Jueves, 25 de Abril de 2024
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Pisos turísticos, ¿oportunidad o amenaza?: el sector dice sentirse demonizado

Pisos turísticos, ¿oportunidad o amenaza?: el sector dice sentirse demonizado

Pese al abrupto parón que supuso la irrupción de la pandemia de Covid-19, el Turismo ha sabido recobrar su posición como locomotora económica de nuestro país. Según los datos de Exceltur de 2022, la aportación del sector para el PIB fue de 159.490 millones de euros en términos nominales, un 1,4% más que en 2019, y supuso un 61% del crecimiento con respecto a otro años.

El impacto económico del turismo en España es innegable, sin embargo también lo son las consecuencias que la cada vez mayor afluencia de turistas ejerce sobre nuestras ciudades. Una de las que más titulares suscita, y que ha protagonizado buena parte de la campaña electoral del 28M, es la proliferación de apartamentos turísticos.

Y es que los últimos años han supuesto un gran aumento del número de pisos turísticos en las principales ciudades europeas, fruto de la democratización del transporte y el turismo de masas. Tanto es así, que algunas capitales como Florencia se han propuesto evitar que el centro histórico de la ciudad se vacíe de residentes por culpa de los alojamientos turísticos, con un proyecto de ley que prohibirá el uso de más viviendas para alquileres breves.

Edificio de la Ciutat Vella de València junto a un solar donde el Ayuntamiento permitirá que se construya un complejo hotelero con apartamentos turísticos de más de 6.000 m2 justo enfrente de la iglesia de Sant Joan del Mercat.

Según el Ayuntamiento, hay más de 11.000 apartamentos turísticos en Florencia, 8.000 de ellos en el centro, donde los precios han subido un 72 % y han expulsado a la periferia a infinidad de residentes.

Un negocio muy atractivo

La operadora internacional de pisos turísticos GuestReady, una empresa Suiza que maneja más de 5.000 pisos en las principales urbes europeas, prevé que las viviendas turísticas en ciudades como València alcancen máximos este agosto con una ocupación del 94 %.

El español, afirma el country manager de la firma, Lorenzo Ritella, es uno de los mercados más atractivos debido a su rentabilidad y por ser el segundo país del mundo que más visitantes recibe cada año.

«Llevamos 7 años trabajando en el sector y somos líderes en Portugal con 1.400 viviendas, también tenemos otras 1.000 en Francia y estamos presentes en países como Escocia o Irlanda. Para desembarcar en España hemos seleccionado Madrid, Barcelona y València, debido a que cumplen con dos requisitos fundamentales: son ciudades que no tienen una alta estacionalidad y que el precio medio por noche sea atractivo», afirma el directivo.

El acuerdo, aseguran, es un win win tanto para ellos como para el cliente, que percibe el 85% de la tarifa que paga el cliente. Es precisamente esa, la alta rentabilidad, una de las claves del aumento significativo de pisos turísticos que han experimentado las ciudades españolas durante los últimos años.

Otras problemáticas, como las dificultades a las que se enfrentan en València los promotores a la hora de obtener licencias de construcción de hoteles, han facilitado la llegada masiva de este tipo de opción.

El sector se siente demonizado

Para empresas de gestión de pisos turísticos como GuestReady, la situación actual ha llevado a un clima en que el alquiler turístico está demonizado «porque lo hacen responsable de la subida del precio de alquiler». Sin embargo, ejemplifica, en ciudades como Barcelona no se han concedido licencias turísticas desde 2014, y el número de viviendas destinadas en la actualidad al turismo es del 1,3%.

«Hace casi 10 años que no se conceden más licencias turísticas y el Ayuntamiento de Barcelona ha sido muy agresivo con los alquileres turísticos ilegales, hasta el punto de penalizar a plataformas como Airbnb. ¿Cómo puede ser entonces que el precio de los alquileres se haya triplicado en la última década, si no hay más licencias turísticas?», se pregunta Ritella.

Y añade: «Trabajamos con agentes locales en cada uno de los países en los que operamos, generemos empleo y traemos beneficios a los propietarios. Devolvemos un poco de lo que se genera a la riqueza del país. Además, no trabajamos en áreas en las que hay un turismo estacional, porque queremos dar un trabajo continuado a la gente que colabora con nosotros».

Cambio de ciclo, ¿propicio para el sector?

Si bien en la capital española no se ha modificado el color político de la alcaldía, sí lo ha hecho en ciudades como Barcelona y València. En base a las diferencias de criterio entre el Gobierno central y los consistorios, podemos presuponer que la recientemente aprobada Ley de la Vivienda no tendrá un gran impacto sobre los alquileres turísticos. Sin embargo, la idea de la necesidad de una mayor regulación para este tipo de economía ha permeado, en mayor o menor medida, en todos los partidos.

En el caso de la ciudad de València, donde la ganadora de las elecciones y con toda probabilidad futura alcaldesa, la popular María José Catalá, ha afirmado en diversas entrevistas su apuesta por una mayor regulación de los apartamentos turísticos.

Sin embargo, desde el sector turístico no parecen preocupados con el cambio de ciclo político. Bien al contrario, Lorenzo Ritella se muestra esperanzado de que el cambio político favorezca el rápido crecimiento del sector y asegura que planean pasar de gestionar 60 a 300 inmuebles al cierre de 2023.

«Los nuevos alcaldes, sobre todo en Barcelona y València, son más favorables a este tipo de «sharing economy». Al final no somos una cadena hotelera donde el dinero se lo lleva un magnate, aquí se lo llevan los dueños del piso de una calle de València», afirma el manager.

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