresas familiares?
Elisa Valero pregunta a los cuatro representantes de la empresa familiar cómo han gestionado la compañía familiar para alcanzar el éxito, teniendo en cuenta que tres de ellas están en la tercera generación y «no se la han cargado» tal y como confiesan entre risas.
En esta línea, María Bertolín alude a «la motivación de perdurar en el tiempo para traspasarla de generación en generación». Aclara que no habla solo de una motivación económica, «ya que muchas veces se penaliza esa motivación en pro de la empresa». También considera importante «transmitir a la gente de la compañía sus valores porque nuestro ejemplo está presente todos los días».
Entre los contras, María incide en que «si no hay unión se puede romper la empresa». Por ello, considera como valores importantes «la convivencia, el respeto y la discusión sana». Subraya que los seis primos han convivido mucho y «ese roce es bueno pero no puedes dejar de mirar hacia adelante y siempre hay que buscar momentos de diálogos y puntos en común. La travesía hay que pasarla juntos», subraya.
Carlos Prades reconoce que él está motivado para liderar la compañía pero, matiza que «no es por dinero». Incide también en que la empresa, para avanzar necesita innovar «y nosotros aportamos las claves».
En este punto, Fidel García-Guzmán reconoce que el compromiso de la familia «es inigualable» y que la visión «es siempre a largo plazo». Puntualiza que en la gestión «no todos los miembros de la familia están dispuestos a seguir las mismas reglas, hay que lograr una profesionalización a todos los niveles y replicar las buenas prácticas, sólo uno puede liderar (y no tiene por qué ser una persona de la familia)». Reconoce que tampoco hay que tenerle miedo a cambiar de negocio. «Vender no es un fracaso, puede generar nuevas oportunidades». Aconseja también «dejar las emociones a un lado, aunque la empresa lleve tu apellido».
Alfonso Zamorano compara la iglesia cuyo futuro es eterno con la empresa familiar. «No hace nada para obtener dinero. Sólo miran a la eternidad. Yo me llevé esta filosofía a la empresa familiar». «Estás pensando en generaciones venideras que no conocerás», recalca.
El presidente de Grupo AZA califica también como «indispensable» la existencia de un consejo de familiar. Mientras que en el ámbito de la empresa «debe de haber un consejo de administración con independientes, personas que aportan al consejo». También considera imprescindible «la existencia de herramientas para regular la relación entre independientes».
Zamorano informa que por protocolo «no podemos ocupar ningún puesto en la empresa, sólo podemos estar en el consejo de administración. Mis empresas tienen sus directores y mis hijos responden ante el consejo de administración».
¿Y las claves del éxito?
¿Qué cinco claves os han llevado al éxito a vuestra compañía? incide Elisa Valero.
María Bertolín define de la siguiente forma las cinco claves que llevan al éxito a la compañía: «compartir una misión y unos valores, definir un plan estratégico y que todos lo compartan, tener claras las políticas de incorporación de los miembros de la familia a la empresa, definir los modos de “desenganche” de un miembro familiar de la empresa y tener una buena comunicación entre todos con el fin de mantener la unidad familiar».
Para Carlos Prades, las cinco claves del éxito que han llevado a Transportes Torres a ser centenaria se encuentran «la tradición, el orgullo, la confianza, la perseverancia y el compromiso que forma parte de nuestro ADN».
Por su parte, Fidel García-Guzmán centra sus cinco claves del éxito en «la visión a largo plazo, el compromiso de los familiares, la importancia de los vínculos con las personas que trabajan en la empresa familiar como una gran familia, el alineamiento de los intereses de la junta de socios y el consejo de administración y la verdadera responsabilidad social y preocupación por la sostenibilidad de la empresa familiar».
En opinión de Alfonso Zamorano, «el éxito de una empresa familiar depende de una combinación de factores que van desde la gestión efectiva hasta la preservación de los valores familiares». Con lo cual, entre las cinco claves que él considera fundamentales se encuentran: una gestión profesional esencial; comunicación efectiva para garantizar que todos los miembros estén alineados en los objetivos y estrategias del negocio; planificación sucesoria con el fin de asegurar la continuidad y el éxito a largo plazo de una empresa familiar; valores familiares sólidos que pueden ser una fuente de fortaleza y cohesión; y por último, adaptabilidad y capacidad de innovación para seguir siendo competitivas.
Y llegó a sus vidas el método del caso del IESE
El método del caso, tal y como reconoce la socia directora de Economía 3 consigue que «tu estructura mental sea diferente«. Pero, ¿cómo ha ayudado a los representantes de la empresa familiar?
Alfonso Zamorano reconoce que «el IESE va más allá del método del caso. Te ayuda a detectar errores y a buscar soluciones». Como parte de la Universidad de Navarra, también reconoce la importancia de la ética y de la formación humana que aporta el IESE a sus alumnos. Aclara que cuando lleva a cabo la selección de un consejero, «este tiene que pensar éticamente como nosotros y contar con la misma línea de formación que yo he impartido en mi casa».
En consonancia con el presidente de Grupo AZA, María Bertolín apostilla que «se lo recomendaría a todo aquel que, por su puesto de trabajo, deba asumir la responsabilidad de la toma de decisiones. Es muy útil a la hora de estructurar la información, la interpretación de esos datos y el posterior análisis de las posibles consecuencias de la decisión tomada”. A su juicio, el IESE es una comunidad y «nos ha ayudado mucho a solucionar problemas del día a día. Por ello, se lo recomendaría a todo el mundo que trabaja en equipo. El método del caso me encantaba. Lo hice con mi hermana, somos opuestas y discutíamos los casos».
Carlos Prades se queda con «la diversidad de equipos y de personas que tienes la opción escuchar y que te permiten mejorar tu criterios». De hecho, para él es importante la comunidad y la interacción.
Fidel García-Guzmán reconoce que su padre, cuando acabó la carrera, le aconsejo que hiciera un posgrado en el IESE «y me cambió la vida», confiesa. «Cursé el MBA y me dio la posibilidad de conocer y de enfrentarme a 800 situaciones de negocio vividas, con lo que sales muy bien preparado».
Guzmán añade también que «el método del caso se puede aplicar en cualquier situación. De hecho, hay un caso para todo y si no es así lo escriben».