Jueves, 15 de Mayo de 2025
Pulsa ENTER para buscar
INFONIF Club Empresas Podcast Rankings Eventos Revistas
ESAT-MAYO

España, país de pymes: ¿estamos preparados para competir en Europa?

Publicado a 21/04/2025 18:21 | Actualizado a 25/04/2025 12:44

La empresa española continúa siendo de las más pequeñas de Europa. En el corazón de la economía española laten las pymes, compañías que representan más del 99% del tejido empresarial y generan casi el 70% del empleo.

Sin embargo, frente a sus homólogas europeas, las pequeñas y medianas empresas españolas arrastran una brecha significativa en tamaño, productividad y acceso a mercados internacionales. Mientras en la Unión Europea (UE) las pymes medianas (50-249 empleados) tienen un peso mayor en el PIB, en nuestro país predominan las microempresas (menos de 10 trabajadores), lo que limita su capacidad para competir en un escenario globalizado. ¿Están las pymes españolas preparadas para escalar en Europa? Analizamos un sector que es, a la vez, fortaleza y punto débil de nuestra economía.

España, país de pymes: ¿estamos preparados para competir en Europa?

Competitividad en las pymes españolas

El informe Crecimiento empresarial elaborado por la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), señala que las españolas son un 23% menores que las europeas. Además, España es el tercer país de la UE con un tejido empresarial más atomizado, el 99,25% de las empresas son pequeñas. Pero, esto no es todo. No solo se trata de una cuestión de tamaño, sino de competitividad. Las microempresas españolas son las segundas menos productivas entre los países europeos, solo por delante de Portugal. De esta manera, su menor productividad agrava el problema de su reducido tamaño.

Cuando abordamos la cuestión de la competitividad, en primer lugar, debemos tener en cuenta la capacidad para contar con menores costes y, en segundo, la capacidad para diferenciar los productos y servicios ofertados gracias a la innovación, calidad o capacidad para proporcionarlos de forma más rápida y eficiente. Fuentes de Cepyme en conversación con este medio hablan, incluso, de una situación de desventaja dentro del propio territorio nacional: «El escenario actual están aumentando los costes de las pymes en un porcentaje mayor que en el caso de las grandes empresas».

¿El motivo? Explican que las grandes empresas sí se benefician de las economías de escala y esto permite que los nuevos costes tengan un impacto menor en cada unidad o servicio producido, al tiempo que disponen de departamentos especializados que contribuyen a la consecución de procesos más eficientes. De forma que «la actual situación de hiperregulación, a la sombra de la complejidad de las nuevas normas y de la fractura de la unidad de mercado, lastra la competitividad de la pyme española incluso dentro del mercado nacional».

Los obstáculos de las pymes españolas

Cabe destacar que la situación no es la misma para todos los sectores. Los más expuestos son aquellos vinculados con bienes que se pueden comerciar a nivel internacional, lo que exige que la atención se centre en ámbitos como el agrario o el industrial. En el caso de la industria, exponen desde Cepyme, la «gran» clave se encuentra en el análisis de la competitividad frente a «los nuevos países industrializados de Asia, debido a su sólida y creciente cuota de mercado que contrasta con la situación de debilidad de la actividad manufacturera europea». Dado su menor tamaño medio, las microempresas españolas exportan la mitad que las europeas y solo un tercio de lo que lo hacen, por ejemplo, las irlandesas.

Si tuviéramos que resumir –tarea compleja– los principales obstáculos no podríamos dejar de mencionar la capacidad limitada para acceder a los beneficios de las economías de escala, mayores dificultades para financiarse (menos volumen y peores condiciones), menor capacidad exportadora, mayores problemas para captar y fidelizar trabajadores y menores posibilidades de desarrollar proyectos de I+D+i.

Eso sí, no todo está perdido. Nuestras empresas también cuentan con puntos fuertes que explican su capacidad para competir y sobrevivir. Desde Cepyme mencionan a este medio, entre otros, la especialización, la cercanía al cliente y su capacidad para entender y adelantarse a los cambios que se producen en los territorios donde se encuentran ubicadas. A ello suman «la mayor flexibilidad de sus estructuras y la capacidad de tomar decisiones más rápidamente, gracias a una dirección más próxima a la actividad del día a día».

Cómo la burocracia lastra la competitividad española

La cuestión normativa es especialmente ardua para nuestro tejido empresarial. Según el estudio, la mayor complejidad del sistema tributario español frente al europeo impacta en mayor medida en las pymes al tener menores recursos y estructura. Además, nuestro sistema es el cuarto por la cola entre 32 países europeos, atendiendo a los criterios de neutralidad y competitividad. Y es aún peor en la tributación empresarial.

