Jueves, 25 de Abril de 2024
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Especuladores o motores económicos: ¿Qué piensa la sociedad de los empresarios?

Especuladores o motores económicos: ¿Qué piensa la sociedad de los empresarios?

Tras un momento irónicamente dorado en el que la temprana respuesta del tejido empresarial ayudó a capear los peores momentos de la pandemia, la imagen de los empresarios en la sociedad vuelve a estar en tela de juicio. Señalados desde algunos sectores de la clase política, las empresas tratan de incorporar en su quehacer cotidiano aquellos valores éticos que en la actualidad las dotan de legitimidad social.

Si los empresarios, afirma Agnés Noguera, vicepresidenta de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), son el motor económico, pero también social, ataques como los que han sufrido importantes firmas demuestran que «una parte de la sociedad piensan que está feo ganar dinero, que a saber cómo lo habremos ganado y que no se atiende a otras necesidades».

De izquierda a derecha: Agnés Noguera, vicepresidenta de AVE; Adela Cortina, directora de Fundación Etnor, y Antón Costas, presidente del CES.

¿En qué piensan los ciudadanos cuando escuchan la palabra empresario y qué opinión tienen de ellos? ¿Qué diferencia a un buen empresario de uno malo? ¿Se puede construir una sociedad más justa desde la empresa? A esa y otras preguntas han intentado responder la filósofa Adela Cortina, directora de Fundación Etnor, y Antón Costas, presidente del Consejo Económico y Social de España (CES); en una mesa redonda organizada con motivo de la VI Jornada Anual Paco Pons.

¿Cómo ve la sociedad a los empresarios?

Para la filósofa, la actividad económica y la ética están estrechamente relacionados. Cuando la empresa funciona éticamente y persiguiendo las metas que debe, asegura, es bueno para sí misma, pero también para la sociedad. Por tanto, una empresa que busca cumplir sus metas «se convierte en una empresa ciudadana».

«La figura del empresario en España ha estado bastante mal considerada. A diferencia de otras latitudes, en las que se cree que cuando alguien tiene éxito en los negocios es porque Dios está con él, en nuestro país existe una visión del empresario tradicionalmente bastante recelosa», ha explicado.

En el imaginario colectivo de la sociedad española se ha apreciado históricamente al místico, al guerrero y al pícaro, pero «jamás al empresario». Tampoco los empresarios se han tomado demasiado la molestia, afirma Cortina, de construir una buena narrativa.

Y apuntilla: «Hoy en día nos jugamos mucho en el espacio de las narrativas. El mundo de la empresa no se ha tomado suficientemente en serio el crear narraciones que deben ser verdaderas. Eso es muy importante porque, en los tiempos que corren, existen narrativas contrapuestas que, en caso de demostrarse falsas, acaban por generar un perjuicio que convierte en peor el remedio que la enfermedad».

Crear narrativas

Para luchar contra la animadversión que existe en nuestra sociedad contra los empresarios, la filósofa aboga por trabajar en establecer narrativas. Sólo así se podrá transmitir la realidad del sector y todos los tipos de riqueza material y social que «solamente los empresarios pueden crear».

Adela Cortina, directora de Fundación Etnor.

«En ese sentido creo que, en primer lugar, los empresarios deben ser capaces de contar el bien que están haciendo a la sociedad y todo aquello que dan a la ciudadanía y que sólo ellos pueden proporcionar. Todos estos puntos son ciertos, pero no suelen llegar a la gente. El buen empresario debe hacer llegar las buenas historias de lo que hacen», asegura Adela Cortina.

En un momento, ha continuado la directora de la Fundación Etnor su argumentación, en que no son los políticos ni los medios de comunicación quienes están liderando la sociedad, sino «fundamentalmente las empresas». Y eso, concluye, se debe a que «en un momento en que la sociedad reclama por encima de todo la seguridad, la empresa ha sabido infundir confianza a la gente».

Y ha sentenciado: «Las empresas están respondiendo y eso hay que contarlo».

Empresarios: ¿una imagen real?

¿Pero es realmente tan negativa la imagen que la sociedad española tiene de los empresarios? Para el presidente del CES, Antón Costas, la panorámica no es, en realidad, tan desalentadora.

Antón Costas, presidente del Consejo Económico y Social de España (CES).

«Basándome en los datos de Metroscopia, la sensación de hostigamiento excesiva hacia la clase empresarial no es real. No es cierto que haya una percepción en la ciudadanía contraria a la labor empresarial; de hecho, las encuestas afirman que el 72% de los españoles tiene una visión positiva del empresario. Eso sí, cree que el verdadero empresario es el que se plantea su empresa como un proyecto de vida a largo plazo y no se centra en negocios cortoplacistas», asegura Costas.

Y ha continuado explicando que «esta diferencia es importante, ya que los cuestionamientos vienen de ejemplos concretos que no cumplen esa condición, pero que, sin embargo, generan una sensación que incluye a todo el ámbito empresarial. Esta es mi primera observación».

Llegados a este punto el presidente ha lanzado una pregunta a la audiencia: ¿a qué llamamos empresa y a qué llamamos empresario?. Interrogante al que ha respondido que «en ocasiones hemos dicho que hay que distinguir entre directivos y hombres de negocios. No es lo mismo hablar de empresarios que de altos directivos, inversores y hombres de negocios».

Las buenas empresas

Para Costas, los proyectos empresariales que son admirados por la sociedad son aquellos «detrás de los cuales hay valores, cultura empresarial y una visión de la empresa como comunidad de personas que se han de cuidar mucho. Creo que estos elementos son importante. La cultura es algo que a los filósofos les es más familiar, pero no a los economistas».

«Yo creo que todos tenemos una percepción de lo que es bueno o malo, justo o injusto, ético o no ético. Por tanto, una sociedad justa es aquella que logra dar dignidad y hacer posible que todas las personas puedan llegar a ser aquello que tienen motivos para desear ser», ha asegurado el presidente del CES.

Para concluir: «Esa noción de progreso, de construir si se quiere un camino de emancipación personal, es un elemento esencial que se ha logrado en algunos momentos de nuestra historia».

El papel de los empresarios

Costas ha concluido citando al periodista británico Martin Wolf, chief economics commentator del Financial Times y autor de «La crisis del capitalismo democrático», para afirmar que el papel de la empresa en la construcción de una sociedad más justa consiste en crear nuevos empleos.

«Ese será la clave para resolver a los desafíos que nos vienen por delante. ¿Quién crea nuevos empleos? El Boletín Oficial del Estado no, lo crean las buenas empresas», ha explicado.

Y ha sentenciado: «Desde el mundo empresarial debemos pensar en cómo podemos nosotros contribuir a crear nuevos perfiles profesionales necesarios y mejorar a su vez la sociedad. Esa es la cuestión fundamental».

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