negociación de crédito en una entidad financiera

Descubre en qué se fijan las entidades financieras antes de dar crédito a tu empresa

¿Qué aspectos valoran las entidades financieras antes de conceder cualquier tipo de financiación a un negocio o empresa? A lo largo de este informe que publicaremos en sucesivas entregas queremos darte algunas claves para poder solicitar financiación con las mayores garantías de éxito.

Antes de bucear en los ratios del balance y de la cuenta de resultados que exigen los bancos a la hora de conceder nueva financiación –además de los impuestos presentados para contrastar su veracidad–, queremos destacar cinco aspectos cruciales a tener en cuenta previamente.

Quién pide el préstamo

El titular de la operación es a menudo uno de los criterios principales a tener en cuenta, no es lo mismo si se trata de una pequeña o gran empresa, si la entidad financiera trabaja asiduamente con ella o no… En este sentido se valorará el historial de pagos de la compañía (teniendo en cuenta que hay bases de datos en las que aparecen los morosos); la cuenta de Pérdidas y Ganancias y los balances auditados o al menos presentados a Hacienda, así como la Memoria de actividades si la empresa está obligada a hacerla.

El endeudamiento total del titular con otros bancos registrado en el CIRBE es una fuente de información básica para cualquier entidad que vaya a estudiar una solicitud de financiación. En España, todas las entidades financieras tienen acceso a la Central de Información de Riesgos del Banco de España, una base de datos pública con prácticamente, todos los préstamos, créditos, avales, y riesgos en general que las entidades financieras tienen con sus clientes (por importe superior a 9.000 euros por entidad, con anterioridad 6.000 €).

Ello permite saber los riesgos directos de una empresa (préstamos, créditos, etc.) e indirectos (avales que otorga a terceros), y comprobar si su balance de situación es fiable o esconde deudas.

Importe y plazo del préstamo

Es clave determinar bien la financiación que se pide al banco, y si es posible, incrementar ese importe en un 10% o 20% por si hay imprevistos. Si nos quedamos cortos, aumentar el importe supone un nuevo proceso de negociación que sin duda resultará más complejo. No obstante, cabe afinar, pues cuanto más se pide, más riesgo corre el banco y más coste se repercute e incluso más improbable puede ser que se apruebe la operación.

En cuanto al plazo de amortización, intentar establecer algún tipo de carencia inicial resulta muy beneficioso, así como establecer un plazo que permita devolver el principal con holgura, que es lo más prudente en una situación de crisis sobrevenida como la actual.

Para qué es el préstamo

Según el objetivo a financiar el banco deduce el perfil de riesgo. Las entidades prefieren dar la financiación para una finalidad concreta, por ejemplo: una línea de crédito para financiar circulante (NOF) o un préstamo hipotecario para comprar una nave industrial. A veces esto lleva al error de pensar que cada partida del pasivo financia una partida concreta del activo, pero no es así: todo el pasivo financia todo el activo.

Es decir, la hipoteca de la nave se pagará con todos los fondos que genere la empresa, no con los fondos que genere solo la nave, por ello previamente es fundamental prever la capacidad de generación de fondos globales de la compañía.

Capacidad de repago y garantías

El banco evaluará tu capacidad de generar caja para devolver la deuda utilizando tus datos históricos, si la propia empresa los presenta, puede ganar credibilidad.

Lo propio es que la entidad pida garantías para cubrir posibles pérdidas en caso de impago por parte del prestatario, estas suelen ser diferentes en función del tipo de operación y de la solvencia del titular. Algunos ejemplos de estas garantías son:

– Dinerarias: el banco establece una reserva sobre un importe que no se podrá disponer, dichos importes podrán estar en inversiones que pueden ser realizadas (transformadas en cash) de forma inmediata.

– Prendarias: se establece como garantía un bien mueble o prenda (maquinaria, vehículos, etc.).

– Hipotecarias: la garantía en este caso pasa a ser un bien inmueble (nave industrial, terreno, vivienda, etc.).

– Especiales: suelen ser importes a recibir, como por ejemplo, fruto de certificaciones de obras, facturas, subvenciones, etc.

