Maudos (Ivie): «El intermediario financiero trasladará la Tasa Tobin al cliente inversor»

Maudos (Ivie): «El intermediario financiero trasladará la Tasa Tobin al cliente inversor»

Entidades financieras y otras voces vinculadas a la economía, como la del catedrático de Análisis Económico de la UV y director adjunto de Investigación del Ivie, Joaquín Maudos, advierten que la aprobación por parte del Gobierno de un impuesto a las transacciones financieras afectará a la competitividad de las cotizadas españolas y en general al mercado financiero español.

“Si se aplica un impuesto, afecta al precio final de una compra-venta, por lo que desincentiva esa compra perjudicando a los mercados financieros y a la financiación que llega a las empresas por esta vía”, asegura Maudos en declaraciones a Economía 3.

Además, cree el catedrático que si hay diferencias en el tratamiento fiscal entre países –y las hay porque solo en pocos países se aplica la tasa Tobin– eso da pie a “deslocalizar el ahorro y la inversión, perjudicando el negocio financiero de los países en los que se aplica el impuesto”.

Opina Maudos que un impuesto a las transacciones financieras puede tener sentido si se aplica a escala global, y no solo en unos pocos países.

Por ello no le cabe duda a la CECA, la patronal bancaria de las antiguas cajas de ahorros, que representa a grandes entidades como CaixaBank o Bankia, que la aprobación de un impuesto de esta naturaleza “afectará a la competitividad de las empresas y de los mercados financieros españoles y, en general, al crecimiento económico y al empleo”.

Insiste la CECA en la línea de lo apuntado por Maudos que «el impuesto discrimina a la empresa española frente a las empresas extranjeras», puesto que únicamente grava la adquisición de acciones españolas. “Por tanto, es previsible que genere una deslocalización de inversiones hacia otras jurisdicciones”.

“Para mitigar los efectos colaterales derivados del establecimiento unilateral del impuesto en España, su implantación debería llevarse a cabo de manera global o al menos coordinada en todos los países de la UE”, añaden desde la CECA, a preguntas de este medio.

“Si solo un país o unos pocos implementan este impuesto –continúa Joaquín Maudos hay una competencia desleal, porque el país que lo aplica, al ser más caro, es menos competitivo. Es chocante que aspiremos a tener un mercado de capitales único en la UE y sin embargo apliquemos impuestos diferenciales por países en la UE”, lamenta.

Los brókers, muy pendientes para aterrizar la normativa

Oficinas de Degiro

Degiro, el bróker paneuropeo que gestiona transacciones por valor de más de 50.000 millones de euros anuales en mercados de todo el mundo, ha opinado a Economía 3, que «obviamente, los costes a la hora de invertir en una de las empresas que se encuentran dentro del grupo de más de 1.000 millones de capitalización bursátil aumentarán».

Por poner un ejemplo, si invertimos 10.000€ en una de estas acciones habrá que hacer frente a 20€ en concepto de Impuesto de Transacciones, aparte de las comisiones o cargos que pueda tener la operación como es la comisión por intermediación o gastos de liquidación. «En un mercado donde a día de hoy se puede tener acceso a multitud de empresas a nivel mundial sin coste adicional es razonable pensar que la gente prefiera invertir en otros mercados donde no esté sujeto a este impuesto», ha constatado Armando Platero, encargado del Desarrollo de Negocio en España de Degiro.

Por otro lado, recuerda Maudos que la llamada ‘tasa Tobin’ se diseñó para frenar la especulación, y no por motivos recaudatorios.

En este sentido, llama la atención que el impuesto se centre en los instrumentos más utilizados por los inversores/ahorradores minoristas: «se aplicará sobre acciones tanto si el inversor compra de forma directa como si compra a través de instituciones de inversión colectiva o fondos– mientras que otros productos más especulativos como los Contratos por Diferencias (CFDs en inglés) estarán exentos. Esto puede causar que la gente empiece a invertir en productos no aptos para alcanzar sus objetivos financieros y pueden estar expuestos antes riesgos innecesarios, con un apalancamiento incorporado», advierte el responsable de Degiro.

¿Quién pagará el impuesto realmente?

La respuesta de Maudos es clara, “el de siempre: el cliente”. «Aunque el intermediario financiero es el sujeto pasivo del impuesto, obviamente va a intentar trasladar el impuesto al cliente inversor para no asumir el coste y perder con ello rentabilidad«, añade.

Desde Degiro nos trasladan la experiencia de otro caso similar al de este impuesto como puede ser Francia: «Actualmente el inversor hace frente al impuesto y el bróker o intermediario financiero se encarga de recolectarlo para hacer frente al pago. No obstante habrá que ver e investigar más a fondo como sería la aplicación de esta Ley».

De hecho, hasta el momentos las entidades financieras no han desvelado abiertamente cómo van a encajar esta nueva medida en sus servicios de gestión.

Miguel Momobela, analista del bróker XTB

«Tendremos que ver cómo se va a poder extrapolar el impuesto si la norma lo permite. En Francia o Italia, los clientes ven el impuesto aplicado en sus comisiones en cuanto se ejecuta la orden de compra”, explica Miguel Momobela, analista del bróker XTB, por lo que se podría, aquí en España, «plantear incluirlo en la propia operativa o incluso practicar la retención como cuando se cobra un dividendo. Pero es pronto para decidirlo, tenemos que ver cómo se aterriza la norma».

No obstante, según Momobela «es algo que el mercado ya lo viene descontado y aquellos que aún no lo hayan hecho tendrán que concienciarse de que los costes de entrada y salida ahora serán más altos».

«Está claro –continúa el analista– que el cliente busca una rentabilidad pero los costes son algo que hay que asumir, sean de la naturaleza que sean», con lo cual opina que debe hacerse a la idea de «que es bastante esperable que las entidades (bróker, gestor, banco…) finalmente lo trasladen al cliente y lo tendrán que ver como una nueva “comisión”».

Y todo ello sin olvidar que también se ha anunciado para los ciudadanos una subida de la tributación por el ahorro, que puede pasar del 23% al 27% para rentas de más de 140.000 euros.

Sin una sólida justificación

Por la otra parte, por lo que respecta a los bancos el director adjunto de Investigación del Ivie, Joaquín Maudos recuerda que no tienen un tratamiento privilegiado desde el punto de vista fiscal, ya que pagan sus impuestos como el resto de empresas de la economía. «Intentar resolver un problema estructural de déficit público con parches como este impuesto (con muy escasa capacidad recaudatoria) no es la mejor forma de hacerlo, ya que lo que necesitamos es una auténtica reforma fiscal».

Adicionalmente comenta, que el Ministerio justifica el impuesto por las ayudas públicas que recibieron los bancos. Pero a juicio de Maudos «el Gobierno se olvida de decir que cuando se rescatan los bancos con ayudas públicas, se impide que los depositantes de esos bancos pierdan su dinero. Por tanto, se rescatan ciudadanos, no bancos. Además, hay que recordar que los bancos, a través del FGD, han destinado 21.000 millones a rescatar a las entidades intervenidas, por lo que también han contribuido a paliar las consecuencias de la crisis bancaria».

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