El Congreso de los Diputados ha instado al Gobierno a establecer en 50 euros la base mínima de cotización de los autónomos cuyos ingresos no alcancen el salario mínimo interprofesional y en 30 euros para los menores de 30 años o con una discapacidad superior al 33 %.
La proposición no de ley se suma al debate que se ha generado estos días en torno a la cotización de los autónomos, con propuestas desde el Gobierno, los grupos parlamentarios y las propias asociaciones.
La enmienda aprobada en el Congreso va más allá del planteamiento gubernamental, que contempla subida de las cotizaciones, aunque vinculadas a los ingresos reales de los trabajadores autónomos. Un tema que la propia ministra Magdalena Valerio calificó de complejo, si bien admitió que ya se han puesto en contacto con la Agencia Tributaria «para cruzar datos«.
Por el contrario, el Congreso recomienda que los autónomos cuyos ingresos medios mensuales en los doce meses anteriores no alcancen el SMI de acojan a la cotización mínima y que puedan prorrogarla al inicio de año, mientras no superen ese umbral.
Reforma en un año
El texto exhorta al Gobierno a reformar el sistema de cotización en el plazo máximo de un año, en colaboración con las asociaciones y que mientras no se apruebe la reforma, no se suban las bases de cotización.
También piden la ampliación de coberturas al cese de actividad, equiparándola al desempleo.
En el debate, el diputado de Compromís Ignasi Candela ha planteado también la necesidad de abordar el problema de los falsos autónomos, un colectivo que está creciendo debido a la expansión de la mal llamada economía colaborativa.
La propuesta del Gobierno
La propuesta que ha lanzado el Gobierno a las asociaciones de profesionales autónomos para abordar la reconversión del sistema es fijar cinco tramos en función de los ingresos reales, partiendo de una liquidación mínima inicial que pueda consolidarse o rectificarse al final del ejercicio.
El sistema, aclaró Valerio, tendrá un tratamiento distinto para aquellos que no lleguen al salario mínimo interprofesional, ya que «no puede ser que con un rendimiento de 200 euros al mes tengan que pagar casi 300 euros de cuota».
El objetivo es conseguir pensiones dignas, protección a la maternidad y avanzar en la cobertura por cese de actividad, accidentes de trabajo o enfermedades profesionales. Es decir, acercar la cobertura del trabajador autónomo a la que goza el trabajador por cuenta ajena. En la actualidad, señaló Valerio, la cotización media del autónomo es un 338% inferior a la de un trabajador por cuenta ajena, lo que repercute en la prestación de jubilación
Mantener la tarifa plana
La propuesta del Gobierno ya ha tenido respuesta por parte de las asociaciones de trabajadores autónomos. La Upta pide fijar la base mínima de cotización en 932,7 euros mensuales, pero acotando el alza de los tipos para que sean «más adecuados«. La base mínima de cotización supondría un aumento de cerca de 19 euros, dejándola en 297,4 euros frente a los 278,6 actuales.
En cuanto a la tarifa plana durante el primer año, la propuesta del Gobierno es aumentarla hasta 75 euros, pero vinculada a la continuidad en el Reta durante un periodo por determinar. Upta pide que se mantenga la tarifa plana en 50 euros para los trabajadores que ya la disfrutan y aplicar la nueva tarifa a los que se den de alta a partir del 1 de enero. Una tarifa que se debería seguir aplicando mientras se ingrese menos que el SMI.
Por su parte, el presidente de ATA, Lorenzo Amor, ha advertido que solo aceptarán una subida de la base mínima de en torno al 1,5 %, que es el alza media asumida por el colectivo en los últimos años, coincidiendo con la posición de Upta.
Amor ha calificado de fraude de ley las cotizaciones por cese de actividad. Ha añadido que no se puede obligar a los autónomos a cotizar por ellas, «a sabiendas que nunca van a poder cobrarla». EFECOM