La empresa de cafeteras Bialetti, icono cultural italiano, adquirida por capital chino
Entre los amantes del café, especialmente entre los italianos, pocas marcas gozan de tanto reconocimiento como Bialetti, la empresa creadora de la icónica cafetera Moka, un auténtico símbolo de la cultura italiana. La compañía, inventora de este emblema del ‘Made in Italy’, pasará ahora a manos chinas, ya que la sociedad luxemburguesa Nuo Capital, presidida por el magnate chino Stephen Cheng, ha alcanzado un acuerdo para adquirir el 78,567% de sus acciones.
La operación llevada a cabo por Nuo Capital, vehículo de inversión controlado por los Pao Chengs, consta de dos contratos. El primero de ellos ha sido firmado con Bialetti Investimenti y Bialetti Holding para adquirir el 59,002 % del capital, por un importe de 47,3 millones de euros. El segundo acuerdo se ha establecido con Sculptor Ristretto Investment, y contempla la compra de un 19,565 % adicional, por un valor total de 5,7 millones de euros.

Una vez finalizada la operación, prevista para el próximo mes de junio, Nuo Capital lanzará una Oferta Pública de Adquisición (OPA) sobre la totalidad de las acciones de Bialetti que cotizan en la Bolsa de Milán, ofreciendo un precio mínimo de 0,467 euros por acción. Tras el cierre de la OPA, la compañía tiene la intención de excluir a Bialetti de la cotización en Euronext Milán.
Una marca referente en Italia y en el mundo
La Moka Express vio la luz en 1933, fruto del ingenio de Alfonso Bialetti. Con esta cafetera revolucionaria, cambió para siempre la manera de preparar café en los hogares italianos, convirtiéndolo en un ritual cotidiano que ha acompañado a generaciones desde entonces.
El impulso definitivo de la compañía llegó con Renato Bialetti, hijo del fundador, cuya visión empresarial y determinación llevaron a la empresa a consolidarse como uno de los grandes referentes del sector cafetero en Italia.

El ‘omino con i baffi’ (el hombre del bigote), el personaje que se convirtió en el emblema de la marca. Imagen: Bialetti.
Uno de los elementos clave en la consolidación del imaginario Bialetti fue el carismático ‘omino con i baffi’ (el hombre del bigote), una simpática caricatura creada por Paul Campani que apareció en las campañas publicitarias televisivas del célebre programa Carosello. Este personaje, que encarna el espíritu italiano de la marca, se convirtió rápidamente en su emblema. Hoy en día, sigue figurando en el logotipo del Gruppo Bialetti Industrie.
La competencia de las cafeteras de cápsulas
En 2006, la empresa apostó por la apertura de las Bialetti Store, tiendas monomarca para reforzar su vínculo directo con el consumidor. Al año siguiente, en 2007, Bialetti Industrie dio un paso más hacia su consolidación empresarial al comenzar a cotizar en el mercado de valores online de la Bolsa italiana.

Cafetera de Bialetti. Imagen: Bialetti.
En los últimos años, la empresa ha atravesado algún que otro bache debido a la competencia de las cafeteras de cápsulas. De hecho, ha intentado ampliar su catálogo: primero lo hizo con el lanzamiento de su cafetera espresso de cápsulas y, posteriormente, reinventó su icónica Moka con una versión compatible con placas de inducción. Además, ha desarrollado su propia gama de cafés molidos para maximizar la experiencia de uso de su cafetera clásica.
El interés de los empresarios chinos en Europa
El caso de Biatelli es un ejemplo más del creciente interés que los empresarios chinos vienen demostrando por las compañías europeas. Otros casos son el del fabricante de neumáticos Pirelli, uno de los más grandes del mundo, que también pasó a manos chinas; o el de la multinacional Midea, que adquirió el grupo de electrodomésticos Teka, una empresa con raíces alemanas pero con sede en Suiza.
Este tipo de adquisiciones refleja una estrategia por parte del capital chino, que busca expandirse en mercados como el europeo. Mientras la economía china continúa su trayectoria de crecimiento, con un aumento del 5% en el conjunto de 2024, la situación económica en Europa sigue mostrando signos de estancamiento. Esta diferencia crea un entorno propicio para que los inversores chinos encuentren oportunidades en compañías europeas debilitadas tras años de incertidumbre económica.
Además, las autoridades chinas han vuelto a fijar para 2025 un objetivo de crecimiento económico en torno al 5%, lo que subraya su apuesta por mantener una expansión sostenida. En este contexto, Europa se presenta como un terreno fértil para nuevas inversiones, tanto estratégicas como comerciales