Para muchos de los jóvenes que finalizan sus estudios, vivir una experiencia en el extranjero es un paso importante antes de comenzar su carrera laboral. Para otros, que ya llevan unos años en su puesto de trabajo, la idea de viajar se convierte en un «ahora o nunca». En ese preciso instante, en que has tomado la decisión de lanzarte pero a la vez aparecen las dudas, es cuando GrowPro se convierte en tu mejor aliado.
GrowPro es una plataforma de experiencias educativas para gente que quiere vivir en el extranjero. Son una solución de continuidad entre el estudiante y el destino. El modelo no es nuevo, sin embargo, el valor diferencial de esta empresa estriba en ofrecer una experiencia completa, en facilitar los procesos complicados y en combatir uno de los peores enemigos del que emigra: la soledad.
Goiko Llobet se marchó a Australia hace una década con la intención romántica de emprender. Como fuese, pero emprender. Después de diversos intentos, desde importar paellas a comprar y vender motos, acabó dando con la fórmula del éxito: montar una oficina en destino y organizar eventos, quedadas, partnerships con empresas, alojamientos…en definitiva, ocuparse de todo lo que los viajeros pudieran necesitar.
Una paella y muchas ganas
-¿Cómo nace GrowPro?
Un día Pablo Gil (cofundador) y yo compramos una paella de un metro y, mientras Pablo cocinaba, yo me dedicaba a hacer de relaciones públicas y a hablar con todo el mundo. Al principio el 90% de los estudiantes que venían no eran de GrowPro, pero con el tiempo y el boca a boca, la gente empezó a valorar esas quedadas y lo que hacíamos por ellos. Comenzaron a confiar en nosotros y empezamos a crecer.
La empresa la empezamos con 600 euros y el mes pasado facturamos alrededor de dos millones de euros. En 2019 facturamos casi 8 millones de euros sin ningún tipo de financiación o inversores. Nada, era crecimiento puro.
El modelo de negocio es el siguiente: Tenemos acuerdos con escuelas de inglés, de turismo, de business…ellos me pagan una comisión por cada estudiante que les envío. Lo bueno es que yo al estudiante no le cobro nada, me paga la escuela, y a el le cuesta lo mismo si accede al destino solo o a través de nosotros.
Pero a través de nosotros es muchísimo más fácil, porque les damos un servicio completo: te recibimos en las oficinas, te hacemos todo el papeleo, organizamos eventos, te ayudamos con el trabajo y el alojamiento…
-Eso es importante porque, normalmente, cuando decides dar el paso de viajar al extranjero, lo primero que piensas es: ¿Y ahora qué?
Sientes la soledad más absoluta. ¡Soledad y miedos! ¿Voy a poder encontrar trabajo? ¿Me voy a aclarar con el inglés? Por eso nosotros queremos ser ese punto de apoyo de todos los estudiantes que viajan al destino.
Llega la pandemia
-Imagino que 2020 sería un año complicado para vosotros…
Para nosotros fue el apocalipsis. De un día para otro cerraron fronteras en Australia, Nueva Zelanda y restricciones por todas partes. Tuvimos que prescindir del 80% de la plantilla.
En ese momento estábamos en conversaciones para entrar en Lanzadera, que acabó por ser de las mejores cosas que nos han pasado. Ellos confiaron en nosotros, nos dieron el apoyo y, con ellos a nuestro lado, nos lanzamos a levantar una ronda de inversión. Yo estaba acostumbrado a generar caja, no a pedirla. Pero hicimos un plan para hacer nuevos destinos e invertir en tecnología.
Levantamos una ronda total de 1,5 millones de euros, donde lideraba Lanzadera. Conseguimos reunir mucha gente muy potente que ahora son mis advisors. Con la financiación y la idea de ser una gran empresa, invertimos en crear un software propio para, no sólo vender a todos nuestros clientes, sino para abrir una vertical de B2B. Muchas pequeñas empresas se «pinchan» a nuestro sistema, presupuestan con él y, cuando consiguen la reserva, GrowPro se ocupa de todo el proceso.
El crecimiento está siendo del 100% y eso lo que nos da es muchísima escalabilidad. Antes éramos muy rentables, porque teníamos márgenes muy altos, pero ahora tenemos agencias que venden con nuestro software. También hemos lanzado una app, que permite a los estudiantes tener a GrowPro en su bolsillo. Vamos por 5.000 descargas, de las cuales el 40% no son clientes, sino gente que nos recomienda.
