Injusa va a abrir un nicho de mercado para el sector juguetero al incorporar el concepto de juego a los artículos para mascotas, como transportines, cunas y casetas, con el reclamo innovador de que las familias puedan disfrutar con su perro o su gato y estos accesorios no queden solo para el uso del animal. Y ha creado una marca propia para esta gama, llamada Loboo.

Con esta diversificación, puede amortiguar el hándicap de que la edad de juego de los niños se reduce cada vez más por la precocidad con que pasan a la consola y las pantallas, entre otros factores desfavorables para la industria del juguete, como la bajada de la natalidad.

«Hace años que nos enfrentamos a un sector del juguete muy maduro, cada vez con menos niños y eso no va a cambiar, además de que se hacen mayores antes, no como hasce 20 años, y ahora juegan con móviles, tabletas…«, describe Luis Berbegal, gerente de Injusa.
Antes estas perspectivas, la compañía ibense ha optado por buscar otro target de producto: «Diversificación para ir a buscar a las personas mayores o a otros segmentos y, como cada vez hay más mascotas en las casas, y por nuestro tipo de maquinaria, de conocimientos, nos resultaba más facil y menos costoso, optamos por las mascotas, porque para adultos requería una inversión mayor de la que hemos hecho«, explica.
Esta fusión puede dar mucho juego -nunca mejor dicho- también en esa otra industria que mima a los animales. «Ahora se va a poder interactuar entre la mascota y la familia, no será una caseta para que duerma en un jardín, sino un par de pisos, un tobogan, un túnel… Un pequeño centro de actividad«, describe el directivo alicantino.
Otro ejemplo puede ser el transportin, que al final es como dejar al animal en una jaula, pero en Injusa han convertido ese accesorio también en correpasillos para que el niño pequeño pueda aprender a andar llevando a otro sitio a su mascota, y también cumple como una cuna. De momento, «todo es teoría», reconoce Berbegal sobre estas utilidades lúdicas de su nueva gama de producto, que presentará en abril en Nuremberg, la importante feria bianual alemana.

Transportín correpasillos de Injusa.

En cuanto al aprovechamiento de la tecnología de fabricación de juguetes para artículos relacionados con las mascotas, matiza que «gran parte, sí, pero no todo, los recursos son compatibles y también se han hecho inversiones importantes, en productos sostenibles, realizados con biomasa, materiales plásticos mezclados con cáscara de huevo, de almendra, celulosa…» y eso ha entrañado además adquirir algunas máquinas para pruebas.

Desde el punto de vista de la normativa, con animales es menos exigente, pero en este caso va a ser igual de dura porque se interactúa con la familia y los niños, con lo que tiene que cumplir los requisitos para el público infantil.

«Nuestro conocimiento del juego y el juguete nos ayuda, además de que el sector de las mascotas tiene una gran diferencia, el juguetero es un mercado muy maduro, con ferias todos los años y novedades varias veces, ya no sabemos qué inventar, y esto nos va a venir muy bien, porque en las mascotas el diseño no está muy desarrollado todavía, aquí hay muchas cosas por aportar todavía, porqué no una licencia, por ejemplo, Batman para niño y perro«, señala, sobre el potencial de este nuevo nicho de mercado.

Acerca del peso que espera que tenga esta nueva línea de producto en su facturación, Berbegal ve «complicado» un cálculo porque «con los planes de negocio es difícil acertar, es una idea» y se muestra cauto. «Quieres lanzar y desarrollar algo y te las estas jugando, pero eso es ser empresario, en 2020 esperamos al menos un 5%«, pronostica.

La inversión ha superado los 1,2 millones de euros porque aprovechar la tecnología de inyección de plásticos y otras de la producción de juguetes para las mascotas no significa que Injusa pueda parar la maquinaria dedicada a un producto para asumir el otro. Además, la compañía ha montado un pequeño laboratorio para investigar en plásticos sostenibles. Para esta apuesta, ha contado con el apoyo del CDTI (Ministerio de Industria) de una línea de financiación con bajos intereses y ventajas para empresas innovadoras.