Tras nueve meses de investigación, la Comisión Europea decidió este jueves imponer aranceles provisionales de hasta el 37,6% a las importaciones de coches eléctricos procedentes de China, con el objetivo compensar los perjuicios para los productores europeos causados por las subvenciones que recibe ese sector en el país asiático. La medida entra en vigor este viernes, 5 de julio.
En un comunicado, el ejecutivo europeo expuso que durante la investigación, iniciada el pasado mes de octubre, se ha concluido que la cadena de valor de los vehículos eléctricos de baterías en China se beneficia de subvenciones «injustas», que están causando «una amenaza de perjuicio económico» a los productores comunitarios.
En las últimas semanas se habían intensificado los contactos entre el gobierno chino y la Comisión Europea con el objetivo de alcanzar un acuerdo. De hecho, desde la Comisión Europea aseguran que los contactos continuarán a nivel técnico «con vistas a alcanzar una solución compatible con la Organización Mundial del Comercio, que aborde adecuadamente las preocupaciones planteadas por la Unión Europea».
Aranceles a los coches chinos de hasta el 37,6%
Los derechos individuales aplicables a los tres productores chinos incluidos en la pesquisa ascienden al 17,4% para BYD; el 19,9% para Geely, y el 37,6% para SAIC. Además, otros productores de vehículos eléctricos de China que cooperaron en la investigación pero no fueron incluidos en la muestra, están sujetos al derecho medio ponderado del 20,8%, mientras que el que se aplicará a otras empresas que no colaboraron será del 37,6%. Estas cifras se han corregido ligeramente a la baja en comparación con los aranceles anunciados el pasado 12 de junio.
Este mismo jueves, estas conclusiones se publicaron en el Diario Oficial de la Unión Europea y la medida se aplica a partir de este viernes, 5 de julio, por un periodo máximo de cuatro meses.
En este plazo se deberá tomar una decisión final sobre los derechos definitivos, mediante votación de los Estados miembros de la Unión Europea. Una vez adoptada, esta decisión haría que fueran definitivos durante un período de cinco años.
China quiere tumbar los aranceles
Desde que la Comisión anunciase la adopción de medidas proteccionistas, China ha redoblado sus amenazas de represalias. Tanto es así que, hace unas semanas, el Ministerio de Comercio de China lanzaba una investigación «antidumping» (competencia desleal) contra ciertas importaciones de carne de cerdo y derivados procedentes de la UE, algo que afecta especialmente a España, principal suministrador de China tanto a nivel comunitario como mundial.
La prensa oficial china también habla de un posible incremento de tasas a la importación de vehículos de gran cilindrada u otra investigación ‘antidumping’ a los lácteos europeos.
Este jueves, el mismo día en que la Comisión Europea anunció los aranceles provisionales a los coches chinos, Pekín aseguró que aboga por el «diálogo y las consultas» en estas fricciones comerciales con la Unión Europea.
El portavoz del Ministerio de Comercio de China, He Yadong, reiteró la «oposición» de su país a la investigación por competencia desleal contra los vehículos chinos llevada a cabo por Bruselas. «Con un período de cuatro meses hasta la decisión final, hay un sentido de urgencia compartido para avanzar en las negociaciones», señaló He, quien agregó que espera que ambas partes «avancen en la misma dirección, muestren su sinceridad, impulsen el proceso de consultas y lleguen lo antes posible a una solución mutuamente aceptable basada en los hechos y las normas».
¿Los aranceles a los coches chinos son la solución?
Algunos analistas consideran que los aranceles de la Unión Europea podrían provocar el efecto contrario al deseado e impulsar la apertura de fábricas en Europa por parte de las automotrices chinas. Esto se debe a que los vehículos de marcas extranjeras que se produzcan dentro de la UE no contarían como importados y, por lo tanto, no estarían sujetos a esas tasas.
Recientemente, la patronal europea de fabricantes de componentes de automoción, CLEPA, señaló que los aranceles a los vehículos eléctricos chinos pueden ser una «solución temporal, pero no resolverán el desafío de competitividad de Europa». «La industria automotriz europea necesita crecimiento para fomentar la innovación requerida para las soluciones de movilidad del futuro», apuntaron desde la patronal.
Por su parte, el canciller alemán, Olaf Scholz, consideró que es «vital» que las empresas europeas cuenten con mejores opciones de financiación para crecer en Alemania y Europa, y no tengan que emigrar a EE.UU., por ejemplo, por falta de acceso al capital. «Para que Europa siga teniendo éxito, debemos seguir siendo abiertos, resilientes y económicamente fuertes», defendió Scholz.
Por eso, subrayó, junto con el presidente francés, Emmanuel Macron, su apuesta por hacer realidad por fin la Unión de Mercados de Capitales (UMC).
Los planes de las compañías chinas en el Viejo Continente
En medio de esta discusión entre China y la UE por los aranceles a los coches eléctricos chinos, la empresa automotriz china Changan mostró la semana pasada sus intenciones de establecer una filial en Europa a finales de 2024 para evaluar la posibilidad de abrir una fábrica en el continente. Changan pretende vender aproximadamente 300.000 vehículos en Europa para el año 2030 y tiene previsto lanzar en Europa un total de seis modelos hasta 2027.
Changan es una de las muchas empresas chinas del sector automotriz que han expresado sus planes para abrir fábricas en el Viejo Continente, puesto que ya lo han hecho otras compañías como SAIC, BYD o Chery.