Ahora o nunca
-¿Y cuál es el perfil de vuestros clientes?
Es como una campana de Gauss. El primer segmento son de 18 a 22 años. Después gente que acaba de terminar la carrera y quiere vivir una experiencia y mejorar el inglés antes de trabajar, ese grupo va de 24 a 27 años.
Por último tenemos un grupo de gente que en su día no tuvo la oportunidad de hacerlo y, pese a estar trabajando, decide dejarlo y lanzarse porque es «ahora o nunca».
Es más, conozco casos de gente que se ha pedido una excedencia en el trabajo y, después de vivir una experiencia en el extranjero con nosotros, nunca ha vuelto. Si me diesen un dólar por cada persona que se ha cogido una excedencia y después no ha vuelto a su anterior vida…no tendría que montar GrowPro.
-¿Y qué crees que le aporta a una persona vivir esa experiencia en el extranjero?
Les amplía la mente y salen de su zona de confort. Tú llegas a Australia y te toca buscarte la vida, empiezas a fregar platos, empiezas a conocer gente de todo el mundo…te abre el espectro de decir «hay vida más allá de mi entorno».
Yo creo firmemente en lo que hago. Tengo un amigo que se vino a Sidney, y lo hizo con la competencia, para que veas que te estoy siendo franco; cuando llegó se dio cuenta de que aquí toda la gente reciclaba y que, de donde él venía, la gestión de residuos era nefasta. Con esa visión volvió y montó una ONG para concienciar de la importancia de reciclar en su país.
Lo hizo porque lo aprendió fuera, porque llevó a su casa algo que se hacía fuera mucho mejor.
También hemos tenido casos de «bebés GrowPro», parejas que se han hecho en nuestras promociones y que ahora han sido padres… esas cosas son las que a mí me dan vida.
-¿Qué requisitos tiene que cumplir alguien que quiera participar de vuestras experiencias?
Por los destinos que ofertamos, Australia, Nueva Zelanda, Canadá…una de las cosas que necesitas es dinero. Son países caros y si necesitas un visado de estudiantes la realidad es que necesitas demostrar fondos. Son países que, con el tema de la inmigración, son muy restrictivos. Tienes que demostrar que no le vas a costar nada al Estado.
No todo el mundo puede vivir una experiencia GrowPro. La inversión inicial no es grandísima, pero no todo el mundo tiene el dinero para irse. Tienes que demostrar fondos, pero puedes hacerlo a través de familiares, por ejemplo. Luego, una vez allí, puedes mantenerte trabajando, que es a lo que van muchos estudiantes.
Tenemos muchos estudiantes que no tienen muchos recursos y están trabajando y teniendo una experiencia muy buena
Ampliar destinos
-¿Y no trabajáis con Estados Unidos?
Hace tres meses que abrimos en Estados Unidos el mercado de au pairs. Ya tenemos los primeros clientes, aunque el problema que estamos viendo en ese país es que es caro y no te permiten trabajar y estudiar a la vez. Nosotros creemos mucho en la parte del estudio y en trabajar para poder mantenerte.
De esa forma, pese a que la inversión inicial es fuerte, una vez llego allí soy autosuficiente y puedo vivir una experiencia increíble.
-Háblame de vuestros planes de futuro.
Hemos consolidado todos los destinos post-Covid. En Nueva Zelanda somos la agencia latina que más gente envía al país. Somos una empresa mucho más global, tecnológica y orientada a la parte del B2B, que esperamos que crezca casi un 200%.
En 2023 tenemos planificado levantar una segunda ronda de inversión, hacernos fuertes en Brasil y, posiblemente, abrir algún destino más. Pero para nosotros es muy importante no perder el foco, eso es algo que hemos aprendido a base de cometer errores.
Nuestras ventas tras el Covid están creciendo muy fuerte y vamos a triplicar la facturación del ejercicio anterior. Esperamos mover 5.000 estudiantes, consolidar los destinos, recuperar la rentabilidad…
Nosotros estamos ya en EBITDA positivo y queremos sentarnos a negociar buscando un compañero que nos aporte financiación. Trabajamos con la experiencia de 10 años, de los cuales 7 hemos tenido un EBITDA positivo. Queremos «growproizar» el planeta.