La crisis del coronavirus ha producido numerosos cambios en las empresas y en la investigación. Desde los más evidentes, como el freno de producción y ventas tras la declaración del estado de alarma, a que las entidades realicen cambios en su producción habitual para ayudar a hacer frente al virus.

En esta situación, los once centros tecnológicos de la Comunitat Valenciana han puesto a disposición de la Generalitat sus laboratorios y capacidades para paliar la crisis sanitaria. Con diferentes líneas de trabajo, las principales investigaciones se centran en la producción homologada de diferentes materiales. Además, trabajan en el desarrollo de iniciativas para optimizar la distribución de medicamentos a enfermos crónicos y evitar su desplazamiento a los centros sanitarios.

Así, Itene, Ainia, ITC, Aiju, Aimplas, Inescop, Aidimme, IBV, ITI y Aitex trabajan para evitar el desabastecimiento de materiales. Además, algunos colaboran con Coronavirus Makers y con la Federación Española de Centros Tecnológicos (Fedit).

En concreto, el Centro Tecnológico de las TIC (ITI) trabaja en un proyecto con el Banco de Imágenes Médicas de la Comunitat analizando radiografías de pulmones para hacer una estimación rápida, eficaz y automatizada de la probabilidad de padecer neumonía, lo que podría suponer una ayuda para la detección temprana del coronavirus.

Por su parte, el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) imprime piezas para la fabricación de dispositivos de respiración asistida, dentro del grupo Resistencia Free, y el Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) desarrolla un diseño homologado del soporte de las viseras protectoras con impresoras 3D.

Por otro lado, desde el Instituto de Biomecánica (IBV) trabajan en desarrollar “en tiempo récord” equipamiento sanitario y de protección homologado –una mascarilla autofiltrante– e investigan soluciones tecnológicas para el diagnóstico y detección del virus; mientras que el Instituto Tecnológico de Producto Infantil y Ocio (Aiju) trabaja en varias iniciativas de desarrollo rápido de producto sanitario.

El Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas) está realizando un estudio de viabilidad para fabricar mascarillas con filtros intercambiables a través de procesos de inyección. Por otra parte, el Centro Tecnológico de Calzado (Inescop) centra su trabajo en el corte automático del material empleado para la elaboración de mascarillas.

El Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (Itene), el Instituto Tecnológico del Textil (Aitex), el Instituto Técnológico Metalmecánico, Mueble, Madera, Embalaje y Afines (Aidimme) y el Instituto Tecnológico de la Industria Agroalimentaria (Ainia) también trabajan coordinadamente en distintas soluciones innovadoras que contribuyan a garantizar el suministro de material sanitario.

En la misma línea han actuado las empresas, para las que la fabricación de mascarillas ha sido una de sus principales aportaciones, como en el caso de Sp-Berner o Vayoil Textil. Otras compañías como Marie Claire han confeccionado batas y mascarillas para los profesionales de la sanidad o han creado máscaras de protección facial para personal sanitario, como Ford.

En el mundo de la automoción, seis empresas de AVIA –Mipesa, DID Automation, Tetra Proyectos, Somtech, CLR y SRG Global– pusieron a disposición de los ministerios de Industria y Sanidad sus instalaciones y líneas de producción para fabricar respiradores y mascarillas.

En definitiva, tanto los institutos tecnológicos como un gran número de empresas de diferentes sectores han puesto a disposición de la Generalitat sus capacidades, conocimientos e infraestructuras para hacer frente a la crisis sanitaria.