La industria del plástico pide una legislación unificada para toda España
La industria del plástico y el reciclaje ponen sobre la mesa las discrepancias en la regulación del uso del plástico por las comunidades autónomas y han pedido una legislación unificada en los diferentes territorios, así como de los posibles problemas que puede acarrear anticiparse a la regulación comunitaria.
Aimplas ha reunido en sus instalaciones a diversos representantes del sector del plástico para debatir cuestiones como la legislación vigente tanto por parte de la Unión Europea como por la Comunitat Valenciana y de ámbito estatal; y cuál es la opinión del sector con respecto a esta normativa y qué objetivos y soluciones está trabajando la industria actualmente. En este debate han participado Mayca Bernardo, responsable de Comunicación de Cicloplast, una sociedad sin ánimo de lucro, comprometida con el medioambiente, en la promoción del reciclado de los plásticos al final de su vida útil e integra a todas las empresas del sector plásticos, tanto a fabricantes de materias primas como a transformadores; Ignacio Omeñaca, gerente de la Asociación Nacional de Recicladores de Plástico (Anarpla); Cristina Monge, secretaria general de la Asociación Valenciana de Empresarios de Plásticos (Avep); Pedro Melgarejo, responsable de Marketing de Plásticos Romero; y Sergio Jiménez, responsable de Negocio de Aimplas.
Mayca Bernardo ha sido la encargada de exponer la estrategia para el plástico que promueve la Comunidad Europea la cual contempla, desde el punto de vista cuantitativo, que para 2030 el 100% de los envases del mercado tienen que ser reciclables o reutilizables. También ha hecho referencia a la Propuesta de Directiva para la Reducción de Productos de Plástico que incluye medidas que afectan a los productos de plástico de un solo uso y que pretenden contribuir a la transición de Europa hacia una economía circular.
Pero, ¿qué opina el sector sobre esta normativa? «Cualquier medida para reducir el littering o abandono de residuos es positiva, aunque lo más importante es la concienciación. Soy partidaria de multar a la población para que el residuo no quede descontrolado«, ha afirmado Mayca Bernardo.
En cuanto a la normativa española, el Ministerio de Transición Energética está trabajando en una hoja de ruta de los plásticos en España que contempla la prevención de generación de residuos; y el fomento de las compras públicas verdes o la introducción de criterios dentro de la adjudicación de contratos públicos que fomenten la economía sostenible, entre otras medidas.
En esta misma línea, Cristina Monge ha apuntado que en la Comunitat Valenciana «estamos en pleno trámite del Plan Integral de Residuos (PIR) que recoge las regulaciones nacionales y europeas» y ha puntualizado que «nos encontramos en una situación de incertidumbre desde el punto de vista empresarial. No está la normativa aprobada y podría estarlo a principios de 2019».
17 legislaciones diferentes
A este respecto, Ignacio Omeñaca ha aclarado que «tenemos que lídiar con 17 legislaciones -una por comunidad autónoma-«. De hecho, «nos encontramos con una situación de barrera porque la empresa tiene que atender a las normativas de las diferentes comunidades autónomas».
A todo lo anterior, Cristina Monge ha añadido dos factores más: «la falta de conocimiento social sobre cuáles son los materiales que vienen a sustituir al plástico tradicional; y el hecho de que no debemos olvidar de que estamos en una economía globalizada y de territorios abiertos». ¿Cuál es el resultado? «La incoherencia entre normativas que acotan un territorio», ha destacado.
Entre las soluciones que aporta la industria están los plásticos biodegradables y compostables, que también puede suponer una «incongruencia» si se regula la recogida sin solucionar su tratamiento final, según han coincidido en señalar Cristina Monge e Ignacio Omeñaca. Aquí se enmarca el contenedor marrón para recoger los residuos orgánicos que deberían acabar en plantas de compostaje y que el Gobierno quiere implantar.
Entre los retos de futuro, la responsable de Avep ha recalcado la importancia de que «la Administración se implique e introduzca medidas que impulsen el reciclaje como pueden ser incentivos fiscales».
Pedro Melgarejo ha abogado por un cambio de pensamiento y poner por encima la sostenibilidad. «Posicionar el concepto de ecodiseño antes que el de funcionalidad». Pero, -ha insistido- que «sin conciencia ambiental y educación seguirán habiendo plásticos en el medioambiente». Por ello, «el camino más acertado está en ver las bondades del plástico y cómo canalizar su uso».
Por su parte, la representante de Cicloplast se ha referido a la ecomodulación -pagar más o menos en función de la sostenibilidad del producto-.
Los representantes que han participado en el acto han destacado que España va en la buena línea ya que recicla más de la mitad del plástico que se pone en el mercado, según datos de 2016, y en la Comunitat Valenciana el reciclado del envase doméstico es superior a la media nacional.
El gran problema de las bolsas de plástico
Por su parte, Pedro Melgarejo ha señalado sobre las bolsas de plástico que han sido la punta de lanza sobre este paquete de medidas que se quiere llevar en Europa. «En 2021, la legislación dice que no habrá ninguna bolsa que no sea reutilizable, reciclable y valorizable». Pero, ¿Por qué la bolsa? «Porque era gratuita y no se valoraba y porque, debido a su baja densidad, impactaba mucho en la naturaleza».
Sobre la situación actual de la industria debido a esta cuestión, Melgarejo ha recalcado que la industria sigue con reducciones de ventas y la bolsa es un claro ejemplo de economía circular.
Melgarejo también ha hecho hincapié en que «nosotros no tenemos el control sobre las personas. Por ello, la Administración debería concienciar y penalizar por aquellos residuos que se desechan de mala manera». De todas formas, para el responsable de Marketing de Plásticos Romero, no considera que sea el camino prohibir las bolsas. «Hay que invertir en educación para la ciudadanía», ha insistido.
Las bolsas, para que se puedan dar gratis deben ser un 70% de productos reciclados y un ejemplo de ello es El Corte Inglés, ha explicado Melgarejo. «Con esta medida se favorece la economía circular».
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