Tesla tiene previsto que su robot humanoide, Optimus, vea la luz en la próxima edición de la Conferencia Mundial de Inteligencia Artificial –WAIC por sus siglas en inglés-, que se celebrará del 6 al 8 de julio en la ciudad china de Shanghái. El objetivo de la firma es muy ambicioso: crear el primer androide comercial autónomo, bípedo y capaz de realizar de forma segura tareas repetitivas.
Multiple fully Tesla-made Bots now walking around & learning about the real world 🤖
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— Tesla Optimus (@Tesla_Optimus) May 16, 2023
Los ingenieros de la firma norteamericana llevan dos años trabajando en el proyecto, aunque fue presentado oficialmente al mundo el pasado octubre por el multimillonario y consejero delegado de Tesla, Elon Musk, quien afirmó que el robot, entre otras cosas, sería capaz de regar las plantas, transportar cajas y mover barras metálicas.
Son muchas las expectativas depositadas sobre este androide, del que el propio Musk aseguró hace unos meses que supondría una «transformación fundamental de la civilización tal y como la conocemos». Se estima que cuando salga a la venta tendrá un precio de venta al público inferior a los 20.000 dólares.
Un mercado lleno de competidores
Es mucha la expectación por ver las capacidades de Optimus, que se lanza de cabeza a un mercado repleto de competidores. Para el profesor investigador de la Universidad Europea (UE), Ximo Lizana, el androide de Tesla tendrá difícil poder superar el rendimiento de los sistemas generados por empresas como Boston Dynamics.
«El principal aspecto definitorio será la incorporación al mercado que logre en base a un precio de partida de 20.000 dólares, bastante asequible para lo que suelen costar estos robots. Podrá llegar a sustituir a un trabajador, ya que es un robot muy optimizado para tareas tediosas y repetitivas. Ya existen en la actualidad marcas de robótica pioneras que están realizando tareas muy delicadas; incluso hay robots sin función aparente… toda una batería de soluciones con muchas empresas trabajando», explica el profesor.
En este sentido, Tesla puede buscar posicionarse como una evolución depurada y asequible de los modelos de Boston Dynamics. Tampoco parece que el lugar escogido para la presentación de Optimus esté escogido al azar; la tecnología china ha sido la principal competidora de los desarrollos norteamericanos, y se les ha llegado incluso a acusar de copiar los modelos robóticos de la empresa estadounidense de ingeniería y robótica.
La WAIC será el escenario
Musk ha escogido la WAIC para presentar el diseño y habilidades avanzadas de su, todavía, prototipo. La conferencia mundial reunirá destacadas empresas tecnológicas y expertos en el campo en su sexta edición, que busca consolidarse como un punto de referencia en el ámbito de la inteligencia artificial (IA) a nivel mundial, en la que será su primera celebración tras el fin de la pandemia.
Según diversos medios locales, especializados en el sector tecnológico y económico, Tesla compartirá espacio con otras reconocidas compañías, como Microsoft, Amazon, Apple, Huawei y Alibaba, quienes también exhibirán sus avances en inteligencia artificial.
Se espera que más de 20 robots sean presentados durante el evento, entre los que se incluyen el robot bípedo Data, equipado con una gran capacidad de diálogo, y el Xiaobei 4.0 del Instituto de Tecnología de Shanghái.
La Conferencia Mundial de Inteligencia Artificial reunirá a más de 1.400 invitados, entre académicos, empresarios y representantes de organizaciones internacionales, entre los que destaca el Nobel de Química Michael Levitt.
Robots, de la industria al hogar
La robótica industrial ha sido una fuerza impulsora en la automatización de procesos productivos en fábricas y plantas de manufactura. Los robots industriales han sido utilizados durante décadas para realizar tareas repetitivas, peligrosas o que requerían de una alta precisión. Su uso tuvo como resultado el aumento la eficiencia y redujo los costes de producción.
La llegada de Optimus supone un paso más en la transición de la que hemos sido testigos en el campo de la robótica. Los avances en inteligencia artificial, visión por computadora y sensores han permitido el desarrollo de robots más sofisticados y accesibles para el público en general. Empresas como iRobot, creadora del popular robot aspirador Roomba, han llevado la robótica al ámbito del consumidor, cambiando nuestra forma de interactuar con la tecnología en nuestros hogares.
Estos robots están diseñados para simplificar y mejorar nuestras tareas diarias, ahorrando tiempo y esfuerzo. Por ejemplo, los robots aspiradores no solo limpian nuestras casas, sino que también son capaces de mapear los espacios y adaptarse a diferentes superficies y obstáculos.
Planteamientos éticos
El avance acelerado de la robótica y la inteligencia artificial plantea importantes interrogantes éticas que requieren una reflexión profunda. A medida que la tecnología se integra cada vez más en nuestras vidas, es crucial considerar las implicaciones éticas que conlleva su desarrollo y aplicación.
Uno de los temas más discutidos en relación con la robótica es el impacto en el empleo humano. Según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), hasta el 14% de los empleos en los países miembros están en alto riesgo de automatización.
Esto plantea desafíos éticos en términos de justicia social y desigualdad. A medida que los robots reemplazan a los trabajadores en diversas industrias, es crucial abordar cómo se redistribuirá el trabajo y cómo garantizar la protección de aquellos que se ven afectados por la automatización.
La inteligencia artificial y los algoritmos utilizados en la robótica pueden estar sujetos a sesgos inherentes. Los algoritmos aprenden a partir de datos históricos, y si estos datos contienen prejuicios o discriminación, existe el riesgo de que los sistemas robóticos reproduzcan y amplifiquen esas desigualdades. Esto puede llevar a decisiones discriminatorias en áreas como contratación, crédito o justicia. Es fundamental abordar este desafío ético y garantizar la transparencia y equidad en el desarrollo y uso de la inteligencia artificial.