Con el permiso de esta crisis sanitaria, que más pronto que tarde esperamos que pase, las empresas valencianas siguen pensando en sus planes a corto, medio y largo plazo. Es el caso de la histórica Lladró, líder mundial en diseño, manufactura y distribución de creaciones en porcelana de arte.

La compañía que fundaron en 1953 los hermanos Lladró pero que desde 2017 es propiedad al 100% del fondo PHI Industrial -fundado por Alexander Witt y domiciliado en Madrid-, abrirá, tanto en mercados consolidados como en nuevos mercados, puntos de venta enfocados a sus nuevas categorías de producto.

La firma ha diversificado su portfolio y ha creado nuevas categorías de producto para atraer a un nuevo perfil de consumidor poniendo a su alcance joyería, iluminación, accesorios… y es ahora cuando trabaja «en el propio modelo de boutique», según confirman a Economía 3 fuentes de la compañía.

«Un modelo de tienda donde podamos ofrecer a nuestros clientes una experiencia de compra mucho más exclusiva y de calidad. Queremos construir espacios que destaquen las cualidades únicas de nuestras creaciones, y que transmitan toda la inspiración, el proceso y las historias que hay detrás de ellas», explican.

Produce, exporta y distribuye sus creaciones a través de 54 puntos de venta monomarca  y de mil multimarca, extendidos por los cinco continentes

Así, hablan de obras de alta calidad hechas enteramente a mano en Valencia, en la única fábrica de Lladró en el mundo. «Somos capaces de crear las más exquisitas piezas de porcelana, desde las esculturas más tradicionales hasta los diseños más vanguardistas, y con la introducción de nuevas categorías como iluminación, joyería, accesorios y fragancias para el hogar», indican.

Las tres grandes áreas en torno a las que gira su portfolio son ‘Heritage’, ‘New Concept’ e Iluminación. ‘Heritage’ muestra, según la firma, «el virtuosismo técnico y artístico» con esculturas de porcelana que se inspiran en diferentes emociones, culturas y tradiciones; ‘New concept’ incluye lámparas inalámbricas, aromas, joyas y accesorios para el hogar; mientras Iluminación, ofrece proyectos para profesionales, interioristas y clientes que buscan propuestas de iluminación únicas elaboradas en porcelana.

De este modo, «con la ayuda de los mejores expertos en el sector de la joyería», constatan desde Lladró, «estamos empezando a implementar un plan de acción para introducir nuestro producto de joyería en el mercado americano».

Entre sus planes también estaban en marcha nuevas alianzas y socios en mercados como China. «En nuestro esfuerzo constante por desarrollar e innovar, vamos a continuar mejorando para lanzar propuestas creativas que transformen el mundo de la porcelana decorativa y funcional. Siempre rompiendo las barreras de nuestro material tan complejo como único, la porcelana».

Su proceso industrial apenas ha variado en toda su existencia «manejamos un sistema operativo industrial para los procesos, pero la elaboración de las piezas continúa siendo enteramente a mano y esta combinación asegura la máxima eficacia. Somos un pequeño atelier que opera internacionalmente y tenemos control sobre cada proceso de la cadena de producción, desde el principio hasta el final».

Más de 100 países y presencia en más de mil puntos de venta

Una de las tiendas de Lladró. | Archivo E3

La internacionalización de Lladró comenzó en 1965 con su llegada a EE.UU. y se desarrolló en los años 70 gracias al éxito en norteamérica, al que le siguieron el de Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda y Japón. Más recientemente, Lladró se ha implantado en mercados emergentes como Rusia, India y China. Hoy Lladró exporta sus creaciones a más de 100 países.

La firma cuenta con filiales alrededor de todo el mundo y una selección de 54 puntos de venta monomarca: tiendas, showrooms y tiendas shop-in-shops en las calles y centros comerciales más exclusivos de ciudades como Nueva York, Moscú, Tokio, Londres, Hong Kong, Singapur, Delhi, Mumbai o Madrid.

Además de estar presente en alrededor de mil puntos de venta multi-marca en los cinco continentes.

Europa es su principal mercado (33% de su volumen de negocio), aunque Japón supone ya el 28% de sus ventas. Le sigue el continente americano (19%), India (7%) y el resto de Asia (China, Corea, Singapore…) con un 13% del volumen de negocio.

«Estamos apostando por nuevo talento que nos permita profesionalizar nuevas áreas estratégicas como son la creatividad, digital y marketing»

Además de mejorar sus puntos de venta offline, Lladró también ha comenzado un proceso de digitalización «que ya se está transformando en una parte esencial para la empresa». En este sentido, reconocen a E3, «estamos apostando por nuevo talento que nos permita profesionalizar nuevas áreas estratégicas como son la creatividad, digital y marketing».

La firma es consciente del impacto que su supondrá el coronavirus, pero sabe que su fortaleza radica en que sus piezas son diseños originales, «resultado de la potente imaginación y creatividad del equipo de diseñadores y escultores de Lladró. El resultado de nuestro proceso artesanal, convierte cada pieza en única e irrepetible y este aspecto en concreto es lo que diferencia a Lladró de otras marcas de diseño y decoración».

«Disponemos de un conocimiento único sobre el mundo de la porcelana que ninguna otra marca tiene y constantemente nos retamos a nosotros mismos, lo que deriva en la creación de piezas de máxima complejidad, riqueza y exclusividad. Creaciones que además de dar color y personalidad a distintos espacios, también cuentan historias, hablan sobre distintas culturas alrededor del mundo y despiertan todo tipo de emociones. La perfecta combinación entre tradición, artesanía y vanguardia», indican desde la compañía con la vista puesta en el futuro.