Sábado, 20 de Abril de 2024
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Francisco Nixon: «La Costa Brava fue un grupo underground en sentido estricto»

Francisco Nixon: «La Costa Brava fue un grupo underground en sentido estricto»

Francisco Javier Fernández (Gijón, 1971) aka Francisco Nixon necesita muy poca presentación para los aficionados al pop que nacimos en los 70 del siglo pasado (hace unos 10.000 años en términos digitales). Por si acaso, conviene repasar. Hace 5.000 años, por las cafeterías de las facultades circulaban cassettes grabadas por un grupo llamado Australian Blonde. Cantaban en inglés y eso le daba rabia a alguna gente.

Algunos druidas de aquellos tiempos decían que eso se llamaba música indie. Los Australian se vieron superados por la omnipresencia de su Chup, chup, chup como banda sonora de la campaña de una multi de refrescos, además de canción emblemática de la peli de Montxo Armendáriz Historias del Kronen (1995), en la que los jóvenes de entonces éramos retratados a través de una panda de idiotas.

Hace 2.000 años algunos teníamos la costumbre de comprar cd’s incluso, a veces, sin haber escuchado ninguna canción antes (¡!). Leí por ahí una crítica de un disco titulado Llamadas perdidas (Mushroom Pillow, 2004), de un grupo llamado La Costa Brava, en el que habían confluido el ex Autralian Fran Fernández y el ex Niño Gusano Sergio Algora. Me lo pillé por curiosidad y me convertí en fan inmediato a los dos segundos. La curiosidad no me falló en este caso (como sí lo hizo en otros muchos). Algora falleció repentinamente en el verano de 2008, y La Costa Brava, que no era un grupo de música sino «la historia de una amistad», se fue con él.

Para entonces, Fran Nixon ya había publicado su primer álbum en solitario, Es perfecta (Siesta, 2006). Su último disco, Lo malo que nos pasa es de 2015 y, entre tanto, sacó un libro (El aprendiz de Kung-Fu, Chelsea Books) y protagonizó un documental dirigido por David Trueba, Salir de casa (2016).

Hasta aquí el resumen esquemático. A continuación la charla con el músico, que esta tarde actúa a las 19.30 en los Jardines del Palau de la Música (sin techo), inaugurando el ciclo de los showcases Movistar Deleste. Las entradas, gratuitas, se pueden recoger en las tiendas Movistar de Plaza del Ayuntamiento o Calle Colón.

-¿Qué nos has preparado para el concierto de hoy?

-Mi repertorio habitual. Canciones de La Costa Brava, de Nixon, algún tema nuevo también…

-Lo malo que nos pasa, tu último disco, ya tiene cuatro años. ¿Tienes algo nuevo preparado?

-Sí, tengo canciones que espero que salgan el año que viene. Ha pasado el tiempo porque, bueno, entre el trabajo y que he sido padre hace poco, no tengo mucho tiempo libre, la verdad.

-¿No estás girando? 

-Cuando me llaman y es cómodo, y puedo coger un tren y que sea fácil, lo hago, pero no estoy de gira continua.

Nixon

Portada de «Lo malo que nos pasa», ilustrada por Sussylopp. | Archivo de Francisco Nixon

-Eres un músico de éxito. Desde luego, los de tu parroquia somos bastante fieles. A pesar de eso, ¿no te dedicas a la música?

-Para poder vivir de la música tienes que tener mucho éxito.  Sobreviven aquellos grupos con un directo capaz de convocar a mucha gente y además de mantenerse en el tiempo. La profesión de músico es muy cruel en ese sentido, es parecido a ser futbolista o atleta. Tienes un periodo en el que estás de moda, o eres joven y puedes desarrollar esa actividad, pero el tiempo en la mayoría de los casos juega en tu contra. Sobre lo que decías del público fiel, por ellos saco discos y sigo haciendo canciones. Aparte de por la satisfacción personal, no tengo la sensación de estar hablando al vacío. Pero el tamaño de la industria es el que es y, como tanta gente, tienes que sacrificar cosas.

-¿Ha habido algún momento en que te has sentido muy de moda y en otras pasado? Al margen del bombazo de Chup, chup, chup, al menos desde fuera, tu carrera se percibe bastante uniforme.

