El Gobierno someterá a consulta una opa de BBVA a Sabadell que empresas rechazan
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este lunes que el Ejecutivo abrirá, a partir del martes, una consulta pública sobre la opa del BBVA a Banco Sabadell a fin de recabar la opinión de organizaciones, ciudadanos y asociaciones. El Ejecutivo espera que la consulta sirva para «tomar esa decisión con todas las garantías», ha explicado Sánchez durante su intervención en las jornadas del Cercle d’Economia, donde ha subrayado que su objetivo es ayudar a las empresas a que crezcan en «volumen y competitividad».
El anuncio llega después de que pasado miércoles, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) aprobara, con compromisos, la posible compra del Banco Sabadell por el BBVA. Competencia daba el ‘ok’ de forma unánime tras una larga reunión, pero subordinaba la operación al cumplimiento de compromisos o condiciones. Sin embargo, la resolución no era firme hasta que el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, resolviese no elevar el tema al Consejo de Ministros.

También este lunes, cercano a cumplirse una semana del fallo de Competencia, el presidente del BBVA, Carlos Torres, expresaba su «máximo respeto» a la decisión de la CNMC de dar luz verde a la opa al Banco Sabadell con unas condiciones que en su opinión «preservan la competencia». Los compromisos que exige el regulador también «favorecen la inclusión social, la cohesión territorial y el crédito a pymes y autónomos», especialmente en Cataluña, ha afirmado Torres a los medios.
La opa, ¿un efecto indeseado?
Para la vicepresidenta de la Comisión Europea (CE) para la Transición Limpia, Justa y Competitiva, Teresa Ribera, la existencia de «uno o dos grandes gigantes nacionales» puede generar «un efecto indeseado» en los consumidores, al reducir sus «posibilidades» de elección.
«No se debe necesariamente pensar que porque haya uno o dos grandes gigantes nacionales usted está consiguiendo un mejor funcionamiento. A lo mejor genera un efecto indeseado en consumidores nacionales que ven cómo se reducen las posibilidades de optar entre quién presta el servicio», ha apuntado Ribera en un acto organizado por la Asociación de Periodistas Europeos de Cataluña. La vicepresidenta de la CE ha añadido que esta es una reflexión que «aplica a muchos sectores» y que es «un principio general» que sirve de guía al Ejecutivo comunitario.
El presidente de BBVA, sin embargo, ha asegurado que la eventual unión de ambas entidades es «un proyecto de crecimiento» para «crear un banco más fuerte y mejor preparado para el futuro». La absorción proporcionaría un «beneficio para todos», tanto en Cataluña, como en España y en Europa. Desde la entidad bilbaína aseguran que la operación de fusión es «especialmente importante en un momento tan crítico», en el que «Europa tiene que despertar».
La decisión se encuentra, por tanto, en manos de las autoridades españolas, en quienes Ribera ha mostrado su confianza plena.
Competencia «no refleja los riesgos»
También el presidente del Cercle d’Economia, Jaume Guardiola, se ha pronunciado el respecto de la operación. Guardiola mostraba el pasado viernes su preocupación por el dictamen de la CNMC sobre la opa del BBVA, al creer que no refleja de manera adecuada los riesgos que existen para la competencia tanto para las pymes como para las empresas medianas.
En declaraciones a TV3, Guardiola, que fue consejero delegado del Banco Sabadell entre 2007 y 2020, ha asegurado que las condiciones a la operación impuestas por la CNMC «no acaban de reflejar el riesgo» que existe en el ámbito de la competencia.
«Las empresas medianas utilizan como media casi cuatro bancos como proveedores financieros. Algunas se financian exclusivamente a través de los bancos. Así que la reducción puede tener un efecto sobre el crédito cuando las cosas vaya mal», ha dicho el presidente del influyente lobi económico y empresarial.
Las asociaciones empresariales rechazan la opa
Por el momento, la oferta del BBVA a los accionistas del Sabadell para absorber la entidad catalana ha provocado el rechazo de cerca de 70 asociaciones empresariales, sindicatos y cámaras de comercio. Una de ellas, la patronal catalana Foment del Treball, ha pedido hoy al Gobierno que paralice la posible compra, al considerar que supondría la pérdida de 70.000 millones de euros en crédito al tejido productivo español.
Sánchez ha constatado en su intervención en Barcelona que el regulador de la competencia ha detectado «algunos excesos de concentración en medios de pago, en depósitos, en créditos a particulares y en pequeñas y medianas empresas».
En consecuencia, ha dejado la operación sujeta al cumplimiento de ciertas condiciones durante los próximos tres años, que se pueden prorrogar hasta dos años más en el caso de los relativos al mantenimiento de las condiciones crediticias a las pymes.
Las opiniones expresadas por organizaciones, ciudadanos y asociaciones servirán para que el Ejecutivo tome su decisión «con todas la garantías», ha expresado Sánchez.
Patronales catalanas piden paralizar la opa
La oferta a los accionistas del Sabadell lanzada por el banco que preside Torres provocó desde el inicio el rechazo de sindicatos, patronales y cámaras de comercio. Durante el encuentro del lunes en Barcelona, tanto el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, como el de Pimec, Antoni Cañete, han valorado de manera positiva la consulta anunciada por el Gobierno.
«Apelando al interés general y territorial es posible que pueda paralizarse esta operación», ha afirmado Sánchez Llibre, que asegura que si la opa prospera se van a perder 70.000 millones en créditos a las pequeñas y medianas empresas. A juicio del presidente de Foment, «el Gobierno no va a tener más remedio, habiendo escuchado a todos los sectores afectados, que paralizar esta operación, que sería muy negativa y nociva para todas las pymes».
«Aún hay partido», ha augurado también el presidente de Pimec, Antoni Cañete, tras calificar como «muy positiva» la consulta pública que el Gobierno abrirá a partir de mañana. Cañete ha destacado que el informe de la CNMC sobre la operación revela que, si prospera la opa, en Cataluña y Baleares se produciría una situación de «no competencia», con lo que las pymes perderían su «oxígeno», que es la financiación. «Los efectos serán nefastos», ha dicho.
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