La sobrerregulación supone una barrera al crecimiento: solo en el año 2022 se aprobaron 849 normas estatales, 340 autonómicas y 2.249 comunitarias. «Esta situación fragmenta el mercado nacional y alimenta la incertidumbre cuando se trata de tomar decisiones con una perspectiva de medio y largo plazo», añaden desde la patronal.

En paralelo, los obstáculos normativos también se encuentran presentes en el ámbito tributario, contable y laboral, con el establecimiento de umbrales a partir de los cuales se disparan las obligaciones empresariales.

A ello, se suman otras cuestiones tales como la menor competitividad fiscal, las elevadas cotizaciones sociales o las dificultades para obtener permisos que se traducen en «un freno a la inversión y transformación de las empresas». Los procesos de tramitación resultan excesivamente largos y complejos denuncian los empresarios. Un dato: la pyme española es tres veces menos rentable que una belga y la mitad que una austriaca.

¿Qué ocurre con el empleo?

Los problemas de disponibilidad de mano de obra representan un obstáculo cada vez más importante. Según datos del Banco de España, en el primer trimestre de este año, el 45,8% de las empresas españolas consideran que el problema de vacantes afecta negativamente a su actividad. Una situación que se agrava en la agricultura, la hostelería y la construcción.

El absentismo, por su parte, se ha convertido en un «relevante coste oculto» que resta competitividad, pero que también «limita la capacidad de producción» si se combina con la falta de disponibilidad de mano de obra.

El estudio concluye que las ausencias laborales son más habituales en España que en la media europea y duplican, por ejemplo, las de Italia, y superan las de Portugal, Holanda y Alemania, entre otros países.

¿Imitar a Europa?

Se estima que igualar el tamaño medio de la empresa española con la europea permitiría aumentar el PIB un 5%, crear más de 1,2 millones de empleos y generar recursos tributarios para reducir el déficit fiscal en cerca del 2% del PIB sin aumentar la presión tributaria. No obstante, el hecho de imitar el modelo europeo ya resulta, de por sí, «erróneo», según las fuentes de Cepyme consultadas, ya que explican que en Europa coexisten distintas estrategias y situaciones que dan lugar a realidades «bien diferenciadas».

Por ejemplo, en Alemania, las empresas medianas son más numerosas y, en promedio, más grandes en comparación con las existentes en otros países. Esto les ha permitido contar con un importante número de empresas que, por su tamaño, se podían adaptar más fácilmente a los cambios en el entorno, pero que también disponían del músculo suficiente para exportar e invertir en I+D+i y que lo hacían bajo una cultura de largo plazo y especialización. Sin embargo, el encarecimiento de la energía y las tensiones geopolíticas están poniendo en riesgo un modelo que, hasta ahora, había explicado el éxito de la industria y la economía alemana.

«La realidad es acorde con la inexistencia de un modelo único en Europa, siendo más importante el hecho de plantear acciones adaptadas a las particularidades de la situación española», abogan.

Ganar competitividad

Entre otras medidas, proponen iniciar de forma inmediata un proceso de racionalización de la normativa vigente, «que no solo debe ir encaminado a reducir las cargas administrativas existentes», sino especialmente a ‘adelgazar’ el exceso de normas con el fin de generar un marco homogéneo, eficiente, comprensible y gestionable por parte de los ciudadanos y las empresas, especialmente las pymes.

Este ejercicio, insisten, debe partir de un análisis realista del coste-beneficio de las normas desde la perspectiva de los ciudadanos y empresas, primando el principio think small first. «Un hecho especialmente importante en España, donde las empresas pequeñas y las microempresas tienen un peso relevante», subrayan.

Insisten, además, en que «vivimos una situación de exceso normativo» que se ha visto acompañada de una mayor complejidad de las regulaciones, pero también de una calidad «decreciente». Ante esta situación, «debe ponerse freno a la aprobación de nuevas normas e iniciarse un periodo de reflexión respecto hacia dónde debe ir la regulación».

uhcCEU nuevo alumno grado
Fempa talento digital
Ecoembres recicla
Ecoembres recicla
puerto de Valencia
Generalitat Valenciana Campanya renda 2025
Generalitat Valenciana Campanya renda 2025
ESAT-MAYO
GVA DANA Aci Ara GENERAL
GVA DANA Aci Ara General

Artículos relacionados

Orbotix presenta el futuro de la defensa autónoma en Feindef 2025 Orbotix presenta el futuro de la defensa autónoma en Feindef 2025
Mutua Levante y Europ Assistance firman un acuerdo de distribución de seguros de viaje Mutua Levante y Europ Assistance firman un acuerdo de distribución de seguros de viaje

Deja tu respuesta