Yolanda Bautista, Inside Logistics: "He aprendido que liderar es crear espacios donde los equipos puedan crecer"
Yolanda Bautista ha navegado durante más de tres décadas por las aguas, a veces turbulentas, de la logística. Desde In Side Logistics, y con una trayectoria que une empresa, docencia e investigación, defiende un modelo de liderazgo humano, flexible y profundamente comprometido con el talento

Yolanda Bautista, directora de Operaciones y Desarrollo de Negocio de In Side Logistics, empresa del Grupo Vasco
La logística y la cadena de suministro han estado presentes en la trayectoria profesional de Yolanda Bautista, directora de Operaciones y Desarrollo de Negocio de In Side Logistics, empresa del Grupo Vasco.
No en vano, cuenta con más de 30 años de experiencia, periodo en el que ha liderado prácticamente todas las áreas que forman parte de este mundo: planificación, compras, almacenes, distribución, atención al cliente… Ha ocupado puestos directivos en multinacionales como Hasbro o Zimmer-Biomet durante 25 años, gestionando equipos numerosos y proyectos de gran complejidad tanto en el ámbito nacional como internacional.
Hace unos años decidió emprender un proyecto de consultoría de la mano de In Side, DEAL, a través del cual desarrollaron más de 35 proyectos en tres años para empresas relevantes de la Comunidad Valenciana.
Yolanda define esta etapa como «muy intensa y enriquecedora» que le permitió ver las organizaciones desde otra perspectiva.
Nuestra Mujer al Timón también se ha atrevido con el mundo de la investigación en cuestiones como la mejora continua. Durante más de 15 años ha sido profesora en la Universitat Politècnica de València (UPV) y otras universidades en programas de grado y máster ya que «siempre he creído que uno de los grandes retos y oportunidades que tenemos es tender puentes reales entre el mundo empresarial y el académico». De hecho, en toda su trayectoria ha intentado precisamente eso: «conectar ambos entornos, convencida de que esa colaboración, tan natural en otros países, es una de las claves de su ventaja competitiva», explica.
– Te alzaste, junto con tu equipo, con el primer premio en la II Regata que organizó la Fundación Mujeres al Timón, el pasado mes de junio. ¿Qué ha supuesto para ti ganar este galardón?
Ha sido un privilegio. Ver al equipo tan ilusionado, todas enfocadas en dar lo mejor para ganar, generó una conexión muy especial. Fue el entorno perfecto para conocernos, reírnos y empezar a construir lazos que van más allá de lo profesional. Estoy convencida de que esto es solo el comienzo. Gracias a la organización por crear una iniciativa tan especial.
Ajustar las velas
– ¿Qué paralelismos puedes establecer entre la regata y tu trabajo diario?
Hay una frase que me encanta y resume muy bien el contexto: «No se puede cambiar la dirección del viento, pero sí ajustar las velas». En la regata, como en el trabajo, no siempre controlas las condiciones, pero sí cómo respondes. Para mí, liderar equipos y gestionar operaciones tiene mucho que ver con eso: saber leer el entorno, adaptarte rápido, y mantener el rumbo claro, incluso cuando el viento cambia. Además, en ambos casos, el éxito no depende de una sola persona, sino de cómo el equipo se coordina y trabaja con un objetivo claro.
– Como directora de Operaciones, ¿cuáles dirías que son los principales retos que afrontas cada día?
Cada día implica coordinar personas, procesos, plazos y expectativas… y conseguir que todo funcione sin que se note el esfuerzo que hay detrás.
Uno de los mayores retos es equilibrar eficiencia y flexibilidad: mantener los costes bajo control sin perder la capacidad de adaptarnos rápido a lo que el cliente necesita. También está el reto de liderar equipos diversos, motivar, escuchar y hacer que cada persona entienda que su trabajo tiene un impacto real en el resultado global.
Y, por supuesto, mantener la mirada estratégica sin perder de vista los detalles del día a día. Porque en operaciones, lo pequeño también cuenta, y muchas veces marca la diferencia.
Nuestra fortaleza: el equilibrio
– In Side Logistics trabaja en un sector clave y muy exigente. ¿Qué os diferencia dentro del mercado?
Nuestra principal fortaleza es el equilibrio: somos lo suficientemente grandes como para asumir grandes retos logísticos, pero lo bastante ágiles como para adaptarnos al detalle a lo que cada cliente necesita. No ofrecemos soluciones estándar, sino servicios hechos a medida, porque entendemos que cada empresa tiene su propia cadena de valor.