– Personales: se solicita a los socios que avalen la operación con su patrimonio personal. Ocurre principalmente en el caso de micropymes y emprendendores. Es conveniente pensárselo dos veces antes de avalar un préstamo para tu empresa, pues puedes quedarte sin empresa y sin casa.

Precio de la financiación

El coste va ligado al nivel de riesgo que se percibe. Tiene dos componentes: tipo de interés y comisiones, las más habituales, la de apertura, estudio, etc. Pueden rondar el 1% del total de la financiación concedida.

Otros gastos inherentes al préstamo, pero no imputables directamente al banco, aunque necesarios para formalizar la operación son el impuesto de actos jurídicos documentados, notaría, gestoría, registro, tasación… Pueden llegar a suponer un 3% de la financiación conseguida.

También puede ser habitual que el banco solicite contrapartidas en forma de productos como seguros, depósitos, servicio de gestión de nóminas…

Además, hay que tener en cuenta que el precio (spread o diferencial en el caso de ser un préstamo a tipo variable y las comisiones) que el banco nos cargue será mayor o menor según su política competitiva, su tasa de impagos, su eficiencia en la gestión…

Radiografía

No obstante, y tras este breve análisis de los cinco aspectos a tener en cuenta antes de iniciar una negociación bancaria, determinados ratios económicos y financieros serán analizados de manera exhaustiva por los expertos de riesgos de toda entidad financiera.

El fin último es determinar la situación real de la sociedad y su posible grado de solvencia, jugando el ratio de endeudamiento un papel fundamental en este análisis.

El análisis económico que se realiza versa sobre aspectos como el crecimiento de la empresa, para lo que se analiza el volumen de ventas de la compañía y su progresión en los últimos años de cuentas disponibles.

Otro de los aspectos analizados es si la empresa en cuestión gana dinero, para ello se estudian ratios como son el margen bruto, el EBITDA y el beneficio neto, viendo su evolución también en los últimos años y su porcentaje sobre ventas.

Análisis económico, datos más relevantes de la cuenta de pérdidas y ganancias

En los próximos días ahondaremos más en este tipo de ratios, pero ahí va un adelanto:

– Evolución de la cifra de negocios, da cuenta de las ventas de la compañía, a pesar de las actuales circunstancias, un dato de descenso puede suponer una señal de alarma dentro de la compañía.

– Evolución el margen bruto, de la misma forma, que el margen bruto decrezca nos indica que empeora el porcentaje de utilidad de cada euro invertido.

– En caso de que el EBITDA disminuya ha de entenderse como un dato negativo en la generación de caja por parte de la compañía.

– Sin duda, el beneficio neto es otro de los aspectos cruciales, que se incremente respecto al ejercicio anterior significa que la compañía gana más dinero, que disminuya, da cuenta de una menor ganancia, pero habrá que ver si la compañía sigue registrando un resultado positivo o entra en números rojos.

Rentabilidad

Por otra parte, para analizar si una compañía es rentable se estudiarán tres variables como son la rentabilidad para el accionista, conocida como ROE, la rentabilidad de las ventas, conocida como ROS y la rentabilidad de los activos de la compañía, conocida como ROA.

Un ROE que aumente indica que la empresa muestra eficiencia en la generación de valor para los accionistas.

Si bien, un ROS que disminuya indica que la compañía está ganando menos dinero por cada euro de venta.

Al igual que un ROA que cae, que muestra cómo la empresa obtiene un menor beneficio por cada euro invertido en activos.

Análisis financiero del balance

Ratios como el de endeudamiento nos permite, además de saber si la empresa gana dinero, si esta necesita más. Si observamos que el endeudamiento crece, significa que la empresa está incrementando el peso de los recursos ajenos en su estructura de financiación.

Habrá que fijarse en que si la empresa tiene deuda neta negativa, quiere decir que cuenta con tesorería suficiente para repagar toda su deuda actual.

No obstante, si el Ratio de Deuda Neta /EBITDA aumenta significa que la empresa necesita un mayor plazo para pagar la deuda con la caja que genera.

Plataformas como Mercado de Facturas ofrece este tipo de análisis sobre miles de empresas, accediendo a determinados ratios financieros que van orientando al usuario sobre cómo es la compañía sobre la que está interesado, bien porque pueda ser su cliente, competencia o proveedor.

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