Emprender es tomar riesgos. Y en casa, desde pequeños, se nos dice que vayamos a lo seguro, a la hora de tomar caminos u opciones profesionales.

Vi un vídeo de Tik Tok de Antonio Banderas, que sabe lo que es arriesgar por haber vivido en EE.UU. gran parte de su vida, que indicaba que en el país norteamericano el 75% de los encuestados quiere iniciar un proyecto propio. Y no tener un jefe/a. Sin embargo, indicaba que una encuesta realizada en una CCAA de España el 75% deseaba trabajar como funcionario. Y así no se hace país. Tomar riesgos tiene como derivada equivocarse, algo que en culturas como la mediterránea estamos en estadíos más incipientes en desarrollar una cultura ‘startupera’, que sigue estando penalizada. ‘Mamá que quiero ser emprendedor/a…’ es como si dices que quieres ser astronauta e irte a Marte con Elon Musk.

Se dicen cosas como ‘es un/a un loco/a, no sabe lo que quiere… es un/a fracasado/a… cuando en realidad estamos ante alguien que tiene un motor dentro que le mueve a hacer cosas nuevas, de forma diferente, y que provee de experiencias diferenciales al consumidor. Ya lo dijo Aristóteles: «Solo hay una forma de evitar las críticas, no hagas nada, no digas nada, y no seas nadie». Esto está cambiando al iniciarse el desarrollo de una industria de emprendimiento que crece a un ritmo de más del 30% anual, de más de 2,8 billones de euros según datos publicados por el WEF. Debemos arriesgar para emprender, y también debemos prever el fallo y que este tenga el menor coste económico -así lo comentaba Yaiza Canosa, referente en emprendimiento con su startup GOI en el foro Club Ceo hace unas semanas, no idealizar el fallo, prever ese escenario y minimizarlo-.

«Las empresas innovadoras donde hay cofundadoras pioneras son más rentables, solventes y están en general menos apalancadas»

Hay más dinero que nunca para invertir… ¿En qué? En empresas rentables que hay escondidas, con muchos beneficios. Muchos indios y pocos vaqueros. Faltan emprendedores/as (aún faltan más en este segundo caso, las emprendedoras digitales, pues solo somos el 17% del total) y veo muchas empresas de servicios alrededor que quieren aprender e hincar el diente antes de que se hagan grandes y sea más compleja la aproximación. Las empresas innovadoras donde hay cofundadoras pioneras son más rentables, solventes y están en general menos apalancadas. Ya ha habido varios ‘exits’ sonados de mujeres emprendedoras. La última, Verónica Pascual, con ASCI. Y cada vez habrá más, pues el valor revertido por startups a la sociedad es de un 65% frente a un 40% de las de los fundadores masculinos.

La diversidad e inclusión crea valor. Se ha demostrado en 30 estudios en consejos diversos. También ocurre en pymes. En los consejos de fondos, donde la presencia de la mujer apenas alcanza el 10% -así lo comentaba Maite Ballester, un referente en inversión al haber liderado 3i en España- y más rentables, hay una amalgama de talentos diversos en todas las facetas pensables. Solo el 1,8% de los fondos los gestionan personas de color, o asiáticos, menos del 1% -así lo comentamos en una mesa de South Summit con preocupación-. Lo comentamos en el debate de diversidad y emprendimiento. Realmente nos encontramos con que hay un sesgo en la cara de la inversión que hay que revertir también. Si no, perderemos grandes ideas y proyectos por un sesgo inconsciente de no mimetizar con la audiencia que haga el ‘pitch’.

«En startups donde hay diversidad hay más valor y duración del emprendimiento en el tiempo»

Nosotras, en el estudio realizado en WStartupC con el Instituto de La Mujer, RedEs y CEU, también demostramos que en startups donde hay diversidad hay más valor y duración del emprendimiento en el tiempo.

Demos más visibilidad al talento emprendedor e intraemprededor innovador, como hacemos en el congreso internacional “V Inspiring Women Leaders in the Digital Era” que se celebra en el Auditorio de Repsol.

Es tiempo de emprender e intraemprender. Y de romper barreras mentales y de complejos. Fuera ataduras y prejuicios que nos frenan a poner en marcha acciones que nos salen de dentro y que están llamadas al éxito. Sólo un poco de ayuda y mentorización, programas de aceleración de las miles de aceleradoras que hay, programas de ayuntamientos y veréis cómo sale vapor como en una cazuela a 100º.

Se ha publicado recientemente un listado de mujeres referentes en el sistema emprendedor por el Alto comisionado, en la web del Gobierno de España. Un gesto muy positivo y un mensaje a la sociedad, a los inversores e inversoras y medios de comunicación, que a veces no encuentran esos referentes. Ahora no hay excusa. Estamos dibujando caminos de inspirar emprendimientos, intraemprendimientos, y todas debemos intentarlo al menos una vez en la vida. En mi libro ‘Emprendedoras, las líderes que cambian el mundo’ lo comento… Antes, para tener una vida plena, deberías haber plantado un árbol, escrito un libro, tenido un descendiente -quien pueda y quiera, se diría en estos tiempos- y emprender sería el llamado cuarto pilar. No dejar este mundo sin haberlo intentado y construir algo tuyo hondo y sentido.

Os invito en esta reflexión a ayudar y sumar en este camino para construir país y marca de nación emprendedora, donde las mujeres debemos estar desde el inicio, definiendo las plataformas y formando parte de esta sociedad digital.

Sobre Teresa Alarcos

Teresa Alarcos es consejera independiente y cofundadora y presidenta de W Startup Community. Además, es autora del libro ‘Emprendedoras. Las líderes que cambian el mundo en la era digital’.