Los altos precios de la energía obligan a empresas y particulares a buscar alternativas para reducir el impacto en sus bolsillos. En la actualidad, las energías renovables se postulan como la opción más asequible, además de la más respetuosa con el medioambiente. Una cuestión que no es baladí y que cada vez está más presente en la agenda de las principales potenciales mundiales.
Sin duda, alternativas las hay para todos los gustos. Pero, ¿y si además de ahorrar en la factura y contribuir a la reducción de la huella de carbono pudiéramos compartir la energía? Esta es la propuesta de Lumio, una comercializadora de energía que permite a sus clientes comprar y vender el excedente procedente de los paneles solares entre particulares.
Una idea basada en el ‘peer to peer’
Todo comenzó cuando Alexis Las Heras, CEO y cofundador de la compañía, se fue a estudiar un máster relacionado con las energías a Dinamarca. Cuando volvió decidió ayudar a sus padres a instalar paneles fotovoltaicos en su casa. Una historia común si no fuera porque durante esa instalación surgió una necesidad que no se habían planteado hasta ese momento. Los padres del cofundador se preguntaron por qué no podían compartir los excedentes de energía que producían sus placas domésticas con un negocio que tenían. Una idea que, como pudieron comprobar, no existía.
Así fue como hace aproximadamente un año y medio Lumio vio la luz. Los clientes que cuentan con placas solares en sus viviendas pueden regalar o vender al precio que deseen la energía sobrante a otros particulares que carecen de ellas. Estos acuerdos facilitan un consumo más asequible, «cada persona decide el precio de venta y compra con sus partners y así consumen de forma descentralizada«, según explica para este medio María de Santiago, CMO y cofundadora de la empresa.
¿Cómo funciona el intercambio de energía?
Informa De Santiago que, hasta el momento, la energía compartida «se está regalando«. Pero, que en febrero de 2022, Lumio lanzará su app donde se podrán monetizar estos intercambios de energía entre particulares. Esta define el servicio como «una plataforma donde las personas que tienen excedentes de energía pueden decidir con quien quieren compartir esa energía. Y, si no saben con quien, nosotros se lo encontramos. La energía se comparte a través de la red eléctrica«. Además, comenta que el precio de esta venta se acuerda entre las dos partes.
La tarifa Lumio, según afirma, tiene un coste de 0,015 euros/kWh. Mientras que la energía que se regala «no tiene coste de mercado«.
Compartir energía, una alternativa más económica
Las ventajas de este tipo de acceso a la energía son varias. En primer lugar, por supuesto, el ahorro económico. Más aún en un momento de coste energético disparado. Pero, también la apuesta por la sostenibilidad. De Santiago define el momento actual como el «perfecto«. «Instalar paneles solares en casa conlleva un gran ahorro. Autoconsumir sale mucho más barato que tirar de la red eléctrica tradicional. Las horas llanas y puntas están cubiertas también por la energía solar«, aclara.
Eso sí, hay que tener en cuenta que la amortización económica de las instalaciones de los paneles solares en una vivienda varía entre los ocho y los diez años, aproximadamente.
Por otro lado, la sostenibilidad es la gran apuesta de esta joven empresa que tiene como objetivo tener dados de alta a 350 clientes en el ‘peer to peer’ para diciembre. «Al final, cuanta más gente forme parte de este ‘peer to peer’, cuantos más productores seamos y más paneles solares haya instalados, se inyectará a la red una mayor cantidad de energía renovable«, sostiene la cofundadora. Y añade: «Entonces, conseguiremos que la energía que nos llega a nuestras casas sea más verde«.
El ojo puesto en la industria
Aunque hasta el momento la empresa solo ofrece su servicio a particulares «que quieren regalar su energía a familiares y amigos o aportarla a segundas residencias«, el futuro de Lumio se dirigirá en no mucho tiempo a industria y empresas. «Las empresas también pueden ser nuestros clientes. Estamos trabajando en futuros proyectos relacionados con esto», declara a Economía 3.
Para concluir, María de Santiago comenta que en el sector eléctrico «es necesario un cambio en el sistema y una energía renovable descentralizada donde las personas puedan decidir qué energía consumir. Y que no tenga que depender del sistema. Creo que el sector se tiene que adaptar a las necesidades del planeta«, dice.