La crisis sanitaria que estamos viviendo no ha restado relevancia a las competencias transversales o soft skills en los perfiles profesionales demandados. Todo lo contrario, han experimentado un interés relevante por parte de las empresas.
En cuanto al debate sobre formación online o presencial, la mayoría de los entrevistados coinciden en señalar la importancia de combinar ambos modelos. Pero inciden en que el modelo presencial fomenta las relaciones humanas que no pueden ser sustituidas por la tecnología.

La formación online se ha colado en nuestras casas, nunca mejor dicho, por obligación, sin avisar y sin entrenamiento previo. Un modelo que todos nos hemos visto obligados a practicar, –en mayor o menor medida– debido al confinamiento que estamos viviendo como consecuencia de la crisis del coronavirus. Lo que no sabemos es hasta cuándo y cuál será el formato que sobrevivirá después de esta larga situación…

Desde Economía 3 hemos abierto un debate para saber cómo esta circunstancia puede cambiar los perfiles profesionales que se demandarán a corto y medio plazo.

Así, Sonia Cabañas, responsable del Servicio de Carreras Profesionales de la Universidad CEU Cardenal Herrera adelanta que “el mercado laboral seguirá demandando profesionales con perfiles híbridos, digitales, capaces de adaptarse a los cambios rápidamente y aportar valor a las organizaciones a través del trabajo colaborativo y de soluciones ágiles y creativas”. Por ello, destaca que “las competencias transversales son la clave”. “La situación que estamos viviendo, con un futuro tan incierto, y en la que ha entrado en juego el teletrabajo, obliga a que los futuros egresados trabajen aspectos como el pensamiento crítico, flexibilidad, planificación, colaboración y resiliencia, además de las competencias digitales, habilidades de comunicación y capacidad para trabajar por proyectos”, matiza.

Joaquín Giner, presidente del Colegio de Gestores Administrativos de Valencia incide en que “aquellos profesionales que no estén al día en la digitalización deberán ponerse a ello”. Afirma también que el Colegio está preparado para hacer el conjunto del programa formativo de manera telemática ya que “hemos observado que el futuro pasa por la digitalización”. Además –afirma– “algunos despachos que no estaban preparados para la digitalización se han puesto en primera línea con la ayuda del Colegio”.

Hall del centro Lluis Vives de la Cámara de València.

Juan José Estruch, decano del Colegio de Titulares Mercantiles y Empresariales de Valencia (Comeva), explica que, en su caso, “la formación online se planteó antes de la COVID-19 porque muchos de nuestros colegiados no son de València capital, así que hacerlas de forma presencial en el Colegio les suponía un coste de tiempo y dinero”. Por ello, decidieron que el colegiado pudiera desarrollar el mismo curso online o presencial alternativamente.

De todas formas, Estruch expresa su deseo de mantener la formación presencial porque “pensamos que el contacto humano es esencial y los cursos forman un foro muy adecuado para establecer y afianzar las relaciones humanas entre profesionales”.

Elena Fernández, directora de Grados de EDEM, resalta que, a la hora de diseñar sus programas, siempre han tenido en cuenta las necesidades de las empresas y considera que estas siguen vigentes, “porque la parte que se ha puesto en valor durante el confinamiento, como son los conocimientos y habilidades digitales y tecnológicas, ya estaban presentes en nuestros programas. Aun así, hemos reforzado el área al añadir una nueva línea de cursos online de ‘Tech Management’, que iniciamos con un programa en Agile y otro en Tech Knowledge. El proceso hacia la digitalización en la empresa y en la formación ya existía y el confinamiento los ha acelerado”.

Jaime Torres, director de ESAT, ahonda en una cuestión relevante. En su opinión, el confinamiento ha puesto al descubierto que “en España, y en muchos países de Europa, las skills digitales del profesorado son deficientes”. Pero para Torres esto no es lo más grave, “es la falta de preparación técnica de la generación Z y de nuestros niños. Decimos que son nativos digitales cuando no son más que usuarios avanzados de dispositivos digitales, pero no saben programarlos, ni entienden de un mal uso de los mismos ni saben de sus posibilidades, simplemente porque su profesorado tampoco”. A su juicio, “el problema está en el colegio y esta situación lo ha puesto de manifiesto”.

Agustín Carrilero, director de ESIC Comunidad Valenciana considera que la situación actual “cambiará nuestra forma de ver el mundo y muchos negocios pero, al final, –incide– la calidad humana es la que garantiza resultados económicos en una organización. Si no hay valores, no puedes aportar valor a tus clientes. Comunicación, creatividad, cooperación, persuasión, trabajar en equipo, etc., son competencias muy demandadas en el mercado laboral actualmente y lo seguirán siendo en el futuro”, confirma.

Rosa Medina, responsable de la Unidad TIC y Juanmi Alberola, coordinador de Formación Online en Florida Universitària confirman que “sí van a cambiar los perfiles profesionales demandados y sí, van a tener que ser más completos en las competencias soft skills y en el manejo de herramientas TIC”. “Hasta antes de la pandemia –señalan– “su aplicación era más voluntaria que otra cosa. El estado de alerta ha cambiado estas ‘voluntariedades’ y ha convertido lo online en necesario y casi obligatorio”.

Ambos ponen sobre la mesa de debate otra cuestión muy importante y es que “los educadores deben dejar de lado los tradicionalismos y abrir su mente a incorporar nuevas tecnologías. Necesariamente van a formar parte de nuestro futuro”.

Ismael Navarro, director gerente de Fundesem, coincide con el resto de participantes. Explica que “esta situación de parálisis e incertidumbre económica internacional por causa de la COVID-19, obliga tanto a las personas como a las empresas a pensar qué hacer para solucionar la falta de liquidez para la mayoría de empresas y de trabajo para muchas personas”.

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