La flexibilidad está en nuestro ADN. Escuchamos, analizamos y proponemos desde un enfoque muy cercano, pero con modelos innovadores y una visión holística de toda la operación. Apostamos fuerte por la tecnología, no como un fin, sino como una herramienta para mejorar procesos, trazabilidad y toma de decisiones.
– En un entorno donde el tiempo y la precisión lo son todo. ¿Cómo gestionáis la presión en el área de Operaciones?
Vivimos en una sociedad donde todo es inmediato: lo queremos todo ya y perfecto. Esa exigencia, trasladada a la logística, convierte cada hora, a veces cada minuto, en un factor crítico. Gestionar esa presión requiere, sobre todo, anticiparse.
La clave está en tres pilares: una comunicación fluida y constante con el cliente, visibilidad total del proceso y tecnología que nos ayude a tomar decisiones en tiempo real. Cuando el cliente sabe en qué punto está su mercancía y tiene confianza en cómo gestionamos cada paso, la presión se transforma en colaboración.
Además, el equipo tiene que estar alineado y preparado. No se trata solo de reaccionar rápido, sino de trabajar con previsión, criterio y herramientas que permitan adaptarse sin perder calidad.
Saber leer el momento y las personas
– ¿Cómo defines tu estilo de liderazgo? ¿Ha cambiado con los años? ¿Cómo ha evolucionado, cómo lo has moldeado?
No creo en un estilo de liderazgo único ni fijo. A lo largo del tiempo he aprendido que liderar bien es saber leer el momento y las personas. Hay situaciones en las que toca centrarse en la tarea, ser más directiva, marcar el rumbo con firmeza… y otras en las que lo importante es parar, escuchar y acompañar al equipo desde lo humano.
Con los años, y sin duda con la madurez, mi estilo ha evolucionado. Antes quizá ponía más foco en los resultados, ahora valoro mucho más el camino: cómo se consiguen las cosas, cómo se siente el equipo y qué deja cada experiencia en las personas.
He aprendido que liderar no es tener todas las respuestas, sino generar espacios donde el equipo quiera y pueda crecer. Y para eso, hace falta adaptar el estilo, cuestionarse y seguir aprendiendo siempre.
– ¿Qué importancia das al desarrollo del talento y a la formación de los equipos?
Para mí, hoy en día no se puede entender una carrera profesional sin formación continua. Vivimos en un entorno que cambia a una velocidad enorme, donde todo está cada vez más especializado. Lo que sabías hace cinco años puede estar totalmente desfasado hoy.
Valoro mucho la formación de base, claro, pero lo que más me dice sobre una persona es su actitud hacia seguir aprendiendo. El talento no es solo lo que alguien sabe hacer ahora, sino su capacidad y voluntad de seguir creciendo.
– El sector logístico está en plena transformación. ¿Hacia dónde crees que evolucionará?
La logística ya no es solo mover productos, es gestionar información, anticiparse y generar valor añadido. Creo que el sector va hacia una logística más tecnológica, más conectada y, sobre todo, más inteligente. Herramientas como la analítica de datos, la automatización o la inteligencia artificial van a ser clave para tomar decisiones más rápidas y precisas.
También veremos una presión creciente por la sostenibilidad, tanto desde el punto de vista ambiental como económico. No se trata solo de ser eficientes, sino de ser responsables con el impacto que generamos.
En búsqueda de la excelencia
– ¿Qué consejo darías a una mujer que quiera crecer profesionalmente en el ámbito logístico?
No soy muy amiga de dar consejos, porque cada persona tiene que encontrar su propio camino… pero sí tengo que decir algo, sería lo que les he trasmitido a mis hijas: cree en ti y no te pongas límites que otros ya intentarán ponerte. Busca la excelencia y el éxito si lo necesitas, pero sobre todo aprende a superar los fracasos.
La logística puede parecer un mundo duro, muy técnico o masculino, pero precisamente por eso es tan necesario que haya más mujeres liderando desde otras miradas.
Y sobre todo, rodéate de gente que te empuje a crecer, que te inspire y te rete.
– ¿Qué opinión te merece la labor de la Fundación Mujeres al Timón y el impacto que tiene en el ecosistema empresarial?
Creo que la Fundación está haciendo una labor excepcional. No solo crea conexiones, visibiliza talento y construye redes reales entre mujeres líderes, sino que además orienta toda esa experiencia hacia un propósito: inspirar, transformar y dejar huella.
Hay muchas mujeres con talento y trayectoria, pero no siempre encuentran el espacio adecuado para compartirlo con sentido. La Fundación lo ha entendido muy bien y ha sabido canalizar ese potencial con un enfoque valiente, generoso y transformador.