-El pico de popularidad con Australian Blonde fue muy al principio de nuestra carrera. Nos pilló inexpertos a todos los niveles, cabalgamos esa ola lo mejor que pudimos. Quiero decir que no fue un grupo pensado para triunfar, éramos un grupo de amigos y el éxito fue algo sobrevenido. Alguna vez hemos intentado estar a la altura de ese éxito, lo cual es muy difícil, pero estuvimos activos diez años, que creo que para un grupo de rock ya es bastante. Luego desarrollé una carrera paralela con La Costa Brava y con Nixon, que es un formato que permite mucha más independencia, estoy yo sólo con la guitarra. A la vez surgen proyectos paralelos como la película con Trueba o el libro El aprendiz de Kung-Fu. Pero estas cosas ya no son la base de mi vida profesional, como sí fue en su día con Australian Blonde. Paco Loco ya tenía su estudio, pero los demás vivíamos del grupo, más el manager. Ahora nos reunimos y damos dos o tres conciertos al año.

Nixon-¿No consideras un éxito la carrera de La Costa Brava?

-Bueno…Depende de la escala que utilices. En cuanto a popularidad pura y dura, no. Es un grupo que quizá sea recordado con cariño a posteriori, pero en su día nos costaba mucho tener ingresos. Los beneficios prácticamente se iban en pagar el local de ensayo. El motor del grupo era la amistad entre Sergio y yo y lo bien que nos lo pasábamos juntos. Tras la muerte de Sergio, la gente que lo vivió lo recuerda con mucho cariño o como algo relevante, pero en su momento fue un grupo bastante underground en el sentido estricto. Íbamos a tocar y había 40 o 50 personas…

-Bueno, recuerdo un concierto en El Loco, en 2007, que estaba a tope.

-València, Madrid, Barcelona, son sitios donde teníamos cierta convocatoria, pero un grupo que quiera estar girando y que pretenda ir a todas las capitales de provincia, a veces se encuentra tocando a audiencias pequeñas. Con lo que ganas lo comido por lo servido.

-Siempre he pensado que La Costa Brava sería un grupo que iba a crecer en público con el paso de los años, que llegaría más gente y se conocería más. Lo que comúnmente se dice un grupo de culto.

-Creo que sí. En los conciertos las canciones de La Costa Brava son las más celebradas.

-¿Y eso no te molesta, a pesar de tu carrera en solitario? Suele ser más habitual al revés.

-No, yo lo disfruto mucho. Esas cosas ya las sufrí con Australian Blonde en su momento. De hecho, el motivo de fundar La Costa Brava fue hacer un grupo sin expectativas, salir a tocar y pasarlo bien. Hubo muchos años en los que lo pasé bastante mal con el tema este de cómo salir adelante con la música, pero ahora voy a tocar cuándo y dónde me apetece, por disfrutar, y cuando la gente me pide las canciones de La Costa Brava, yo las toco encantado.

-¿Percibes huellas de tu carrera en otros músicos?

-Quizá lo noto en grupos como Rusos Blancos, pero porque son amigos míos. De hecho Iván, el bajista, tocó con La Costa Brava. Puedo ver que hay otros grupos de pop que utilizan el mismo estilo, pero creo que es una influencia indirecta, en el sentido de que usan los mismos referentes que yo, como puede ser la mezcla de costumbrismo o humor que pueda utilizar Jarvis Cocker. Tampoco pienso mucho en el legado ni en trascender. Me conformo con poder seguir haciendo este tipo de conciertos y seguir publicando discos y lo haré mientras siga disfrutando.

Nixon

Concierto en La Pérgola de La Marina, mayo de 2018. | Archivo de Francisco Nixon

-¿Llegas a nuevos públicos?

-A veces me sorprendo viendo a gente muy joven en mis conciertos a la que le han llegado mis canciones por alguna recomendación de Youtube o por algún hermano mayor que le ha puesto los discos. Pero creo que, en general, mi base de fans es la misma que me ha acompañado durante toda mi trayectoria. Han crecido conmigo, me han acompañado todo este tiempo y mi mentalidad es seguir haciendo cosas que sean relevantes para ellos. Me resultaría muy difícil conectar ahora mismo con gente joven, creo que están en otra historia y además tiene que ser así.

-Digo lo mismo pero al contrario, me cuesta mucho conectar con la música que hace la gente joven hoy. Al final, sí que creo que eres un artista muy generacional.

-Me pasa igual. Por mi trabajo tengo que escuchar mucha música nueva, la aprecio intelectualmente, hay cosas que me gustan más, otras menos, pero me cuesta mucho conectar a nivel emocional. Ese tipo de conexión se establece cuando eres muy joven, eres más impresionable.

-No nos hablan a nosotros.

-Exactamente. Su mundo no es tu mundo. Lo valores que compartes no son los mismos.

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