Unidad y unanimidad empresarial: hay que acelerar los planes de recuperación
Los empresarios dieron su contestación ayer al Gobierno de España al Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia. El Consejo de las Cámaras de Comercio fue el escenario de reflexiones escogido para pedir al Ejecutivo celeridad en los planes de recuperación y unidad de acción. Desde el presidente de la Cámara de Comercio de España, Jose Luis Bonet, pasando por Ana Botín, Helena Herrero o Fernando Abril-Martorell
«Tenemos que correr», aseveró Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola. «Porque no es lo mismo hacerlo en 10 años que en 5″, en referencia al desarrollo y apuesta de la economía verde como una de las soluciones a la salida de esta crisis global. En el mismo tono, Carlos Torres, presidente de BBVA, habló de «acelerar» frente a transformar digitalmente.
Y esa aceleración tiene mucho que ver con el medio plazo, tal y como explicó la presidenta del Banco de Santander, Ana Botín. «Cada empresa que salvemos ahora, menos nos costará mañana».
Las palabras de los empresarios iban dirigidas a la audencia online -el pleno se retransmitió por streaming – y, sobre todo, a la vicepresidenta económica Nadia Calviño. La ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital respondió en la clausura anunciando una nueva línea ICO de 40.000 millones que completará la de los 100.000 previstos. Calviño aseguró que la próxima semana estarán operativos.
De esta manera, también puso de relieve el valor de una herramienta que los empresarios coincidieron en señalar como clave y acertada en el arranque de la crisis; pero que ahora está siendo objeto de un profundo debate. Las posturas están muy abiertas y este viernes, los agentes sociales y el Ministerio de Trabajo tienen la primera reunión para su prórroga. Nadie apuesta por una supresión, sino por una transformación.
Ayer el presidente de la CEOE Antonio Garamendi ya dio a conocer su opinión indicando que la actual fórmula de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) “ya no vale” y deben extenderse hasta la próxima temporada turística.
Sobre las soluciones para la salida de la crisis, se expusieron planteamientos ya conocidos. Abril- Martorell, presidente de Indra, habló de la «reindustrialización» a partir de la tecnología con el objetivo de relocalizar la actividad industrial. También de la necesaria mejora de la productividad. Además, llamó especialmente la atención sobre la falta de «políticas fiscales» de ayuda a las empresas.
Por su parte, Botín expuso cinco ejes que van a definir no las soluciones, sino el cómo. Mencionó los proyectos con efecto multiplicador -a partir de los fondos europeos-, liderazgo empresarial y liderazgo público -en materias como Sanidad y Educación -, capilaridad y gobernanza.
En este sentido, Ignacio Sánchez Galán hizo una férrea defensa de la economía verde por su carácter trasversal y porque «de las crisis se sale trabajando e invirtiendo». «La inversión en la economía verde no tiene solo que ver con energía, sino que presenta grandes ventajas estructurales por su carácter transversal: mejora la competitividad económica de nuestro país, nuestra balanza de pagos y nuestra autonomía energética; reduce nuestras emisiones y nuestra contaminación, e impulsa la electrificación de usos energéticos con un importante efecto tractor en sectores como la climatización o el transporte”, argumentó.
Unanimidad y unidad
Recetas al margen, junto a estos empresarios también estuvieron José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica y Helena Herrero, presidenta de HP España, Portugal, Francia e Italia. Todos enviaron un mensaje claro de mostrar unidad de acción al Gobierno. El sentido de las propuestas fueron en dos direcciones: la primera centrada en mantener un frente de colaboración público-privada sin fisuras como ocurrió al principio de la pandemia.
«Hay que evitar antagonismos público-privado. No creo que haya un modelo alternativo», subrayó Abril- Martorell. Y tras esta afirmación no solo estaba la acción, sino también la reputación y la capacidad para salir adelante gestionando de manera eficaz los recursos. Es decir, el cómo.
La segunda dirección apuntó más a la esfera política y, en concreto a los presupuestos generales del Estado. El Ejecutivo se ha puesto a trabajar en el documento, pero los enfrentamientos políticos preocupan al empresariado por la importancia de poder contar con unas nuevas cuentas que permitan al Gobierno acceder a los fondos europeos.
El papel de las cámaras
Finalmente, el presidente de la Cámara de España, José Luis Bonet, reiteró la disposición de las empresas a colaborar con los poderes públicos en la salida de la crisis y el papel fundamental que debe desempeñar la Cámara de España y la red cameral, que por su capilaridad es un instrumento fundamental del Gobierno para que las ayudas europeas lleguen al conjunto del tejido productivo.
“Hemos de hacer frente a la situación con decisión, coraje, determinación y visión de futuro, sin dejar a nadie atrás, velando por las personas, por supuesto, pero también por las empresas que son la pieza clave para la recuperación, la creación de empleo y el crecimiento de la economía”, afirmó Bonet.
En el mismos sentido, se manifestó el presidente de la Cámara de Valencia y del Consejo de Cámaras de la Comunidad Valenciana, José Vicente Morata, quien moderó uno de los debates. Morata incidió en que la capilaridad y cercanía al tejido productivo del sistema cameral “necesarias para trasladar las políticas públicas al ámbito privado. Y, además, de forma rápida y eficaz, que es precisamente lo que se requiere en la situación actual”.