Hoy es el día decisivo para DIA. Los accionistas de la cadena de supermercados se pronuncian hoy sobre la crisis y el futuro de la compañía. Ayer, el anuncio de un acuerdo sobre la deuda con las compañías financieras elevó un 6% la cotización de las acciones hasta rozar los 62 céntimos. Este acuerdo supone alargar hasta 2023 los vencimientos de una deuda a largo plazo de 912 millones de euros.

A las 10 de la mañana está previsto que comience la junta de accionistas en la que se votarán dos propuestas: la del conseno de administración que pasa por una reducción y posterior ampliación de capital de 600 millones de euros; y la de su principal accionista y emisor de la opa sobre la empresa, LetterOne, que apuesta por una recapitalización de 500 millones.

DIA acabó 2018 con 352,6 millones de pérdidas, lo que derivó en la puesta en marcha de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en España y la presentación de una denuncia ante la Fiscalía contra empleados y altos directivos por su responsabilidad en irregularidades contables.

Durante estas últimas semanas, el ERE ha reducido el número de afectados de 2.064 a 1.536.

El orden del día, compuesto por ocho puntos, arrancará con el examen y aprobación de sus cuentas de 2018 y con la ratificación de los últimos miembros del consejo de administración.

Después se someterá a votación la entrega de acciones a los consejeros como parte de su remuneración, así como el nombramiento de los auditores.

Los puntos claves son el quinto y sexto, en los que los accionistas deben respaldar o rechazar las operaciones planteadas por el consejo y por LetterOne, sociedad controlada por el multimillonario ruso Mijaíl Fridman y que cuenta con el 29 % de los títulos.

Posteriormente sólo restará votar la delegación de facultades para que se puedan ejecutar los acuerdos adoptados por la junta y -con carácter consultivo- el informe anual sobre remuneraciones de los consejeros en 2018.

Tres grupos de accionistas minoritarios toman posiciones sobre las dos propuestas

Al consejo y Fridman se suman tres grupos de accionistas minoritarios, cada uno con intereses y posturas diferentes. Además, se calcula que hay cerca de 40.000 accionistas particulares y cerca de 50 fondos de inversión con participaciones en la compañía.

Varios analistas coinciden en señalar que una de las claves será la participación de los accionistas en la junta; la media en las últimas convocatorias ha rondado el 60 %, aunque se espera que -dada la situación de la empresa- este porcentaje suba.

La cuestión no es baladí, ya que LetterOne cuenta con el 29 % de los títulos, por lo que su peso a la hora de votar será mayor cuanto menos participación haya. La opa supone el pago de 67 céntimos por acción.

Otro grupo de accionistas es Acción Concertada que se reúne en torno al inversor francés Gregoire Bontoux; el español Pablo Gómez-Pablos y el belga Jean Derély. Representa un 3,4% del capital y su posición será abstenerse en las dos propuestas. Su objetivo es recabar apoyos y ser una alternativa al multimillonario ruso.

La Asociación de Accionistas Defensores de DIA es una plataforma que tiene como cabeza visible al empresario Rafael del Castillo. Se estima que representa al 3% de los título y votará contra las dos propuestas.

Según indica Efe, este grupo espera que surja un «caballero blanco» y ha anunciado que pedirá la convocatoria de una junta extraordinaria posterior en la que se vote una ampliación de capital de 150 millones de euros y la creación de una Socimi para vender patrimonio inmobiliario de DIA y conseguir así liquidez. Sin embargo, el propio Del Castillo en declaraciones a Efe da por descontado que el proyecto de Fridman se aprobará en primera instancia.

El inversor portugués Luis Amaral, dueño de la empresa mayorista polaca Eurocash con una facturación anual de 5.500 millones de euros, controla el 2% de DIA. En un comunicado, Amaral anuncia que respaldará la propuesta del consejo tras conocer el acuerdo con la banca. Para Amaral, el plan permitirá recuperar la senda del crecimiento.-EFECOM