El brexit brinda una oportunidad a la industria auxiliar de automoción de la UE
Haya acuerdo de salida o no, las empresas deben prepararse para trabajar con una frontera en sus relaciones comerciales con el Reino Unido. Es solo una cuestión de plazos. Sin acuerdo, a partir del 1 de noviembre próximo. Con acuerdo, se establece un periodo transitorio para negociar la relación futura hasta el 31 de diciembre de 2020; o hasta un par de años más si se acuerda así entre las partes.
Durante el período de transición, la legislación de la UE seguirá aplicándose al y en el Reino Unido. Por tanto, la UE tratará al Reino Unido como si fuera un Estado miembro, con la excepción de la participación en las instituciones y estructuras de gobernanza de la UE.
Un período de transición permitirá, por un lado, a las administraciones, empresas y ciudadanos para adaptarse a los cambios y, por otro, a la UE y al Reino Unido para negociar la futura relación.
Sin embargo, una vez que la retirada sea efectiva, UK será un país tercero a todos los efectos y el tráfico de mercancías tanto de entrada en la UE como de salida desde el territorio aduanero de la UE hacia el Reino Unido estará sometido a la vigilancia y el control de la aduana europea. «Las operaciones comerciales dejan de ser intracomunitarias y pasan a estar sujetas a formalidades aduaneras. Esto será así incluso si el modelo de relación futura se basa en la permanencia de UK en la Unión Aduanera», tal y como ha explicado el jefe de la Dependencia Provincial de Aduanas de Alicante, Arturo Marcos, durante una jornada informativa sobre el brexit celebrada este viernes en Cámara Valencia.
Por otro lado, está el tema de aranceles. Según el escenario que baraja el el subdirector de Políticas Arancelarias y de Instrumentos de Defensa Comercial del Ministerio de Industria y Comercio, Pedro Pascual, UK únicamente pondrá aranceles a aquellos productos que ella misma produce o que sean productos que quiera proteger por su origen (como el arroz o los plátanos producidos en sus excolonias).
En este enlace se puede consultar los aranceles que el Reino Unido prevé: https://www.gov.uk/government/publications/temporary-rates-of-customs-duty-on-imports-after-eu-exit/mfn-and-tariff-quota-rates-of-customs-duty-on-imports-if-the-uk-leaves-the-eu-with-no-deal
No obstante, Pascual insiste además en que a las empresas españolas les interesa conocer qué aranceles van a tener otros países con los que en la actualidad compiten nuestros productos,»¿qué aranceles tendrán los cítricos que lleguen de otros países, porque vamos a quedar desprotegido frente a la importaciones de otros lugares», ha asegurado.
Además de los aranceles existen otras medidas arancelarias de protección comercial como las medidas de salvaguardia y las medidas antidumping.
La UE tiene 95 medidas antidumping que defienden a la producción europea frente a la competencia desleal de otros países, fundamentalmente de China, pero con UK fuera de la UE estas medidas dejarán de tener vigor en Reino Unido que ya trabaja en su propio sistema de defensa comercial.
«Si yo no produzco una mercancía, ¿por qué voy a poner medidas de defensa comercial?», se pregunto Pascual emulando al país británico. Como ejemplo puso las mandarinas en conserva con unas fuertes medidas antidumping frente a China: «si UK no pone estas medidas, en ese mercado llegarán con unos precios a los que es difícil que nuestros productos puedan hacer frente. Habrá que buscar otros mercados, si no tengo defensa», advierte.
La oportunidad del sector automoción
En cuanto al régimen preferencial, la UE mantiene multitud de acuerdos con países (el último en entrar en vigor el de Japón) donde sus productos gozan de un trato arancelario preferencial, en el marco de un Acuerdo de Libre Comercio, pero deben acreditar su originalidad europea, hay que justificar el origen.
«Materias primas, componentes o productos intermedios que vengan del Reino Unido para ser introducidos en nuestros productos ya no podrán ser consideradas mercancías originarias de la UE», explica el representante del ministerio.
«Al sector automoción le afecta de lleno porque hay un comercio intraindustrial muy importante y será fundamental tenerlo muy en cuenta a la hora de justificar el origen de la mercancías de la UE. La oportunidad para nuestro sector, está en que los fabricantes se planteen si determinados componentes, hay que buscarlos en otro país de la Unión Europeo y no en el Reino Unido como hasta ahora. Tendrán que hacer sus escandallos de costes y ver dónde y qué tipo de componentes es mejor incorporar«, insistió.
Esto también afecta sobremanera al sector de productos químicos.
La jornada, en la que ha participado más de un centenar de empresas valencianas, ha sido inaugurada por el presidente de Cámara Valencia, José Vicente Morata, el vicepresidente de la CEV, Vicente Lafuente y la directora territorial de Comercio y Delegada del ICEX en Valencia, Cristina Martínez Vayá.
En su intervención, Morata ha pedido a las empresas valencianas que transmitan a sus clientes británicos la necesidad de disponer de stocks, sobre todo bienes de consumo no perecedero y semimanufacturados, ante los problemas de abastecimiento que podría suponer un Brexit duro. Y a las empresas valencianas que se aprovisionen porque puede haber un incremento de demanda en los primeros meses del proceso, “algo que siempre sucede hasta que la situación se estabiliza”.
Por su parte, Vicente Lafuente ha explicado que “el Reino Unido es el cuarto país destinatario de nuestras exportaciones, además del primer país emisor de turistas; ocupa una posición estratégica para nuestros mercados y a medida que pasa el tiempo la incertidumbre es más alta y su repercusión sobre el tejido empresarial valenciano puede ser más elevado.”