Los proyectos de investigación de las universidades «sentirán el efecto» de los meses de parón, por la imposibilidad de acceder a los laboratorios en el estado de alarma, en los resultados. Así lo considera Jesús Lancis, vicerrector de Investigación y Transferencia de la Universitat Jaume I (UJI), que defiende que la investigación es «una piedra angular para salir de las situaciones de crisis, que debe ser reconocida como prioritaria».

Lancis detalla que los investigadores de la UJI, que están estructurados por grupos según los ámbitos temáticos, regresaron paulatinamente a la actividad a principios de julio, con un plan de retorno, en el que se indicaban las medidas sanitarias y de seguridad, así como de riesgos laborales, ya que debían «extremar precauciones». Durante el tiempo que no podían acceder a los laboratorios, apunta que realizaron su trabajo «con muchas dificultades», aunque señala que invirtieron el tiempo en tareas como escribir artículos científicos o informes de las investigaciones.

«El trabajo experimental fue fuertemente golpeado, hubo proyectos e investigaciones en curso que se tuvieron que suspender porque no se podía venir al campus a hacer la actividad. Se resintieron los resultados esperados. En los proyectos de convocatorias públicas que son de largo recorrido, ese parón lo veremos cuando terminen, pero creo que se dejará sentir el efecto», lamenta.

Jesús Lancis, vicerrector de Investigación y Transferencia de la Universitat Jaume I (UJI)

Sin embargo, Lancis indica que se ha alargado el plazo de las investigaciones que terminaban en 2020. En la misma línea, en los proyectos más inmediatos, con empresas, también han intentado extender la duración; al igual que las duraciones de contratos de convocatorias públicas. «Los contratos que estaban próximos al vencimiento en la pandemia se han extendido. Los que finalizaban antes del 1 abril de 2021 se han extendido, mínimo el tiempo del estado de alarma, pero algunos han dejado hasta cinco meses más», precisa.

En la misma línea, expresa que, en los proyectos europeos no han tenido problemas, aunque prevé que «en los resultados seguro que afecta». «Por ejemplo, un proyecto estudia los efectos de las plagas de moscas en cítricos y una parte muy importante es el trabajo de campo. El momento de poner trampas era justo la primavera, por lo que se ha generado una alteración de la actividad y una nueva planificación de todo el estudio. Todos los proyectos que tengan trabajo de campo o experimental estoy seguro que, en mayor o menor medida, habrán tenido que hacer modificaciones en el trabajo», sostiene.

Lancis: «Todos los proyectos que tengan trabajo de campo o experimental estoy seguro que, en mayor o menor medida, habrán tenido que hacer modificaciones en el trabajo»

El vicerrector de Investigación y Transferencia de la UJI resalta que algunos investigadores han reenfocado ligeramente las líneas de trabajo de sus proyectos para hacer frente a la pandemia, sobre todo aquellos del ámbito de la Inteligencia Artificial (IA).

Por su parte, desde la Universitat d’Alacant (UA), el vicerrector de Investigación, Rafael Muñoz, no cree que el parón afecte para alcanzar los objetivos de los proyectos, aunque precisa que será por el trabajo extra de los investigadores. «Los proyectos europeos suelen ser de una duración de dos o tres años. Entendemos que, de alguna forma, sí se podrán alcanzar los objetivos principales y recuperar parte del tiempo perdido. Muchos investigadores en agosto han venido a trabajar para recuperar parte del tiempo. Somos optimistas en cumplir los objetivos marcados, pero a costa del trabajo de los investigadores», admite.

Rafael Muñoz, vicerrector de Investigación de la UA

En la UA, los investigadores -excepto los que trabajaban en proyectos de COVID-19- regresaron a los laboratorios el 18 de mayo por turnos, hasta que a finales de junio se incorporaron todos. «Durante el confinamiento, fue una situación difícil. En algún caso tenían material y pudieron hacer análisis de resultados, pero principalmente se dedicaron a leer bibliografía relacionada con su trabajo. Ha afectado y fue una buena medida poder prorrogar los contratos de los investigadores», destaca.

Rafael Muñoz: «Somos optimistas en cumplir los objetivos marcados, pero a costa del trabajo de los investigadores»

En los proyectos europeos, señala que en los plazos para justificaciones sí se ha tenido en cuenta el estado de alarma, pero no así para prorrogar los contratos, puesto que el presupuesto no se modifica. Sin embargo, apunta que el grueso de investigadores contratada está en proyectos nacionales y autonómicos, que sí concedieron una prorroga adicional, por lo que afectaría a unas 20 personas. Respecto a los proyectos en marcha, comenta que ahora están comenzando a entrar en proyectos relacionados con la COVID-19, aunque precisa que muchos grupos reorientaron su investigación.

María José Muñoz, directora de los Servicios Técnicos de Investigación de la UA

En cuanto a los protocolos de prevención, María José Muñoz, directora de los Servicios Técnicos de Investigación de la UA, detalla que se han producido cambios importantes, además de los equipos de protección, en la organización para el funcionamiento del servicio, así como entradas y salidas. «Hemos establecido un sistema de acceso, que antes era más o menos libre porque entra personal externo, con el objetivo de hacerlo seguro y tener muy controlada la trazabilidad ante una posible situación de contagio», explica. El personal interno, por su parte, tiene un registro mediante códigos QR.

«Nuestro servicio presta apoyo a la investigación y se recibe la visita de investigadores que quieren hacer uso de las infraestructuras como autónomos. Sin embargo, el personal externo no accede a la manipulación de instrumental», puntualiza. Asimismo, señala que, en su servicio, no realizan turnos, pues las instalaciones no presentan problemas de aforo y, donde los ha habido, han realizado las adaptaciones pertinentes.